27 julio, 2007

TERMINAL DE PASAJEROS EN YOKOHAMA. FOA

Yokohama es la segunda ciudad más grande de Japón, aunque algunos la consideran parte de la conurbación del Gran Tokio.Hasta 1853 era una insignificante villa de pescadores, cuando el comodoro norteamericano Matthew Perry agitó las aguas japonesas al presentarse con su flota de barcos de guerra, demandando la apertura de Japón al comercio exterior (por ese entonces y desde hacía siglos enclaustrado en ostracismo). Desde su inauguración en 1859, Yokohama se convirtió en el mayor puerto de Japón, y la puerta de entrada de muchos bienes, tecnologías e influencias a territorio japonés y símbolo de modernidad en este país asiático.

Inauguración del Puerto de Yokohama, en 1859

Pese a ser destruida primero durante el Gran Terremoto de Kanto en 1923 y luego durante los bombardeos de la segunda guerra mundial, Yokohama fue reconstruida tras la ocupación norteamericana, recuperando su importancia como principal puerta de entrada de la cultura occidental a la capital japonesa. Desde mediados de los 80, gracias al plan Minato Mirai 21, la zona industrial portuaria fue renovada como un área de esparcimiento y recreo.

EL NUEVO MUELLE DE PASAJEROS

El viejo Muelle Ooshanbashi, construido en 1894, inició un proceso de restauración al cumplirse sus 100 años, por lo que la Ciudad de Yokohama convocó a un concurso internacional para su remodelación en 1994. Pese a ser un tema mayormente funcional, el concurso concitó la atención de proyectistas de vanguardia quienes vieron oportuna la ocasión para esbozar planteamientos experimentales sobre conceptos como la relación ciudad-mar y la puerta de entrada a una de las potencias cuya política de inmigración es muy estricta, pero al mismo tiempo su hospitalidad muy reconocida. El ganador del concurso fue la joven oficina FOA, cuya idea innovadora se impuso a las de estudios prestigiosos y de mucha experiencia. La consecución del proyecto, sin embargo, no se dio sin pocos problemas, entre ellos el colapso de la economía de burbuja que vivió Japón finales de los 90. Finalmente, el mundial de fútbol Corea-Japón de la cual Yokohama era sede fue factor decisivo para su construcción.

Bahía de Yokohama. Imagen Google Earth

LOS PROYECTISTAS

FOA (Foreing Office of Architecture), es una oficina basada en Londres y compuesta por los esposos Farshid Moussavi, iraní, y Alejandro Zaera Polo, español. Habiendo estudiado ambos en Harvard y trabajado en la Oficina Metropolitana de Arquitectura, OMA, bajo la dirección de Rem Koolhaas, fundaron su propia firma en 1992, apenas dos años antes de ganar el concurso. Dueños de un bagaje teórico novedoso, interesante y complejo, sus propuestas destacan por su originalidad y consistencia conceptual.

PREMISAS CONCEPTUALES

La concepción del edificio presenta varios enfoques provocadoramente novedosos, para producir una obra única y rica en su vivencia, percepción y recorrido, combinando las funciones de una plaza con las de un puerto.

Terminal Internacional de Pasajeros de Yokohama. Imagen Google Earth

1) El puerto como interfase entre la ciudad y el mar
La idea principal fue utilizar este equipamiento no como un límite entre la ciudad y el mar (a pesar de que geopolíticamente lo es), sino como un nexo entre ambos. Pero además, esta relación ciudad-mar es descubierta por el usuario de manera distinta según la dirección de su recorrido.
Así, para el visitante que llega de la ciudad, el edificio se desenvuelve hasta convertirse en una plaza frente al mar, con visuales hacia la bahía.

El parasol es una prolongación del piso de la plaza con una orientación hacia el mar.
Foto C. Zeballos


A su vez, los pasajeros que arriban al puerto desde el mar encuentran un espacio cerrado, casi subterráneo, del cual paulatinamente emergen hasta encontrar una plaza que conduce a la ciudad. Ambas situaciones están magistralmente combinadas en el mismo edificio.

Ingreso al terminal. Foto cortesía FOA

Saliendo del terminal. Foto C. Zeballos


2) El edificio como superficie.
Contrarios a la idea de formar una puerta urbana, como muchos de los terminales internacionales, los arquitectos propusieron una organización en la que el edificio se convirtiera en una topografía, transformando el terminal en una superficie plana y oblonga, es decir convirtiendo al edificio en parte del suelo, una superficie envolvente.

