Junto a los trabajos de arquitectura comercial de los maestros japoneses que hemos revisado en la anterior entrega, presentamos ahora la obra de Renzo Piano en Ginza. Recomiendo utilizar el mapa interactivo de este blog para tener una mejor idea de la densidad e interacción de estos proyectos en el espacio urbano.
Edificio Hermes muy próximo al edificio Sony. Al fondo, nótese el prisma rosado del edificio de Toyo Ito para Mikimoto Ginza 2.
RENZO PIANO MAISON HERMES, 1998-2001
Renzo Piano, ganador del premio Pritzker en 1998, goza de mucho prestigio en Japón luego de completar su impresionante aeropuerto en Kansai. El reto de Piano en esta oportunidad sería crear un edificio sobrio y elegante pero a la vez innovador, de modo que satisfaría las exigencias de su acaudalado patrón.
La elegante torre diseñada en Tokio por el maestro italiano para el magnate francés Jean Louis Dumas, se encuentra en Ginza, muy cerca a la tienda de Dior de Kumiko Inui y a pocos metros del multicolor edificio de Sony, diseñado por Ashihara Yoshinobu en 1966, con el que comparte una altura similar.
La torre de Maison Hermes, de 15 pisos, conforma un bloque estrecho y delgado de 11 m hacia Harumi Dori, la calle principal, y de 45 m de largo hacia una calle secundaria. Este edificio, de un área de 6,000 m2, contiene tiendas, talleres, áreas multimedia, oficinas, áreas de exhibición y una terraza jardín.
El concepto de este edificio fue, según Piano, convertirlo en una especie de "lámpara mágica" inspirada en las lámparas japonesas de papel, y para ello recubrió la fachada, de 45 m de alto, de una trama de 13,000 bloques de vidrio translúcidos, de 42.8 x 42.8 x 12 cm, especialmente fabricados para esta ocasión por la empresa Seves.
Es notable cómo esta gran pantalla de vidrio puede asemejarse al comportamiento de las pantallas de papel japonés. Durante el día, sombras y matices pueden percibirse a través de ellas, de noche la luz interior se dispersa suavemente a través de sendas superficies, aunque en el caso del vidrio, deben añadirse los reflejos de múltiples neones vecinos.
Hacia Harumi Dori se encuentra el ingreso principal, donde la piel de bloques de vidrio se recoge para mostrar un ingreso cubierto de vidrio transparente.
Hacia la calle menor, por el contrario, la fachada de vidrio-block llega hasta el piso, y a nivel peatonal, esta trama de bloques translúcidos se ve salpicada por cuadrados de vidrio transparente, mostrando algunos de los productos de Hermes, de una manera casi casual y elegante.
Hacia este lado la gran piel se segmenta en dos partes. Precisamente en esa ruptura se ubica un elemento escultórico metálico móvil, que jerarquiza este ingreso secundario.
Esta pantalla de vidrio asemeja una piel, ligeramente separada del edificio mediante una estructura metálica que sobresale de las losas de concreto en cada piso. Al interior de la piel hay también una estructura metálica que sostiene los bloques de vidrio y que les da flexibilidad en caso de sismos, comportándose como un esqueleto con juntas móviles que permite un controlado desplazamiento y deformación del muro, evitando el colapso de los bloques de vidrio. Los bloques han sido especialmente diseñados para ocultar esta junta metálica interior.
Un detalle interesante ocurre en la esquina, ya que para dar continuidad al efecto de la piel, se crearon bloques curvos especiales.
La piel también tiene un efecto acústico, proveyendo al interior de un aislamiento ante el frenético ruido de la calle frente al edificio.
Recomiendo comparar la idea de muro de vidrio cortina con la del Centro Nacional de Arte de Kisho Kurokawa, así como el concepto de piel translúcida en una tienda de modas, explorada también por SANAA (Kazujo Sejima y Ryue Nishizawa) para Dior Omotesando. Asimismo, la relación entre vidrio y estructura es comparable entre la propuesta de Renzo Piano para Maison Hermes con el proyecto de Herzog y De Meuron para Prada, que publicaremos en el próximo post.
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- COMERCIO.
Que estructura tan hermosa.. Me encanta.
ResponderBorrarManuel