02 junio, 2009

UNA MIRADA A ÓBIDOS, PORTUGAL


La villa portuguesa de Óbidos es un fino ejemplo de ciudad fortificada con reminiscencias mozárabes, románicas y góticas. Cercana al río Arnóia y la laguna de Óbidos, está rodeada de un paisaje matizado por campos de cultivo y viñedos que revisten las suaves colinas que se extienden hasta el Atlántico. Sus calles adoquinadas definidas por casitas blancas techadas de tejas y salpicadas de buganvilias, se encuentran en todo momento resguardadas por la imponente muralla que las rodea, permitiendo al visitante remontarse a través de siglos de historia.


ORÍGENES

La historia de esta comarca se remonta a la época romana, donde un asentamiento ubicado en el valle en las proximidades del pueblo actual habría sido Eburobrittium, citado por el escritor romano Plinio el Viejo.


Posteriormente, en el siglo V, tras la caída de los romanos, la ciudad se trasladaría a la colina donde se ubica actualmente, ya que tenía mejores condiciones de seguridad. De allí le vendría el nombre Óbidos, que es una deformación del latín “oppidum”, que significa “ciudad fortificada”.


Sin embargo, fueron los moros quienes en el año 713, ocuparon y fortificaron el pueblo, amurallándolo. En este moleskine hemos visto casos similares de fortificaciones moras ubicadas en colinas, como la Alhambra, en Granada.
La ciudad sería retomada en 1148 por Alfonso I, el primer rey de Portugal, culminando el proceso de reconquista de ese reino.


En 1210, Alfonso II regaló esta villa a su esposa, doña Urraca de Borgoña (un nombre bastante común en la edad media pero que ha caído en desuso por obvias razones). Esa tradición se repitió hasta el siglo XIX, para dicha de muchas soberanas que recibían tan primorosa villa como regalo de bodas, por lo que Óbidos también se conoce como “la Villa de las Reinas”.



PATRÓN URBANO

Óbidos es un ejemplo muy bien preservado de burgo o ciudad fortificada medieval. A diferencia de otros casos, en que las villas que rodeaban los burgos terminaban incorporándose a éstos y con el tiempo sus murallas eran derribadas, en el caso de Óbidos el pueblo no creció lo suficiente como para que la presión urbana destruyera su configuración original.


Se trata de un perímetro oblongo, más largo que ancho, de forma trapezoidal y que culmina en una punta hacia el sur, donde se encuentra la Porta da Vila, la puerta de acceso principal.


La muralla que lo circunda es relativamente estrecha, más que, por ejemplo, las murallas de York en Inglaterra y mucho más que las murallas chinas en ciudades como Pingyao. Pero, como bien apunta Spiro Kostof en su libro The City Assembled, a pesar de su apariencia ligera y delgada, la construcción de las murallas suponía un enorme esfuerzo, tanto en la preparación del terreno, el acarreo de materiales y la construcción en sí.


La muralla está coronada por almenas rectangulares, que permitían a los soldados esconderse, y una serie de atalayas o torreones de observación, típicamente dispuestos en las esquinas, donde las paredes podrían haber sido más vulnerables (a propósito, atalaya viene del árabe attalayi que significa centinelas).


El patrón urbano, condicionado por el relieve topográfico y la forma oblonga del burgo, es relativamente claro, organizado a lo largo de calles que discurren longitudinalmente, con algunas calles menores que se entrecruzan más orgánicamente de forma transversal y que salvan las diferencias topográficas. En la congruencia de ambas calles se hallan algunas de las iglesias, atrios y pequeños espacios públicos.

Iglesia de San Pedro
Iglesia del Señor Jesús de la Piedra, en las afueras de Óbidos

El espacio urbano más importante, la Plaza de Santa María, se encuentra tangencial a la calle Direita, por lo que la secuencia espacial carece de un punto focal, sino es más bien una experiencia sorpresiva encontrar la plaza dominada por la Iglesia de Santa María.