Arquitectura como topografía. Foto C. Zeballos.

3) Circulación: El diagrama de no retorno.
La presencia del eje urbano que nace en el estadio de Yokohama y que remata en el muelle inducía a la propuesta de un pórtico urbano, como en el caso de Barcelona y el Puerto Olímpico, por ejemplo. FOA, sin embargo, contrarios a la idea de formar una puerta urbana pues la consideraban un ente divisor que no era ni ciudad ni puerto, propusieron una organización en la que el edificio no tuviera una sola dirección, sino que pudiera tener varias alternativas en su recorrido.

Esquema de no retorno. Imagen cortesía FOA

4) Topología de la superficie
Tanto a cada segmento como a cada bifurcación del diagrama de no retorno se le asoció una superficie, un área en metros cuadrados, teniendo en cuenta aspectos ergonómicos y medidas antropométricas. El resultado fue una “lasaña de superficies envolventes” muy plana que ocupaba casi toda el área designada para el proyecto.


Superficies aplicadas al esquema de no retorno. Imagen cortesía FOA


5) El programa
El ordenamiento general del programa privilegia la plaza y los espacios públicos de cara al mar en la "terraza" del edificio. Debajo de ella el salón de interacción cívica, restaurantes y tiendas. Debajo se ubica el terminal en sí, localizando los parqueos en el sótano.
A pesar de ser opuestos a la simetría por considerarla de Beaux Arts, simplista y primitiva, las condicionantes del programa determinaron un esquema fundamentalmente simétrico.

Distribución general del terminal. Imagen cortesía de FOA

Los proyectistas consideraron la flexibilidad del espacio como una premisa fundamental en su diseño, pero en lugar de utilizar espacios homogéneos y continuos, tradicionalmente asociados con la flexibilidad, ellos utilizaron "espacios intensivos" es decir, "la clase de espacialidad donde la capacidad del espacio no está directamente relacionada a su tamaño y cuya flexibilidad varía diferencialmente". En otras palabras, de acuerdo a la particular topografía (relieve) y topología (relaciones) que lo define, un espacio es más o menos flexible. De esa forma se localizaron funciones específicas dentro de la gran superficie ondulada.

Planta esquemática de la terraza, terminal y estacionamientos.
Imagen cortesía de FOA

6) Definiendo la estructura
Evitando sostener la estructura con columnas, lo que hubiera evidentemente afectado el esquema de circulación y orientación, se definió a la superficie envolvente como elemento estructural en sí, utilizando un sistema tipo "sandwich", al colocar una superficie ondulada entre dos placas planas, similar a un cartón corrugado. Al eliminar columnas y escaleras, las rampas se convirtieron en la solución para idónea para la circulación vertical del proyecto.

Esquema general de esfuerzos en la estructura. Imagen cortesía FOA

Estructura interior del terminal, que va evolucionando progresivamente.

Detalle de la estructura. Foto cortesía de Stella Boyland

7) Materiales
El uso de una limitada variedad de materiales ayuda a enfatizar la fuerza de la idea como sucesión de espacios envueltos en una superficie. Por ende se precisaba reforzar el concepto de continuidad en las superficies horizontales externas, para lo que se utilizó tablones de una madera brasileña muy resistente llamada ipe. Al interior, cubriendo los irregulares techos, se utilizó acero laminado, dando un aspecto dramático a la cobertura.
En cambio, para las superficies verticales, que se deseaban lo más transparentes posible, se eligió vidrio para las ventanas y tubo metálico para las barandas. De esta forma se enfatizó la idea de un conjunto básicamente plano.

El uso de la madera reforzó el carácter envolvente de las superficies horizontales, mientras que el vidrio hizo transparente el de las superficies verticales. Foto C. Zeballos

Continuidad espacial entre interiores y exteriores. Foto C. Zeballos

Para ver una vista en 360° del puerto de Oosanbashi y su relación con la ciudad, presionar aquí.


