Una de las características más notorias de los monumentos antiguos es su profunda conexión con el paisaje, tanto entorno físico inmediato como su ámbito cósmico. Tanto la orientación, disposición y el alineamiento de monumentos con determinados fenómenos estelares, sugieren el rol de la arquitectura como un nexo simbólico entre el ámbito mundano y la otra vida. Tal es el caso de las tumbas Kofun en Japón, Bat en Omán, Stonehenge en Inglaterra o, más antiguos que todos ellos, los monumentos neolíticos en el valle del Boyne (Brú na Bóinne).
Estos últimos, anteceden a Stonehenge en mil años y están compuestos por 3 yacimientos: Knowth, Dowth y Newgrange. La UNESCO ha reconocido el valor de estos complejos declarándolos Patrimonio de la Humanidad.
REVOLUCIÓN NEOLÍTICA VS. NEOLITIZACIÓN
Durante años se mantuvo la teoría de la Revolución Neolítica para explicar un cambio radical entre un estilo de vida recolector en el Paleolítico hacia uno más sedentario. La idea de Neolitización en cambio propone que se trató de un proceso largo y no un cambio brusco, por el cual los antiguos habitantes llegaron a niveles de desarrollo social y tecnológico mucho más avanzados de lo que se creía, llevando a cabo incipientes técnicas agrícolas, construcción de viviendas estructuras sociales complejas y demostrando un conocimiento e interpretación del paisaje que los rodeaba.
EMPLAZAMIENTO
Los tres túmulos Knowth, Dowth y Newgrange, se asientan en la ribera norte del río Boyne, y sus perfiles destacan en el valle relativamente plano, siendo perfectamente distinguibles entre sí a simple vista.
De ellos, Newgrange tiene la posición más privilegiada, ya que se asienta en una pequeña colina que preside un tramo curvo del río, otorgándole magníficas vistas del valle, por lo que presumo que además de tener un carácter visual, esta ubicación preferencial le confería propiedades simbólicas.
CARACTERÍSTICAS
La función de esta enorme colina artificial ha sido objeto de debate. ¿Fue una tumba, un templo o ambos? Sin duda, el enorme esfuerzo que supuso su construcción y la estudiada relación entre su pasaje interior y la posición del sol indican un rol religioso, ceremonial y espiritual importante.
Hay tres aspectos que vale la pena destacar en Newgrange: la monumentalidad de la forma y su inserción en el paisaje, el detalle del arte neolítico y, por supuesto, la cámara interior.
En cuanto a su forma, se trata de un túmulo de planta ovalada irregular, ligeramente girado hacia el noreste, con un diámetro máximo de 76 m y una altura de 12 m.
En el lado de la entrada, la fachada se halla decorada con piedras adosadas a la pared. En realidad, esta es una interpretación de los restauradores, quienes encontraron estas piedras en el suelo, rodeando el monumento. Durante un tiempo esta reconstrucción fue objeto de críticas, ya que había quienes sostenían que las piedras habían estado originalmente en el suelo, estableciendo un ámbito sacro alrededor del monumento (un gesto similar al que se encuentra hoy en día en muchos templos japoneses). Sin embargo, estudios recientes demuestran la presencia de una sustancia aglutinante, que no hubiera sido necesaria si las rocas estaban en el suelo, pero sí de haber estado fijadas a la pared.
Sin embargo, a la entrada, un tajo semicircular resaltado por piedras de un color grisáceo, es una intervención contemporánea que remarca el ingreso al túmulo. Para ingresar, los visitantes ascendemos y descendemos unas escaleras que forman un puente sobre las rocas que se ubican a la entrada, por lo que se presume que el ingreso al túmulo habría estado restringido a un grupo especial de celebrantes, los cuales habrían ascendido y descendido por las rocas como parte de un ritual de purificación.
La entrada presenta dos aberturas separadas por un dintel: la inferior, que actúa como puerta y la superior, una ventana importante para las celebraciones solares.
El segundo elemento a destacar es que Newgrange tiene la mayor concentración de arte neolítico del mundo, grabado en las piedras que se encuentran tanto en la entrada, en las piedras alrededor como al interior de la cripta. Muchos de estos grabados difieren de los típicos encontrados en las cuevas prehistóricas y son más bien de carácter abstracto, con figuras geométricas y con el tema de la espiral como motivo más frecuente.
El tercer elemento es la cámara interior, a la que se accede por un pasaje estrecho de 17 m de largo, al cual puede acceder una persona por vez. La cámara está compuesta por una serie de losas que forman una especie de bóveda, mientras que a los costados se ubican 3 tumbas.
Lo más sorprendente es que durante el solsticio de invierno a las 8:58 de la mañana, un haz de luz penetra lentamente a través del largo corredor e ilumina las paredes de la cámara, por lo que se presume que significaba una conexión de los muertos y el sol, y por ende la trascendencia al más allá.
El fenómeno dura unos minutos, y puede ser observado por una semana, siendo el clímax durante el solsticio de invierno, cuando la cámara es iluminada por 17 minutos.
