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Hacia el norte se goza de magníficas vistas del mar Adriático, bañando las costas de Rimini. Son estas cualidades geográficas las que dan a Verucchio su nombre, que deviene "verrucula" en latín significa "pequeña verruga", una metáfora que contrasta la forma del promontorio con la planicie que lo rodea: la "tierra de Roma" o Romania, que luego fue Romaña.
Si bien esta es una ciudad medieval, se han encontrado restos de asentamientos humanos pre-romanos del siglo X al VII a.C. que evidencian un rol importante de Verucchio en la Edad de Hierro como un punto de encuentro entre las culturas adriáticas, el Oriente y Europa Central.
Verucchio es un típico burgo medieval, cuyas calles se disponen orgánicamente amoldándose a la topografía y desembocan una plaza alargada, llamada Piazza Malatesta. A un costado, se ubica el palacio municipal, una obra neoclásica hecha en 1895 en reemplazo de una antigua estructura. La arquería en el primer nivel permite ampliar el espacio de la plaza, a la vez que ofrece protección contra el extremo calor y la lluvia.
Destacan también algunas estructuras religiosas, como la Iglesia del Sufragio y la neoclásica Collegiata (1864-74), ambas enfrentándose perpendicularmente, y vinculándose espacialmente a través de sendos atrios.
Sin embargo, el hito principal de la ciudad es la Fortaleza Malatesta, también llamada "Fortaleza de la roca". Por su estructura, materiales, morfología y color, el bastión parece ser una extensión del peñón que la soporta.
Entre los siglos XII y XVI esta fortaleza románica se desarrolló como el bastión de los Malatesta, una infame familia de condottieri (mercenarios) que ejerció el control de la provincia Emilia Romagna. El propio Dante Alighieri, en su celebérrima obra Divina Comedia, grafica en uno de los infiernos con el caso de Giacionto Malatesta, quien dio muerte a su esposa Francesca y su amante Paolo, a quienes encontró in-fraganti (por supuesto, en la versión de Dante los castigados en el infierno son los amantes, no el asesino).
El conjunto, construido en el siglo XV sobre los restos de una fortaleza del siglo XIII, se compone de una serie de habitaciones dispuestas en torno a un espacio oblongo, presidido por una torre de vigilancia.
Destaca también el Gran Salón, que guarda el árbol genealógico de los Malatesta. Es una habitación de planta rectangular, coronada por un techo de vigas de madera.
Este bastión fue inexpugnable durante siglos, al punto de que sólo pudo ser conquistado en 1462 por Federico Montefeltro, usando un ardid similar al Caballo de Troya.
Pero, amén de las características arquitectónicas de sus edificios, lo que mas me impresionó de Verucchio fue la forma como todos los diferentes componentes de este burgo se articulan armónicamente, a pesar de provenir de diferentes épocas y pertenecer a diferentes estilos.
Contribuyen a esa armonía el diálogo entre los materiales -ladrillo, piedra, tejas- los elementos construidos y los espacios abiertos, hábilmente dispuestos para dejar entrever vistas del paisaje circundante (hemos visto un caso similar en la ciudad de Siena).
Lo construido y lo vacío se intercalan por momentos para permitir la permeabilidad entre el paisaje y el espacio urbano.
Este delicado balance es a la vez topológico, es decir, que permite fomentar las relaciones entre los distintos componentes de un lugar, y topofílico, es decir, que expresa los íntimos lazos entre los habitantes y el ambiente.
Tal vez el lector se preguntará "todo esto es muy bello, bucólico, para los ojos de un turista, pero debe ser difícil vivir aquí, lejos de los servicios y comodidades de la vida moderna." Sin embargo el equilibrio armónico no es sólo estético sino económico y productivo. El viejo pueblo de Verucchio se apoya en el nuevo pueblo, que concentra la mayoría de servicios y edificios contemporáneos.
Los planificadores han tenido el buen criterio de no asfixiar a la ciudad con un crecimiento moderno, si no plantear dos asentamientos rodeados por un área rural, evitando convertir a la ciudad vieja en un museo momificado, sino crear una ciudad policéntrica que complemente los aspectos culturales, históricos, económicos y productivos del territorio.
VER TAMBIÉN- CIUDADES MEDIEVALES EUROPEAS.
Verucchio es un pequeño pueblo medieval encaramado en un risco ubicado en la provincia Emilia Romaña, y es una muestra de la habilidad de los italianos para modelar el paisaje. La fortaleza Malatestiana y el pueblo que la rodea están tan arraigados a la formación rocosa de la cual la emergen, como arraigado está el territorio en la psique de sus habitantes. Uno se explica por qué en italiano la palabra paese (comarca) comparte la misma raíz con la palabra paesaggio (paisaje).
Castello di Verucchio. Foto cortesía de Maurizz.
Verucchio es un pueblo medieval que se yergue sobre un peñasco de 330 m de altitud, dominando una llanura agrícola surcada por el río Marecchia (curioso el nombre del río, que significa "pequeño mar" y que da cuenta de su importancia para la navegación). Desde allí hacia el sudeste, es posible ver las torres de San Marino, el país más pequeño y la república más antigua del mundo, y que se encuentra a apenas 12 km de Verucchio.
Hacia el norte se goza de magníficas vistas del mar Adriático, bañando las costas de Rimini. Son estas cualidades geográficas las que dan a Verucchio su nombre, que deviene "verrucula" en latín significa "pequeña verruga", una metáfora que contrasta la forma del promontorio con la planicie que lo rodea: la "tierra de Roma" o Romania, que luego fue Romaña.
Si bien esta es una ciudad medieval, se han encontrado restos de asentamientos humanos pre-romanos del siglo X al VII a.C. que evidencian un rol importante de Verucchio en la Edad de Hierro como un punto de encuentro entre las culturas adriáticas, el Oriente y Europa Central.