EPÍLOGO

El enorme esfuerzo que significó para
Moussavi, Zaera Polo junto a un pequeño equipo de jóvenes arquitectos (en su mayoría japoneses que habían trabajado con FOA en Europa), la proyectación de un complejo tan sui géneris, en un medio tan estricto y lleno de regulaciones como el japonés, ve su fruto en el enorme éxito que este conjunto ha generado, tanto funcionalmente como puerto, como lugar de esparcimiento para la comunidad. Un complejo laboratorio de nuevas tecnologías, algunas tan novedosas que hubo que crearse reglamentos especiales para su aplicación. Un experimento que explora fenomenológicamente las sensaciones de un usuario que explora y descubre una perspectiva siempre cambiante. Una compleja concepción que estimula un recorrido múltiple inducido por el ondulante juego de superficies y las diversas tonalidades de luz que coquetean con ellas. Un edificio que prefirió no ser edificio si no superficie, que decidió no ser una puerta entre la ciudad y el mar (y por ende no pertenecer a ninguno de los dos) sino un tránsito sutil entre el paisaje urbano y el paisaje marino.

Un anciano japonés encontró una muy cómoda forma de leer el periódico.
Foto C.Zeballos


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ARQUITECTURA FRENTE AL MAR/
SEAFRONT ARCHITECTURE

Crudo invierno en Yokohama... al menos salió un poco de sol

21 julio, 2007

ACERCANDO BARCELONA AL MAR


Barcelona, bella ciudad a la que ya nos referimos anteriormente, se encuentra delimitada por el Mediterráneo al este, el río Bestós al norte, el río Llobregat al sur y los Pirineos al oeste. La capital de Cataluña guarda entre sus calles el legado de más de 2500 años de tradición urbanística. Al asentamiento original ibérico se superpuso la ciudad romana en el año 218 a.C., de cuyo centro salían dos calles perpendiculares, el cardo y el decumano, y merced a ellas se organizaba un patrón urbano en grilla. La Barcino de entonces era una fortificación amurallada o castrum, que tras la caída del imperio romano tuvo que someterse a los embates de ejércitos a través de los siglos: visigodos primero y musulmanes después.

Barcelona como ciudad romana se encerraba dentro de una muralla y se organizaba sobre una grilla, que partía de dos calles centrales: el cardum y el decumanum. En el cruce de las mismas estaba el foro. Al fondo en las afueras, el Montjuic. Fuente: Wikipedia.

La ciudad medieval se expandería radialmente, y experimentaría un sano desarrollo en los siglos XIII y XIV, compitiendo con los puertos de Venecia y Génova. La rivalidad con los reinos de Castilla devendría en la decadencia barcelonesa, hasta que el siglo XIX la vio prosperar nuevamente de la mano de la industrialización. La ciudad derribaba sus murallas y se anexaba municipios vecinos, ensanchando sus calles en el denominado Plan Cerdà.

Barcelona en 1854. A la izquierda de la ciudad el Montjuic.
Plan de ensanche de Barcelona en 1859. Imágenes cortesía de Iván Icochea.

Lamentablemente Barcelona sufriría los estragos de la Guerra Civil Española (1936-39), de la cual exhibe cicatrices en algunas plazas. Con la victoria del franquismo, a quien Barcelona era adversa, la ciudad se mantuvo postergada por 40 años, experimentando una fuerte migración y el desarrollo de zonas industriales dando la espalda a su bien más preciado… el mar.


EL INICIO DEL CAMBIO.

Tras el retorno de la democracia en 1976, Barcelona inició un proceso de recuperación de sus espacios abiertos, calles y plazas, así como la creación de nuevas áreas verdes, iniciada durante el gobierno de Narcís Serra y continuada por Pasqual Maragall. Durante esta primera etapa, Barcelona fue un espacio de experimentación y conceptualización, un gran laboratorio urbano, basado en las investigaciones que se habían venido dando años antes en Escola dArquitectura de Barcelona.

Plan General Metropolitano en 1976. Imagen cortesía de Iván Icochea.

