En la anterior entrega vimos uno de los más representativos proyectos de Ludwig Mies van der Rohe, el Pabellón Alemán en la Exposición de 1929 en Barcelona. Cuatro décadas después y tras una exitosa carrera en EE.UU. Mies regresó a Berlín para desarrollar su último gran proyecto y su único museo en el mundo*: la Nueva Galería Nacional o Neue Nationalgalerie (diseñada en 1962 y construida entre 1965-68), muy cerca al Muro de Berlín.
Si uno compara ambos proyectos, encontrará muchas similitudes: ambos se emplazan sobre un podio, ambos se desarrollan un patrón geométrico ortogonal claro, separan la estructura de los elementos que definen el espacio, presentan grandes voladizos, tienen una predilección por el cristal que integra exterior e interior y una obsesión por el detalle. Pero en la etapa madura de Mies se observa un énfasis en la pureza y contundencia de la propuesta.
ANTECEDENTES
En 1958 Mies van der Rohe desarrolló un proyecto para las oficinas del Ron Bacardi, en la Cuba de Batista.
Este proyecto no construido sirve de referencia directa para la propuesta miesiana en Berlín: la fachada de cristal se retira del borde del edificio cubierta por un techo en voladizo que se sostiene en 8 columnas periféricas de concreto, dos por cada lado del edificio. La obra no fue concluida tras la revolución de Fidel Castro.
EMPLAZAMIENTO
El museo del Neue Nationalgalerie se encuentra emplazado en una ubicación privilegiada al lado del río Spree, en el lado suroeste del Foro de la cultura o Kulturforum, un extenso conglomerado dedicado a lacultura: museos, galerías de arte, sala de conciertos, biblioteca, etc., ubicados al lado del famoso Potsdammer Platz.
Muy cerca también se encuentra la pequeña iglesia de San Mateo o Matthiaskirche (1845), reflejada en los vidrios del museo.
Frente a él, al norte se ubica el Berliner Philarmonie, un salón de conciertos que acoge a la Orquesta Filarmónica de Berlín, un edificio de Hans Scharon cuya forma asimétrica (que recuerda a una carpa de circo) y sus colores amarillos y brillantes lo hacen radicalmente opuesta al edificio de Mies Van der Rohe, de líneas simplísimas, estudiadas proporciones y ascética cromía.
EL PROYECTO
Muchos han comparado al proyecto del museo del Neue Nationalgalerie como la versión contemporánea de un templo clásico. En efecto, el museo se ubica sobre un podio de piedra, un peristilo de columnas metálicas sostiene un entablamento que corona el edificio.
La base geométrica de la composición en planta es un cuadrado. El techo, cuyo cuerpo de 65 x 65 x 1.8 m se sostiene en apenas 2 columnas de 8.4 m por lado, se extiende en voladizo en cada una de sus esquinas, dándole a la composición una sensación de levedad y marcada horizontalidad.
La sección en cruz de las columnas metálicas también me recordó aquellas del Pabellón en Barcelona, aunque en el caso de Berlín se apuesta por un color negro. Detalles interesantes son la forma ligeramente trapezoidal de los pilares y su encuentro con el techo que se resuelve mediante una rótula, acaso una semblanza de las columnas y capiteles clásicos.
Al igual que en el caso del Pabellón Alemán y muchas obras de Mies, el museo es franco en su relación entre el interior y exterior, especialmente ya que las ventanas permiten la visión del entorno desde adentro y reflejan el área circundante desde fuera.
El espacio es definido por un muro acristalado de 50.5 m de lado que recorre el perímetro del cuadrado... y nada más. El concepto miesiano apuesta por una absoluta flexibilidad del espacio interior, completamente libre de columnas que, como dijimos, se ubican en el perímetro exterior.
Funcionalmente, este gran salón es utilizado para albergar las exhibiciones temporales, básicamente constituida por obras de artistas del siglo XX, particularmente del Cubismo, el Expresionismo y el Surrealismo. Es particularmente interesante que luego de la reunificación se integraron muchas obras de la extinta República Democrática Alemana (RDA).