ARQUITECTURA

La Porta da Vila.
La entrada principal al burgo no se encuentra alineada con la calle Direita, la calle principal. Este detalle también lo he observado en otras fortificaciones en Europa y Asia, a fin de amengua rla fuerza de un posible embate (Véase, por ejemplo, el caso de Jaisalmer en la India). La puerta está decorada con cerámicas del siglo XVIII.

Decoración de la puerta de ingreso. Foto cortesía de myobb

El Castillo de Óbidos.
Este soberbio castillo medieval está construido sobre la base de un edifico moro y remodelado en estilo Manuelino, un estilo gótico tardío portugués de principios del siglo XVI iniciado durante el reinado de Manuel I, caracterizado por su porte imponente, sus paredes desnudas y ornamentación concentrada en elementos estructurales. Fue restaurado tras el terremoto de 1755 y actualmente funciona como una lujosa posada.

Frente al castillo, han recreado una villa medieval donde se llevan a cabo eventos públicos.

Iglesia de Santa María.
Originalmente erigida en estilo gótico y luego remodelada en lenguaje renacentista. Su exterior es austero, su fachada está armónicamente compuesta por tres cuerpos que van ganando altura y que guían al ojo en diagonal: la nave lateral, el cuerpo central y la torre del campanario, coronada con un pináculo. Su interior es visualmente muy atractivo, totalmente cubierto en azulejos del siglo XVII.

Fachada de la Iglesia de Santa María. Foto cortesía de Coussier
Detalle de la fachada.
Interior de la iglesia.

PECSRL 2008


En agosto del 2008 se realizó en Lisboa y Óbidos la 23ra sesión de la PECSRL (Permanent European Conference for the Study of the Rural Landscape), con el tema “Paisajes, identidades y desarrollo”. La temática fue muy variada, abarcando desde arquitectura paisajista hasta historia y lenguaje, demostrando la vigencia y verstilidad que el término “paisaje” ha adquirido en nuestros días. Fue también muy extensa, contando con participantes de toda Europa y, por primera vez, con algunos casos de Latinoamérica y uno de Asia. Sobre paisaje rural y arquitectura, algunas reflexiones interesantes en el blog de Stepien y Barno.

El siguiente vídeo muestra más fotografías de la ciudad de Óbidos.



VER TAMBIEN
FORTALEZAS Y MURALLAS
Junto al Prof. Junzo Uchiyama durante PECSRL

7 comentarios:

Ana dijo...

Entrada muy interesante sobre un lugar precioso que vale la pena conocer... como una gran parte de Portugal.
Enhorabuena por tu blog. Hace tiempo que lo tengo enlazado. Saludos

Carlos Zeballos dijo...

Muchas gracias Ana. Encontré muchas semejanzas y diferencias entre la arquitectura tradicional portuguesa y la española, pero en ambas me fascinó su diálogo con el paisaje.
Felicidades también por tu blog, a mí me gusta mucho la historia.
Un cordial saludo

xGaztelu dijo...

Ya disculparás que mi comentario no tenga nada que ver con la entrada sobre Óbidos, pero buscando información sobre arquitectura en Japón –este verano quizá vaya para allá- he descubierto MI (tu) MOLESKINE ARQUITECTÓNICO y me ha parecido sensacional: enhorabuena. Si acabo yendo, desde luego serás una referencia importante.

xG

Anónimo dijo...

Muchas gracias xGaztelu.
Gracias a uds. es nuestro moleskine.
Si llegas a ir por Japon no dejes de avisarme
Un abrazo
Carlos

stepienybarno dijo...

Hola Carlos
Como siempre felicitarte por la excelente publicación digital que tienes. Quizás no haya otra tan completa a nivel de análisis de arquitectura, por lo menos de lo que nosotros conocemos es sin duda una de las serias y completas. Gracias por enlazarnos, y nos alegra que te pareciera interesante nuestra entrada. Un afectuoso saludo de Agnieszka y Lorenzo.

Carlos Zeballos dijo...

Es un placer, me gusta mucho su blog también.
Un abrazo

Invertir en oro dijo...

Hola amigo, he leido tu blog y me parece muy bueno, todas estas arquitecturas son geniales y profesionales, gracias por el aporte.
Inversiones en petroleo