Quien estuviera a cargo de aquel proceso como Delegado de Urbanismo del Ayuntamiento, el arquitecto Oriol Bohigas, destaca algunos aspectos fundamentales de la experiencia:
“acción basada en el proyecto del espacio público como lugar urbano y colectivo por excelencia, acción inmediata por medio de los proyectos urbanos que dan respuesta a la realidad inmediata de cada barrio, actuación prioritaria en lo que presenta ofertas de fácil ejecución, reconstrucción de la ciudad existente en lugar de la expansión, compacidad y continuidad urbana en lugar de la suburbialización, etc. Y todo eso se concreta en una manera de trabajar, basada en la eficacia del proyecto sobre la falta de definición del plan” (Comentario a Horacio Capel)

LA VILLA OLIMPICA

El factor catalítico que propició el desarrollo de Barcelona a principios de los 90 fue su elección como sede de las Olimpiadas en 1992. Ya Barcelona había sido anfitriona de Exposiciones Universales en 1888 y 1929, por lo este evento impulsó una planificación contemporánea, rápida y bien pensada de la ciudad.
La ciudad de Barcelona contó con 19 instalaciones divididas en cuatro áreas olímpicas: Montjuic, Parc de Mar, Diagonal y Vall d'Hebron. En otra oportunidad comentaré las instalaciones del Anillo Olímpico de Montjui, pero ahora quisiera concentarme en las instaciones frente al mar.
El diseño de la Villa y el Puerto Olímpico fue liderado por el y en el que participaron Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech y del ingeniero Joan Ramon de Clascà.

Villa Olímpica por Oriol Bohigas. Collage cortesía de El Poder de la Palabra. Clic para ampliar

La Villa alberga instalaciones de hospedaje para los deportistas que vinieron a participar en la competencia. Es un diseño variado, pero armónico y coherente.

Grupo de viviendas por Óscar Tusquets

Luego de finalizar el evento, los edificios con alojamientos para los atletas fueron convertidos en viviendas.

Edificios de viviendas en la Villa Olímpica. En primer plano, intervención paisajista de Enric Miralles. Foto cortesía de Horacio Capel.

El Puerto, por su parte tiene capacidad para embarcaciones deportivas y alberga locales de entretenimiento y restaurantes.

INTERVENCIONES ACTUALES EN EL LITORAL BARCELONÉS.
Luego de las olimpiadas, una tercera etapa se llevó a cabo en la década de los noventa, caracterizada por el pago de la deuda municipal y la inclusión de equipamiento metropolitano al interior de la ciudad, especialmente de carácter cultural.
Desde finales de los noventa una serie de inversiones públicas y privadas han venido fortaleciendo la relación de la ciudad con el mar, especialmente en la renovación de la Villa Olímpica y de la cercana de Port Vell. No obstante, estas obras dan la impresión de ser esfuerzos aislados y carecen de la coherencia de la Villa Olímpica de Bohigas. Sin embargo, estos elementos conforman un paisaje urbano original y definitivamente influyen en el fortalecimiento de la idea de Barcelona como una ciudad de cara al mar.

Zona de Port Vell en el litoral barcelonés. Clic para ampliar. Imagen Google Earth.

Bella foto del Puerto Olímpico, cortesía de Sphinx. En primer plano en puerto en el que culmina el eje de la Carrer de la Mar, flanqueada por la Torre Mapfre y el Hotel Arts. En un segundo plano se aprecian las instalaciones de la Villa Olímpica de Bohigas. Al fondo a la derecha se ubica la Torre Agbar de Nouvel, que se yergue frenta a la Plaza de las Glòries Catalanes.

A continuación comentaremos brevemente algunos de los edificios más notables en esta zona.

HOTEL ARTS Y TORRE MAPFRE

Ambas torres,
construidas en 1992, conforman una puerta urbana que define la entrada hacia el Puerto Olímpico, enmarcando el eje urbano de la avenida Carrer de la Marina.

Vista de las dos torres desde el Carrer de la Marina.

La Torre Mapfre fue diseñada por Iñigo Ortiz y Enrique León. Se caracteriza porque, si bien mantiene la forma de un paralelepípedo, cada uno de sus niveles sobresale en ángulo, por lo que no pude evitar asociarlo con las muchas pagodas que he visto en Asia. Los cristales de las ventanas crean un efecto interesante al reflejar las actividades de la calle.

Vista nocturna de la Torre Mafpre. Foto cortesía de cuellar

El Hotel Arts-Ritz Carlton (también llamado Hotel des Arts) fue diseñado por Bruce Graham of Skidmore Owings Merrill Architects (SOM Architects). Esta torre de 154 m está recubierta por una piel metálica que forma una trama de rombos blancos. Esta estructura le confiere un aire de ligereza y cierta estética high-tech.