Izquierda: ‘Potsdamer Platz’ por Ernst Ludwig Kirchner. Derecha: Who’s Afraid of Red, Yellow and Blue por Barnett Newman
En el sótano, constituyendo el podio, se ubican la colección permanente del museo, almacenes y oficinas administrativas. Esta zona es iluminada básicamente de forma artificial, ya que la única fuente de luz es un jardín de esculturas ubicado en el lado este.
El gran podio de piedra funciona también como un área de exposición al aire libre, donde se hallan esculturas como "Broken Obelisk" (1963) de Barnett Newman y "Têtes et Queue" (1965) del recordado Alexander Calder.
CRÍTICA
A pesar de su éxito en atraer multitudes este proyecto contó con no pocos detractores.
La obsesión de Mies con lograr una proporción perfecta y transparencia y flexibilidad en el espacio, lo llevó a postergar requerimientos funcionales que el edificio requería (algo aparentemente común en las obras de Mies. Por ejemplo, la Dra. Farnsworth llegó a enjuiciarlo pues se sentía frustrada e insatisfecha con su casa, una de las obras más conocidas del arquitecto en EE.UU.).
Para algunos críticos, la planta libre del museo era inadecuada para la exhibición de arte (a mi me llama la atención este argumento ya que centros como el Pompidou en París basan su éxito en su gran flexibilidad), como lo es la escasa iluminación . Además Mies se negó a aumentar áreas de almacenamiento en el subsuelo del museo, aún si estas so fueran visibles, pues alteraban las proporciones perfectas de su propuesta. Al respecto, el octogenario arquitecto respondía:
"Es un salón tan grande que por supuesto acarrea grandes dificultades para la exhibición del arte. Estoy plenamente consciente de ellos. Pero [el diseño] tiene tanto potencial que simplemente yo no puedo considerar esas dificultades."
El esfuerzo en simplificar el edificio a niveles abstractos llevó a prescindir de referencia alguna a su entorno. El hecho de que Mies haya escogido básicamente el mismo proyecto para Santiago de Cuba y para Berlín, dos ciudades con realidades históricas, culturales, paisajistas y ambientales totalmente diferentes sirvió para que los detractores de Mies le criticaran su insensibilidad con el medio en que sus proyectos eran desarrollados.
Uno de sus más acérrimos críticos fue Frank Lloyd Wright, quien criticaba la arquitectura de Mies como insensible y fría, a pesar de que obras como el Pabellón Alemán deben parte de su concepto a obras wrightianas como la casa Robie.
- Less is more (menos es más)- solía decir Mies van der Rohe.
- Yes, –replicaba Wright- less is more, but bore (menos es más, pero aburrido).
* Actualización 1, gracias a Jaume Prat
"en realidad Mies proyectó y construyó otro museo, que está poco publicado pero está, y, además, es un proyecto muy interesante porque es un edificio curvo: la primera ampliación del Museo de Artes de Houston. Moneo lo re-amplió, pero el ala de Mies sigue allí, perfectamente conservada y muy interesante. Viene a ser una versión desproporcionada y curva (con un rampla dentro, si no recuerdo mal) del Crown Hall, con la estructura completamente por fuera..."
* Actualización 2, gracias a Francisco Terán
Esta gran obra de Mies es para más de uno (entre ellos me incluyo) el más claro homenaje de Mies a uno de sus más admirados arquitectos alemanes K. F. Schinkel. Específicamente, es un homenaje a uno de los museos que él más estudió en su momento al establecerse en Berlín. El Altes Museum. Una obra también admirable, aunque de otra época, que a mí me encanta como ésta por su simplicidad. Incluso el recurso al gran espacio central es un paralelismo entre ambas obras.
VER TAMBIÉN:
- ARQUITECTURA MODERNA
- Pabellón Alemán en Barcelona. Ludwig Mies van der Rohe.
