17 diciembre, 2007

JAISALMER, LA CIUDAD DORADA. INDIA


Jaisalmer es una ciudad casi mágica, legendaria, nacida del polvo del desierto de Thar en Rajasthan, al noroeste de la India, cerca a la frontera con Pakistán. Es uno de aquellos lugares en los que pareciera haberse congelado el tiempo o, más aún, que fuera extraído de la fascinante imaginación de un cuento de hadas.

Fuerte de Jaisalmer sobre la colina de Trikuta. Foto cortesía de Jivz.

La imponente masa de la fortaleza de Jaisalmer, labrada en piedra arenisca de color de la piel de león, adquiere tonalidades áuricas al atardecer, habiéndose ganado la reputación de Ciudad Dorada.

Detalle de un balcón al atardecer. Foto cortesía de morgana

Pero más allá de la majestuosidad de sus baluartes o la poética secuencia de callecitas que conforman su entreverada trama orgánica, la arquitectura de Jaisalmer es considerada una obra maestra de la adaptación al clima agreste del desierto, a su tórrido calor en verano, a las frías noches de invierno y a las embestidas de las tormentas de arena, que replicaran los ataques de tribus cercanas. Es además una muestra de cómo pueden convivir armónicamente edificios de estilo tan disímil como el palacio, los havelis y los templos jainas.

Muchas de estas antiguas casas han sido transformadas en hoteles. Foto C. Zeballos

¿CÓMO SURGIÓ JAISALMER?

Jaisalmer, que significa "El Fuerte de la Colina de Jaisal" en homenaje a su fundador Rawal Jaisal, es la capital de los Bhati, tribus guerreras del desierto. La ciudad, fundada en 1156 sobre la colina Trikuta y muy cerca al lago Gadi Sadar, se desarrolló gracias a su ubicación estratégica en la ruta de comercio de especias. Aprovechando la colina, las paredes del fuerte se elevan hasta más de 35 m de altura, y se extienden a lo largo de 460 m de largo por 230 m de ancho y son defendidas por 99 torreones.

Ubicación de Jaisalmer cerca al lago Gadi Sadar. Imagen Google Earth.

A pesar de haber sido saqueada por tribus en el siglo XIII la ciudad se reconstruyó y más adelante, en el siglo XVII logró establecer buenas relaciones con los mogoles. Más tarde, durante la dominación inglesa Jaisalmer fue reconocido como principado.
Sin embargo, dado que su economía se basaba en el comercio de caravanas de camellos, el desarrollo portuario de Mumbai (antes Bombay) motivó el declive de la ciudad y para 1970 Jaisalmer era una ciudad abandonada. Hoy sin embargo, ha resurgido gracias al turismo, dado que además de su arquitectura es un lugar privilegiado para realizar safaris en camello.

Camello al atardecer en Jaisalmer. Foto cortesía de Divs Sejpal

EL PALACIO

Ubicado en el corazón del pueblo y tras atravesar varios portones se encuentra un impresionante palacio-fortaleza (curiosamente los portones no se ubican frontales a la calle, que tiene pendiente, si no que por lo general se ubican perpendiculares a ésta. Este recurso servía para disminuir la potencia del embate de los elefantes enemigos ante un posible ataque).

El acceso curvo tenía carácter defensivo. Las esferas de piedra ubicadas en la terraza servían para aplastar a los invasores.
Foto C. Zeballos.

Las habitaciones de este coloso de 7 pisos, se organizan mediante corredores y patios, que permiten la iluminación y ventilación.

Uno de los chowks o patios de la fortaleza. Foto C. Zeballos

Las ventanas, de curiosos aleros curvos, arcos lobulados y finas celosías talladas, ofrecen intimidad a las féminas que acompañaban al señor del palacio y al mismo tiempo ofrecen ventilación cruzada para refrescar los ambientes.

Exterior e interior de las ventanas talladas, que cumplen un rol estético y de control climático.
Fotos C. Zeballos.

A las cuidadosamente planificadas estrategias defensivas, se complementan el lujo y fastuosidad del interior del palacio. A las finas sedas y cortinajes se añaden frescos, esculturas y mobiliario de gran calidad. Cuando se iniciara el comercio con Europa, los rajás o señores de Jaisalmer se dieron el lujo de incluir mosaicos traídos de Holanda.

Detalles del interior del palacio, tanto de las zonas sociales como de los aposentos de los señores y sus concubinas.
Fotos C. Zeballos.


LOS HAVELIS

Haveli es un término que se utiliza para designar una residencia privada, y en el caso de Jaisalmer se refieren a mansiones pertenecientes a comerciantes pudientes. La mayoría se construyó entre 1800 y 1930.

Impresionante fachada de los havelis, viviendas de ricos mercaderes. Foto C. Zeballos.

La distribución de las viviendas se organiza en torno a un patio a cielo abierto en el corazón de la vivienda, el cual, a manera de un embudo, induce la extracción del aire caliente, el que por convección asciende ventilando la casa.
En el piso inferior se encuentran la cocina, baño, lavatorio y las habitaciones, las que se iban luego apilando en varios pisos al rededor del patio, a los que se accedía por una escalera.
Algunos havelis fueron construidos sobre un sótano, lo que permitió un aislamiento térmico en el tórrido verano y una protección en invierno.
Hacia la calle, los havelis mostraban la opulencia de sus dueños, mediante balcones labrados finamente en arenisca amarilla.

Detalle de la fachada de los havelis. Foto cortesía de Travayegur

Planta y sección típica de un haveli.
Imagen cortesía de Satish Grover publicada en Masterpieces of Traditional Indian Architecture.