El lobby interior se halla dominado por un conjunto de plataformas sobre las que descansan maceteros, animado por un vívido juego de cascadas.

Lobby interior del Hotel Arts. Foto cortesía de Will Hansen

EL PEZ DE FRANK GEHRY

Las reminiscencias de los peces dentro de la singular plástica de Frank Gehry han sido recurrente en su trabajo a través de los años (como por ejemplo en el caso del Museo Guggenheim en Bilbao). Esta estructura de acero de 54 x 35 m, la primera en utilizar diseño por ordenador en el estudio del arquitecto, es una muestra de ello, ubicándose al pie del Hotel Arts y al frente del Puerto Olímpico.

El pez de Frank Gehry. Foto cortesía de pitufa

La estructura, cuyas dinámicas aletas le hacen parecer estar flotando en el espacio, produce un interesante y dinámico juego de sombras y reflejos, que lo hacen un hito memorable en el paisaje urbano.

El pez de Frank Gehry. Foto C.Zeballos

PARC DE LA RESERCA BIOMEDICA DE BARCELONA.

Este singular edificio en forma de un cono truncado de planta elíptica, cortado a bisel y recubierto de madera es obra de los arquitectos Manuel Brullet y Albert de Pineda.

Parque de la Investigación Biomédica de Barcelona.
Fotos cortesía de PRBB


Tiene también un espacio central en forma de plaza, por lo que me recuerda en algo al Museo de la Madera de Tadao Ando, sólo que en este caso la plaza es rectangular y está abierta hacia el mar.

Parque de la Investigación Biomédica de Barcelona visto desde el mar.
Foto cortesía de PRBB


Hacia ella confluyen circulaciones auxiliares que son expuestas y se convierten en un elemento interesante en la composición.

Parque de la Investigación Biomédica de Barcelona vista del espacio público.
Foto cortesía de to.bi.as

“A fin de garantizar su uso público transitable”, menciona Brullet, “se creó una estructura portante que se basa en dos grandes pilares en forma de T, de los que penden, sostenidos por tensores metálicos exteriores, todos los pisos del edificio”.
El edificio encierra una serie de equipamientos, oficinas y laboratorios donde trabajarán más de 1000 científicos. Para fomentar la tertulia, que tanto favorece la discusión de ideas, se ha provisto de una serie de espacios de reunión, terrazas y el patio central.
El recubrimiento de madera rojiza en listones levemente separados le da al conjunto una sensación de ligereza y una textura que permite “respirar” al edificio, además que ofrece un siempre cambiante juego de sombras al interior.

Parque de la Investigación Biomédica de Barcelona, juego de sombras en el espacio interior.
Foto cortesía de to.bi.as


MOLL D’ESPANYA (MUELLE DE ESPAÑA)

Es un complejo de ocio y entretenimiento en el corazón de Port Vell, comportándose como una prolongación espacial y funcional de la tradicional vía llamada Las Ramblas. Ubicado en medio del mar, a continuación de la estatua de Colón (quien si bien partió de Puerto de Palos, retornó de su primer viaje a América he hizo su primera presentación a los reyes Fernando e Isabel en Barcelona), se conecta a la ciudad a través de la llamada Rambla de mar, una estructura de madera adornada con esculturas metálicas que evocan las ondas marinas, un proyecto de Helio Piñón y Albert Viaplana.

Vista aérea del Moll d'Espanya

El Moll d’Espanya cuenta con equipamientos como el Acuario de Barcelona, el Imax Port Vell y el Real Club Náutico de Barcelona. Sin duda, el elemento más conspicuo del conjunto es el centro comercial Maremagnum, obra de Piñón y Viaplana, una mole de planta cuadrangular cuyos lados presentan un retiro a fin de otorgarle ligereza. La fachada ha sido graciosamente tratada en forma de una semibóveda invertida de cristal reflectante la que produce interesantes efectos visuales, a la vez que se le ha añadido un acceso en diagonal.

Acceso en diagonal al complejo Maremagnum, cuya fachada curva, al ser soportada por pilotes, da la sensación de estar flotando... parece como si estuviéramos entrando a una nave espacial. Foto C. Zeballos

Además de estos equipamentos, el Moll d’Espanta acoge también espacios públicos como el Mirador del Port Vell , la Plaça de l’Odissea y la Plaça d’Itaca, cuyo mobiliario y tratamiento paisajista han sido notablemente trabajados.