- Librería Académica, Helsinki, Finlandia. (1966-69). Alvar Aalto
- Restaurante Savoy, Helsinki, Finlandia. (1936). Alvar Aalto
- Casa Curutchet. La Plata. Le Corbusier.
- Chandigarh, Capitolio. Le Corbusier.
- Gimnasio Nacional de Tokio. Olimpiadas 1964. Kenzo Tange4.
- Casa de la Cascada. Frank W. Wright
- Casa Robie. Frank W. Wright
- Imperial Hotel, Tokio, Japón. Frank W. Wright
Una vez más un espléndido post este que has incluido en tu blog.
ResponderBorrarLa verdad es que da un poco de sana envidia seguirte por el mundo en tu periplo arquitectónico, así que enhorabuena por compartir con los demás toda esta información tan interesante.
Saludos.
enmateriadearquitectura.blogspot.com
Muchas gracias!
ResponderBorrarEnhorabuena también por tu blog. Veo que estás comenzando en esta aventura.... felicidades! Así que ánimo, a ponerle empeño, y que la arqui-blogósfera en español siga creciendo!
Pues muchas gracias por tus ánimos.
ResponderBorrarLlevas razón en que estoy empezando en esto, lógicamente con un enfoque diferente al tuyo, pero sinceramente a veces me desespero porque aún no aparezco en el Google ni por asomo, jejeje.
En fin, que enhorabuena de nuevo por tu blog y te seguiré leyendo siempre con atención.
Saludos.
Sublime la obra de Rohe y sublime tu trabajo al enseñárnosla.
ResponderBorrarSe muy poco sobre la obra de este Arquitecto y tu página es un pequeño rincón donde encontrar uno o dos datos de increíble interés. Por ejemplo, desconocía del proyecto primigenio previo a éste. Muy interesante.
La Arquitectura de Mies es, para mí, la definición de la palabra sutileza. Creo que es increíble cuando la Arquitectura puede expresarse con una o dos palabras. Mucho más importante que aquella a la que puedes buscarle mil adjetivos; el don de la palabra es sencillo, el de la síntesis no.
Te aplaudo una vez más.
Jarodrigo. Paciencia! No te desanimes, ya poco a poco aparecerás. Lo impotante es la constancia.
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias Dani.
ResponderBorrarLa obra y el estilo de Mies han recobrado vigencia en esta última década, en que sus principios compositivos han sido re valorados, aunque en una actitud más respectuosa por el entorno.
Un abrazo y gracias por tu compañía en este recorrido.
yo tuve la oportunidad de estar allí también y también en su pabellón de barcelona, y me quedé muy impresionada. enhorabuena por tu blog.
ResponderBorrarMe vas a perdonar que diga que a tu genial entrada le falta algo... Soy enormemente ignorante y, por tanto, enormemente atrevido.
ResponderBorrarEsta gran obra de Mies es para más de uno (entre ellos me incluyo) el más claro homenaje de Mies a uno de sus más admirados arquitectos alemanes K. F. Schinkel. Específicamente, es un homenaje a uno de los museos que él más estudió en su momento al establecerse en Belín. El Altes Museum. Una obra también admirable, aunque de otra época, que a mi me encanta como este por su simplicidad. Incluso el recurso al gran espacio central es un paralelismo entre ambas obras.
Un placer visitar tu blog. Como siempre.
Un abrazo.
Tu blog me está sirviendo como instrumento para un taller de blogs.Sigo el tuyo con auténtica pasión.Muchas gracias.
ResponderBorrarExcelentes comentarios, muy bellas fotografías. Gracias por compartirlas. Hoy 125 años del nacimiento de Mies Van der Rohe
ResponderBorrarNo entendí la referencia que haces a Fidel Castro. Saludos!
ResponderBorrarLa referencia es a un antecedente de la galería, un proyecto que Mies hizo en Cuba para la compañía Bacardi y que no llegó a ser ejecutado debido a la revolución de Castro.
ResponderBorrarSaludos.