ETAPAS DE NEWGRANGE
La ocupación del área de Newgrange se llevó a cabo a lo largo de varios siglos, iniciándose en torno a 3,800 a.C. El túmulo en sí se construyó entre 3,300 y 2,900 a.C. en una ubicación prominente del paisaje. Estudios sugieren que el trazado original se inició con las piedras ubicadas al ingreso del sitio y al fondo de la cámara, lo que dio lugar al posterior pasaje.
Alrededor del año 3,000 a.C. aparecen otras estructuras complementarias, como una choza justo frente a la entrada y un pequeño promontorio hecho de cuarzo y granito.
El sitio continuó en actividad por muchos siglos, y entre 2,800 y 2200 a.C. aparecen monumentos complementarios al aire libre, como un área circular definida por postes. ¿Habría sido la versión en negativo del túmulo?
CONSTRUCCIÓN
"Deben haberse usado cerca de 2,000 grandes rocas para construir tdas las tumbas en Brú na Bóinne. La favorita entre las utilizadas fue grauvaca, una roca arenisca grisácea-verduzca.Rocas mucho más pequeñas fueron usadas para fines decorativos y rituales -granito y limolita verde fueron traídos desde la península Cooley, el cuarzo vino de las montañas Wicklow y la caliza siderita fue extraida localmente.Sea que la piedra haya sido extraída de canteras o recogida localmente, ésta tuvo que haber sido transportada a través de un paisaje accidentado -las dos tumbas mayores se hallan en la cresta de una colina. Piedras de hasta 2 toneladas pudieron haber sido cargadas por hombres con cabestrillos de cuerda con sobre postes. Las rocas más pesadas debieron haber sido arrastradas en trineos sobre rodillos de madera y jaladas con cuero trenzado o cuerdas de fibra. Puedo haber tomado hasta 4 días para que 80 hombres trajeran una roca de 4 toneladas desde una distancia de 3 km.Imagen cortesía del museo de sitio de Brú na BróineeCada una de las tumbas en Brú na Bóinne pudo haber tomado 15 años para su construcción, dependiendo del número de gente participante.La primera tarea consistió en observar el sol durante algunos años para determinar el alineamiento correcto; esto era realizado probablemente con postes de madera. El ancho y longitud del pasaje y la cámara fueron luego demarcadas y fosas para las piedras fueron excavadas usando picotas hechas de cornamentas de animales y palas hechas de omóplatos de ganado. Luego de que las piedras estructurales fueron colocadas en las fosas mediante palancas, las piedras de los dinteles en el pasaje pudieron ser izadas y colocadas. Los techos en voladizo fueron construidos con gran destreza y finalmente cubiertos por una losa. Debió haberse usado madera sólida para el andamiaje y apuntalamiento. En cuanto las piedras fueron acomodadas en su sitio, los artistas las decoraron.Imagen cortesía del museo de sitio de Brú na BróineeTodo el proceso debió haber sido supervisado por líderes sociales o religiosos; la construcción de las tumbas muestra gran habilidad en el trabajo con la piedra así como conocimiento de arquitectura, arte megalítico y astronomía."Museo de Brú na Bóinne
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- Probablemente reservar una entrada para espectar este evento en el solsticio de invierno debe ser carísimo – pregunté a mi anfitrión.
- No, en realidad puede inscribirse cualquiera y luego se hace un sorteo para un pequeño grupo de afortunados. Me parece un sistema justo. – me respondió.
Lo curioso es que, dado el clima irlandés, es factible que ese día se encuentra nublado o lloviendo. Por lo que me cuentan, eso es tomado como un mal augurio entre la población. Por el contrario, si está soleado, aparecerá en primera plana en los periódicos nacionales.
Foto cortesía de Cyril Byrne
VER TAMBIÉN
- ARQUITECTURA PREHISTÓRICA
En 2003 visité este lugar con 16 años, con mis inquietudes arquitectónicas y paisajísticas aún sin emerger, y para mi ya supuso un hallazgo memorable y mágico. Probablemente visitar aquel emplazamiento dejó algo en mi de lo que ahora soy. ¡Gracias por este extenso viaje!
ResponderBorrarGracias a ti, FranBlanco. Para mí también fue un hallazgo, llegué ahí gracias a la página de la UNESCO y a un buen amigo que me llevó manejando hasta el lugar. También fuimos a Dowth, lamentablemente abandonado y en posesión de las ovejas, pero es muy interesante trepar el montículo y divisar desde allí las otras ruinas. Realmente fue un paisaje importante y poderoso.
ResponderBorrarUn saludo.
Enhorabuena por el blog!. leemos tus artículos desde hace tiempo aunque habitualmente no hagamos comentarios.
ResponderBorrarla semana pasada nos otorgaron un premio liebster y como manda la tradición nosotros hemos hecho lo propio y te hemos seleccionado como uno de nuestros 5 preferidos.
Un abrazo!
http://fresharquitectos.blogspot.com.es/
Muchas gracias Bfresh y felicitaciones por el premio y especialmente por su blog.
ResponderBorrarCon su permiso, he posteado uno de sus artículos en la página Facebook del blog.
Saludos
És "Brú na Bóinne", no "Brú na Bóinee".
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