Tratamiento paisajista de espacios públicos
Foto cortesía de Carlos Lorenzo

WORLD TRADE CENTER

El World Trade Center de Barcelona ubicado frente a Maremagnum, en un largo muelle de 500 m y es un complejo en forma de cono invertido con un patio central cuadrado, diseñado por Pei Cobb Freed & Partners.

Vista aérea del World Trade Center

El cono se divide en 4 partes, tres de las cuales pertenecen al Centro de Comercio y la otra a un hotel de 325 habitaciones.
El Centro de Comercio cuenta con un Auditorio (430 plazas), la sala Ágora (espacio multifuncional de 816 m2), Europa (300 m2 con vistas a la bocana y frente marítimo) y la sala CIC (un escenario de 350 m2).
El patio central está rodeado por arquerías y en medio de la plaza central contiene una fuente con aguas danzantes, además contiene terrazas y otros espacios exteriores.

Patio interior del WTC
Foto cortesía de Joan Mundo

El llamado Modelo Barcelona ha transformado la ciudad en 25 años convirtiéndola en uno de los centros urbanos más importantes y mejor planificados en Europa. Si bien es cierto que, como dicen sus habitantes, aún les quedan muchos retos por conseguir y problemas por resolver, celebramos el protagonismo que se le ha dado el mar en la concepción urbana de sus planificadores y en el uso del espacio por sus habitantes.

Para más información, ver un interesante artículo de Tomás Romero en Plataforma Urbana.

VER TAMBIEN/SEE ALSO:

- OTROS EDIFICIOS EN BARCELONA/OTHER BUILDINDS IN BARCELONA

- ARQUITECTURA FRENTE AL MAR/SEAFRONT ARCHITECTURE
Nuestro reflejo en el techo del Maremagnum


16 julio, 2007

ACERCANDO LIMA AL MAR: LARCOMAR


Siempre que voy a Lima me siento irresistiblemente atraído a contemplar su mar. Y es que Lima no sólo es una ciudad costera, sino que tiene el privilegio de apostarse sobre un acantilado, como un palco natural, desde donde se puede contemplar un espectáculo que comparten quienes miran al Pacífico desde el este: el sol ocultándose en el mar.

Larcomar es un espacio ideado para consolidar esa relación entre la ciudad y el mar. Consiste en una serie de volúmenes y espacios empotrados y desparramándose al borde del barranco, ofreciendo una dramática secuecia espacial y de vistas controladas hacia el paisaje marino. Es además, un intento de comunicar (al menos visualmente) la parte superior del acantilado con las playas 80 m más abajo.

Urbanamente, es un remate espacial que comunica el centro de Lima a través del eje Tacna-Wilson-Arequipa-Larco con el Parque Salazar en el Distrito de Miraflores.

Configuración urbana de Larcomar como extremo del eje definido por la Av. Larco. En una esquina, tras el parque, puede verse la mole sesgada del hotel Mariott. Imagen Google Earth.

El proyecto no nació sin embargo, sin dificultades. El sacrificio de la Concha Acústica de Miraflores y del emblemático Parque Salazar, un espacio paisajista y pintoresco, aunque un poco venido a menos en la década de los 90, provocó airadas protestas de los vecinos, intelectuales y artistas, entre las que destaca un nostálgico y conmovedor ensayo de Mario Vargas Llosa. Los promotores sostenían que el parque sería modernizado y su superficie ampliada, pero los vecinos replicaban que se perdería su bucólica tranquilidad y que el parque sería convertido en una jardinera en la azotea del centro comercial, "un parque artificial sobre una losa de concreto que trata de camuflar un caballo de Troya comercial, con discotecas, cines, tabernas y coliseos, etc., que se agitará debajo y que inevitablemente emitirá todo tipo de ruidos y gases contaminantes mediante decenas de ductos que lo atravesarán."

La antigua Concha Acústica fue demolida al construirse Larcomar. El tradicional restaurant Rincón Gaucho fue trasladado.

Antiguo Parque Salazar, con un estanque central. Fotos cortesía de FriendLima.

Aunque es innegable el impacto que la dinámica Larcomar ha causado un impacto que ha cambiado para siempre la vida de este otrora apacible barrio, por otro lado se ha convertido en un foco de entretenimiento metropolitano, un icono turístico y un referente de la arquitectura y paisajismo contemporáneos en el Perú.