LOS TEMPLOS JAINAS

Si bien tanto el palacio como los havelis presentan un estilo parecido al islámico por la influencia de los Mogoles (quienes construyeron, entre otras cosas, el Taj Mahal), los templos Jainas han sido hechos siguiendo un estilo mucho más profuso, más cercano a la arquitectuta hindú. No obstante su integración al contexto urbano es notable, ya sea por el material, color, textura y escala.

Fachada de los templos Jaina, generalmente introvertidos, sin ventanas al exterior.
Foto C. Zeballos


El jainismo es una religión en la India cuyo origen se remonta 6 siglos antes de Cristo. Aunque su arquitectura es similar, el jainismo surgió como una reacción al sistema de castas propuesto por el hinduísmo. Los jainas creen que la liberación se obtiene al lograr la pureza del alma, para lo cual es necesario despojarse de elementos materiales y acciones negativas. A pesar de que sus seguidores conforman sólo el 0.4% de la población india, las doctrinas jainistas como el ayuno, meditación, simplicidad, vegetarianismo, la negación de un sistema de castas y la no-violencia fueron aspectos muy importantes adoptados por Mahatma Gandhi y por consiguiente trascendentales en la independencia de la India.

Las cubiertas tienen forma de cúpulas ojivales de planta circular.
Foto C. Zeballos

El templo jainista más importante se encuentra en Ranakpur, aunque los templos en Jaisalmer no se quedan atrás dada la extraordinaria calidad de sus tallados.

Detalle del pórtico de ingreso al templo. La meticulosidad del tallado en piedra es tal que le otorga al conjunto una sensación de ligereza. Foto C. Zeballos.

Estos templos datan entre los siglos XII y XVI, son dedicados a las deidades Rikhabdevji and Sambhavnathji. Tanto las paredes como las columnas se encuentran plenas de representaciones de la mitología jainista, particularmente las flores de loto y los ángeles apsárases, de los que ya comentamos en el artículo sobre Angkor Wat.


Además, me llamó mucho la atención encontrar cientos de representaciones del Señor Mahavira, cuya imagen sentada en posición de loto, asemeja mucho las imágenes de Buda en el sudeste asiático.


La estructura espacial de los templos jaina consiste en una galería de forma rectangular, a la cual se accede por una serie de escalinatas cubiertas. Las galerías se organizan en torno a un patio, en cuyo centro se ubica el área más sacra del templo.


La cúpulas de los templos Jaina son ojivales, pero a diferencia de Angkor Wat o Ayutthaya, que encierran espacios muy pequeños, las cúpulas definen espacios importantes, a veces de doble altura, que evocan una sensación espacial majestuosa, subrayada por la riqueza de los labrados interiores de piedra.

La doble altura del espacio circular remata en una cúpula ojival profusamente labrada.
Fotos C. Zeballos


La belleza, magnificencia y poesía de este pueblo labrado en medio del desierto, su fascinante historia y su eficaz técnica utilizada para el control del clima lo han hecho destino interesante para estudiantes de arquitectura, historiadores, turistas y aventureros. El boom turístico, si bien ha revitalizado económicamente esta zona es también un factor de deterioro, ya que a falta de instalaciones de agua y desagüe adecuadas, las filtraciones vienen destruyendo rápidamente estructuras que habían sobrevivido siglos. Por este motivo, la UNESCO ha declarado este patrimonio de la humanidad en la lista de monumentos en riesgo. Es importante tomar acciones para su preservación.

Importante aviso antes de entrar a los templos Jaina: "La entrada a damas durante su periodo menstrual es estrictamente prohibida. Se les solicita mantener la santidad de los templos". No se preocupen chicas, con el tiempo sacarán toallas higiénicas santificadas.

Presionar aquí para ver un video sobre la arquitectura en Jaisalmer.



VER TAMBIEN
- ARQUITECTURA ISLAMICA/
ISLAMIC ARCHITECTURE


Muchos monjes jainistas se ganan algunos dólares cobrando a los turistas por ser fotografiados. Yo convencí a este joven monje de fotografiarlo gratis, sin fines de lucro, prometiéndole que algún día pondría su foto en internet. Promesa cumplida.

6 comentarios:

Giancarlo dijo...

¡Y después de dónde salieron los balcones con celosías limeños!
(Y hasta las tapadas, he de recordar)
Menos mal que los hombres limeños nunca nos disfrazamos de monjes budistas, que el naranja me queda muy mal...

(PS: ¡La música del video extraordinaria! Muy buena elección. La secuencia de fotos te quedó redonda)

Carlos Zeballos dijo...

¿Sabes que yo también estaba pensando lo mismo? Aunque más en el sentido de que no hace mucho ambas culturas (la cristiana y la musulmana) no eran tan diferentes. A lo de las "tapadas", tanto a las mujeres que cubrían su rostro como a los balcones que lo hacían con celosías, se añaden los ayunos, las oraciones frecuentes, las grandes donaciones a la religión. Lo único que los limeños no tenían eran harenes... al menos no oficialmente.
Se agradece maestro. La musiquita es simpática y la letra es muy profunda, sobre todo en esa parte que dice TA TUKU TUKU TUKU TAA..
Un abrazo!

Invertir en oro dijo...

Hola me gustaria visitar la india algun dia ya que es un lugar bastante paradisiaco.

Inversiones en petroleo dijo...

Hola amigo, la india es una de mis destinos favoritos realmente aprecio este lugar.

Anónimo dijo...

Hola Carlos, que hermoso blog armaste! super didáctico y ameno. Me encanta la música del video.
Te felicito! saludos desde buenos aires,
Pia Pacheco

Carlos Zeballos dijo...

Muchas gracias Pia. Un cordial saludo.