Verucchio es un típico burgo medieval, cuyas calles se disponen orgánicamente amoldándose a la topografía y desembocan una plaza alargada, llamada Piazza Malatesta. A un costado, se ubica el palacio municipal, una obra neoclásica hecha en 1895 en reemplazo de una antigua estructura. La arquería en el primer nivel permite ampliar el espacio de la plaza, a la vez que ofrece protección contra el extremo calor y la lluvia.
Destacan también algunas estructuras religiosas, como la Iglesia del Sufragio y la neoclásica Collegiata (1864-74), ambas enfrentándose perpendicularmente, y vinculándose espacialmente a través de sendos atrios.
Sin embargo, el hito principal de la ciudad es la Fortaleza Malatesta, también llamada "Fortaleza de la roca". Por su estructura, materiales, morfología y color, el bastión parece ser una extensión del peñón que la soporta.
Entre los siglos XII y XVI esta fortaleza románica se desarrolló como el bastión de los Malatesta, una infame familia de condottieri (mercenarios) que ejerció el control de la provincia Emilia Romagna. El propio Dante Alighieri, en su celebérrima obra Divina Comedia, grafica en uno de los infiernos con el caso de Giacionto Malatesta, quien dio muerte a su esposa Francesca y su amante Paolo, a quienes encontró in-fraganti (por supuesto, en la versión de Dante los castigados en el infierno son los amantes, no el asesino).
La Rocca Malatesta. Foto cortesía de Riviera di Rimini.
El conjunto, construido en el siglo XV sobre los restos de una fortaleza del siglo XIII, se compone de una serie de habitaciones dispuestas en torno a un espacio oblongo, presidido por una torre de vigilancia.
Destaca también el Gran Salón, que guarda el árbol genealógico de los Malatesta. Es una habitación de planta rectangular, coronada por un techo de vigas de madera.
Este bastión fue inexpugnable durante siglos, al punto de que sólo pudo ser conquistado en 1462 por Federico Montefeltro, usando un ardid similar al Caballo de Troya.
Federico Montefeltro es este señor que Piero de la Francesca retrató como una de las obras emblemáticas de la pintura Renacentista (1465-66). La particular forma de su nariz se debe a que, luego de perder un ojo en un torneo, se hizo "operar" la nariz para ampliar su rango de visión. El otro lado de la cara estaba horriblemente deformada.
Pero, amén de las características arquitectónicas de sus edificios, lo que mas me impresionó de Verucchio fue la forma como todos los diferentes componentes de este burgo se articulan armónicamente, a pesar de provenir de diferentes épocas y pertenecer a diferentes estilos.
Contribuyen a esa armonía el diálogo entre los materiales -ladrillo, piedra, tejas- los elementos construidos y los espacios abiertos, hábilmente dispuestos para dejar entrever vistas del paisaje circundante (hemos visto un caso similar en la ciudad de Siena).
Lo construido y lo vacío se intercalan por momentos para permitir la permeabilidad entre el paisaje y el espacio urbano.
Este delicado balance es a la vez topológico, es decir, que permite fomentar las relaciones entre los distintos componentes de un lugar, y topofílico, es decir, que expresa los íntimos lazos entre los habitantes y el ambiente.
Tal vez el lector se preguntará "todo esto es muy bello, bucólico, para los ojos de un turista, pero debe ser difícil vivir aquí, lejos de los servicios y comodidades de la vida moderna." Sin embargo el equilibrio armónico no es sólo estético sino económico y productivo. El viejo pueblo de Verucchio se apoya en el nuevo pueblo, que concentra la mayoría de servicios y edificios contemporáneos.
Los planificadores han tenido el buen criterio de no asfixiar a la ciudad con un crecimiento moderno, si no plantear dos asentamientos rodeados por un área rural, evitando convertir a la ciudad vieja en un museo momificado, sino crear una ciudad policéntrica que complemente los aspectos culturales, históricos, económicos y productivos del territorio.
"¿Cómo se hace un buen paisaje? Confieso no saberlo. ¿Cómo hicieron el paisaje de las colinas italianas, sembradas y boscosas al mismo tiempo? ¿Cómo le pusieron torres en las crestas y sembradíos en las laderas, pueblos en las pendientes mayores y áreas protegidas en los bordes de ríos y arroyos, en los bosques altos, en las cimas de las montañas?
El tema crucial es que este paisaje no es natural. Es absolutamente fatto dalla mano degli uomini [hecho por la mano de los hombres], como decía la marca que acuñó Italia hace años."Rubén Pesci, Ambitectura
Verucchio. Acuarela de Carlos O. Zeballos Barrios.
VER TAMBIÉN- CIUDADES MEDIEVALES EUROPEAS.
- Siena, Italia
- Gerona, España
- Monte Saint-Michel, Francia
- Norwich, Inglaterra
- Óbidos, Portugal.
- Pisa, Italia
- La Alhambra, Granada (1238)
- Fortaleza de Jaisalmer, India
- Fortaleza de Masada, Israel (37-31 a.C.)
- Fortaleza Mehrangarh, India.
- Pingyao, China
- Qusair Amra, castillo en el desierto, Jordania.
Cari Caroline, Remo e Auro. Grazie a voi ho potuto conoscere questo posto meraviglioso. Tanti auguri!
Excelente narracion, viajo contigo sobre tus palabras y tus fotos, gracias de nuevo...!
ResponderBorrarBuenas tardes Carlos.
ResponderBorrarQue gozada de villa.
¡Feliz año 2012!
Tanti auguri
Muchas gracias amigos, un feliz año para Uds.
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