CONCEPCIÓN

Larcomar nació gracias a su visionario creador, el arquitecto Eduardo Figari Gold, su promotor y proyectista principal, quien durante varios años vino la idea de un complejo edilicio bajo el parque, dominando el mar. La idea evolucionando con el tiempo . Una de as primeras ideas implicaba una ocupación más agrasiva de la ladera del acantilado, incluyendo departamentos de vivienda aterrazados con vistas hacia el mar.

Primer proyecto de Larcomar.
Fuente Noticiero 24 Horas, Panamericana TV. Cortesía de Filter


Tras muchas reuniones con promotores, especialistas y tras estudios de mercado a una propuesta en la que el conjunto constaría de dos partes: un centro comercial bajo el remodelado parque Salazar y un hotel y centro de convenciones, que en forma de paraboloide de doble curvatura, servía para vincular la parte superior del acantilado con la zona de playas. Las actividades del centro comercial, que antes habían estado dispersas formando terrazas, se congregaron definiendo una gran plaza.

Anteproyecto final de Larcomar, incluyendo el hotel y el Centro de Convenciones
Foto cortesía de A/mbiente


Entre 1996 y 1998 se culminó la primera etapa del proyecto, consistente en un centro comercial, estacionamientos y un conjunto de multicines empotrados bajo la plaza. El hotel se programaría para una segunda etapa. Sin embargo, con la construcción de un hotel 5 estrellas frente a Larcomar por la cadena transnacional norteamericana Marriott, pareciera que el complejo hotelero en Larcomar ha visto su construcción postergada por aún más tiempo.

Primera etapa de Larcomar, cuando el hotel Marriot estaba aún en construcción. Compárese con la primera foto de este post, en la que se puede apreciar la ampliación del año 2006.
Foto cortesía A/mbiente.


Recientemente, se llevó a cabo una segunda etapa del proyecto que incluye la ampliación de su área comercial, un local para la exhibición de parte de la Colección del Museo Oro del Perú y un gimnasio.

EL NIVEL DEL PARQUE.

El remodelado parque Salazar es una plataforma verde ubicada sobre la losa de los estacionamientos subterráneos, en uno de cuyos extremos se aloja una fuente de agua. Uno de los aciertos de Figari es convertir este espacio en un gran balcón sobre el mar, sin optar por alguna definición edilicia del espacio. "Desde el comienzo he tenido una presión muy fuerte de que más bien hiciéramos grandes despliegues, para que Larcomar fuera visible, para que tuvuera fachada" recordaba Figari en una entrevista que le hiciera René Poggione.
Planta de Larcomar, nivel del parque. Imagen cortesía A/mbiente

Vista aérea de Larcomar
Imagen Google Earth


En efecto, en vez de un elemento edilicio que lo delimite, el borde del parque ha sido definido sutilmente por una serie de pérgolas de madera, cuyas formas curvas se extienden hacia el mar, haciendo clara alusión a la vocación del edificio.

Los elementos más llamativos en el parque son sin duda las tres chimeneas escultóricas o ductos de ventilación del estacionamiento, recubiertas de vidrio azulado, cuya forma de cilindro lenticular ha sido seccionada en diagonal. Vanguardistas para algunos, extraños para otros, lo cierto es que por su forma y textura originales son elementos de referencia importantes en medio de la explanada del parque.

Escultórica chimenea de ventilación Al fondo, las pérgolas.
Foto cortesía de arcampiglio

EL NIVEL DE LA PLAZA.

Tal vez el acierto más importante de Figari es su concepción de el espacio comercial como una plaza que alberga actividades multiuso, una plaza viva, donde la gente puede congregarse a ver un espectáculo o disociarse para compartir un café, donde el paseo y la tertulia son protagonistas importantes. Como sugiere Poggione, una plaza latina, que evoca un mercado, en lugar del mall anglosajón.

La plaza es un espacio alargado, flanqueada en un lado por dos niveles de comercios y abierta por el otro hacia el mar. Sin embargo, no está completamente abierta, ya que otros volúmenes de techos curvos controlan las visuales, y su disposición asimétrica le confiere dinamismo, promoviendo el recorrido peatonal entre la plaza. Ayuda a este dinamismo un elemento cilíndrico ubicado en el centro de la plaza, cuyo imponente exterior es correspondido con un magno espacio en doble altura

Planta de Larcomar, nivel de la plaza. Imagen cortesía A/mbiente

Es precisamente este juego de volúmenes, casi colgando osadamente en el abismo y cuyos techos se proyectan hacia el paisaje marino lo que le da un carácter de ligereza a todo el conjunto.
Para lograr ese alarde estructural, los estacionamientos, ocultos bajo el parte, forman un papel fundamental, ya que funcionan como anclajes, anclando todo el conjunto a la roca y desde donde se descuelga la plaza.


Corte transversal Larcomar. Imagen cortesía A/mbiente

Otro acierto en este carácter festivo de la plaza ha sido la elección de los materiales y colores, rescatando, con las lonas multicolores, el uso de la madera en escaleras y barandas y las terrazas a manera de balcones, la tradición arquitectónica del otrora balneario de Miraflores.

Detalle de los volúmenes volando sobre el acantilado.
Foto C. Zeballos

Departiendo unos traguitos y disfrutando la vista del mar, durante los meses de verano, desde el Café Café.

Los comercios, por su parte han colaborado con el embellecimiento del conjunto invirtiendo en notables proyectos de decoración interior, y multiplicando la experiencia sensorial que ya de por sí el centro comercial ofrece.

Interior de un café.
Foto cortesía de napio


Otro elemento importante son los multicines, no sólo por ser una actividad convertida en un polo de atracción, sino porque, al estar enterrados y empotrados en la roca, ayudan eficazmente en comportamiento estructural del conjunto. Al respecto, Fugari recuerda que en la idea original los cines habían estado en forma de anfiteatro, apoyados en el acantilado, pero al meterlos debajo, el techo de los cines se convirtió en la plaza, un balcón sobre el mar.

Planta de Larcomar, nivel de los cines. Imagen cortesía revista A/mbiente

Presonar aquí para ver un video de Larcomar, arropado en la típica neblina limeña de invierno.


EL LIMA MARRIOTT HOTEL

Proyectado por la firma norteamericana Arquitectónica, dirigida por los arquitectos peruanos Bernardo Fort-Brescia y Laurinda Spear, el Hotel Marriott se ubica e un lote irregular de 5800 m2.
Hotel Marriott y torre de oficinas frente a Larcomar.
Foto C.Zeballos

El proyecto conste en un hotel 5 estrellas, cuya forma convexa incluye 300 habitaciones, áreas de reunión, y un completo club de Salud. Adyacente al hotel hay una torre cóncava de oficinas de 48,000 m2 de área construida, además de un estacionamiento subterráneo de 5 niveles.

Hotel Marriott y Larcomar desde el mar.
Foto cortesía Lima Hotel Marriott

A fin de ofrecer vistas del océano a los huéspedes la fachada del hotel se curva hacia el océano, colocando allí las habitaciones mientras que los ascensores, escaleras y áreas de servicio se ubican en la parte posterior. Las esquinas agudas vidriadas permiten gozar de las visuales desde el interior y a la vez su forma aserruchada da la apariencia de que ambas torres han sido sesgadas.

Hotel Marriot desde el segundo nivel de comercios en Larcomar. Nótese la esquina aserruchada de la torre.
Foto cortesía de Hazelbre


La textura de la fachada, combinando vidrio verde y estuco veneciano en tonos plata, gris y arena evoca una mampostería prehispánica, tal vez la de las chullpas de Sillustani. En medio de la curva, una gran ventana se adentra conformando la idea de un gran pórtico hacia el océano. A fin de dar unidad, la otra torre recurre a la misma textura, generando la sensación de dos elementos opuestos complementarios.

Detalle de la fachada del Hotel Marriott.
Foto cortesía de soleador.


A casi 10 años de la inauguración de Larcomar y aún con la energía como para renovarse, como hizo recientemente, este complejo se ha consolidado como un lugar icónico en la imagen del distrito y de la ciudad, no sólo por las actividades que congrega, sino también por su particular diseño y concepción de cara al paisaje.

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ARQUITECTURA FRENTE AL MAR/
SEAFRONT ARCHITECTURE


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ARQUITECTURA COMERCIAL
Junto a mi hermano Mauricio y su esposa Laura en la zona ampliada de Larcomar