"Aquél que aprende a contentarse es espiritualmente rico, mientras que el que no aprende a contentarse es espiritualmente pobre aún cuando sea materialmente rico"
Proverbio zen
Proverbio zen
A pesar de su modesta apariencia, o más bien a raíz de ella, el Ryoan ji es el más famoso de los jardines japoneses. Entendido como la quintaescencia de la estética zen, ha sido objeto de numerosas pinturas, poemas, estudios y, por supuesto, es también Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. Y es que, al subsumirse en la quietud de su austero diseño, el visitante puede trascender lo sensorial obteniendo una experiencia espiritual memorable. Probablemente ese fue el motivo por el que fue diseñado. Sin embargo, el Ryoan-ji no sólo se confina al jardín de piedras, como comentaremos en estas líneas. Otros vergeles menos conocidos contribuyen a hacer del Ryoan-ji uno de los jardines más bellos del mundo.
UBICACIÓN
Ryōan-ji (龍安寺) que significa el Templo del Dragón de la Paz, se encuentra al noroeste de Kioto, en las montañas de Nishiyama, relativamente cerca del Pabellón de oro, Kinkaku ji.
BREVE HISTORIA
El templo pertenece a la escuela Myoshinji, de la secta budista Rinzai. Fue construido sobre las ruinas del antiguo templo de Tokudaiji, que fuera erigido en 983 durante el periodo Heian (794-1185). Algunos siglos después, en 1450 el sitio fue adquirido por el comandante Hosokawa Katsumoto (1430-73), quien construyó aquí su residencia y un templo que fuera destruido durante las guerras Onin, que dejaron la mayoría de los edificios de Kioto en cenizas. Fue durante la reconstrucción entre 1488 a 1499 que el famoso jardín de piedras fue construido, ya en el período Muromachi (1333-1573). El templo ardió nuevamente en 1790 y fue reconstruido en 1800, aunque no completamente.
DISTRIBUCIÓN
El templo Ryoan ji se organiza en dos dominios: el más externo que se desarrolla en torno al estanque Kyoyochi; el más privado en donde se encuentran el salón Principal y el Jardín de piedras.
DISTRIBUCIÓN
El templo Ryoan ji se organiza en dos dominios: el más externo que se desarrolla en torno al estanque Kyoyochi; el más privado en donde se encuentran el salón Principal y el Jardín de piedras.
EL ESTANQUE DE LOS PATOS
Al ingresar al templo el visitante se encuentra con un enorme estanque artificial que recuerda a los jardines del periodo Heian, desde los que se solían realizar fiestas en bote. En efecto, el jardín conocido como Kyoyochi (en forma de espejo) fue creado al principio del siglo XI por Fujiwara Saneyoshi y es especialmente bello en otoño.
En medio del estanque hay dos islotes: uno pequeño, llamado Fushitora jima (Isla del Tigre Oculto) y el otro más grande llamado Bentenjima (o isla dedicada a la deidad sintoista Benten, la diosa de la buena suerte) se halla ligada a la caminería circundante mediante un puente.
Este estanque es también popular por su población de patos mandarines, por lo que a veces se le llama Oshidori ike, es decir, el Estanque de los patos.
EL ACCESO
El ingreso a los ambientes interiores del templo se realiza a través de una amplia escalera que conduce al Kuri, es decir las habitaciones de los monjes, y que es el mayor edificio del conjunto. Fue uno de los edificios reconstruidos en 1800.
El ingreso al Kuri tiene un manejo espacial interesante. Una doble altura recibe al visitante, la que luego se convierte en una escala más íntima al aproximarse al jardín.
Foto C. Zeballos
Foto C. Zeballos
LAS HABITACIONES DEL ABAD
El Hondo o residencia del Abad constituye en el edificio más importante del conjunto y desde el cual se contempla al jardín. Está compuesto por varias habitaciones organizadas alrededor de un corredor o pasarela. En el centro del edificio se encuentra un altar, y en los techos se hallan pintados dragones.
Planta del área posterior del Hondo rodeado por una pasarela, mostrando el jardín trasero. En el centro del edificio se encuentra el altar. Imagen cortesía de M. Bring y J. Wayemberg
Interior del Hondo. Flexibilidad espacial, integración interor y exterior, austeridad y minimalismo, modulación geométrica, decoración de los paneles basada en la naturaleza, son algunas de las características de la arquitectura japonesa aplicadas en este templo.
Foto C. Zeballos
Foto C. Zeballos
Desde mi punto de vista, el Hondo tiene una importancia a veces despreciada en la literatura sobre el templo Ryoan ji, ya que es la plataforma desde donde se observa el jardín y el espacio donde se lleva a cabo la meditación. El jardín no es sólo un jardín sino es también lo que significa para el que lo observa, y en esa relación el Hondo cumple un papel fundamental como punto de observación. Generalmente los jardines han sido complementos de la arquitectura, pero en este caso es la arquitectura la que deviene en complemento del jardín.
EL JARDÍN DE PIEDRAS
Estilo
Este celebrado jardín corresponde al estilo kare-sansui, o "paisaje seco de montañas y agua". Este tipo de jardín cuyos primeros ensayos se dieron en eras anteriores al periodo Nara (710-794) y Heian (794-1185), poco a poco fue ganando notoridad y se desarrolló paralelamente al paisajismo clásico de otros jardines japoneses. Pero es en el periodo Muromachi (1336-1573) cuando estos jardines secos adquieren la importancia que perdura hasta hoy.
Emplazamiento y organización
El jardín se ubica frente al salón Hojo, en el extremo sur, como una extensión del salón perteneciente al abad.
Sección del jardín y el Hondo, resantando la integración espacial entre ambos y su complementación como lleno y vacío. Nótese la diferencia de alturas del jardín de piedras con el nivel de ingreso.
Imagen cortesía de M. Bring y J. Wayemberg
Imagen cortesía de M. Bring y J. Wayemberg
El jardín consta de una sábana rectangular de gravilla blanca, finamente rastrillada en francas rectas, de 30 metros de largo por 10 de ancho. Sobre ella que se hallan dispuestas 15 piedras, dispuestas de tal modo que no es posible verlas todas al mismo tiempo, en una referencia a que no es posible conocer la verdad absoluta de algo, excepto mediante la meditación. El número 15 es especialmente importante para el budismo, ya que es la suma de los siete continentes y los ocho océanos, simbolizando la totalidad del mundo.
Planta del jardín de piedras mostrando la plataforma del Hondo.
Imagen cortesía de M. Bring y J. Wayemberg
Imagen cortesía de M. Bring y J. Wayemberg
El jardín se enmarca una pequeña cuneta de piedra la que acoje cascajo gris, más grueso que la gravilla interior. Este sencillo recurso, además de ser un drenaje funcional, establece un límite entre jardín y el área de espectación, en donde lo sacro y lo profano se diluyen.
Las 15 piedras se agrupan 5 islotes cubiertos por el musgo, en grupos de 5, 2, 3, 2 y 3 rocas respectivamente. Al respecto, los investigadores Gert J. van Tonder y Michael J. Lyons han analizado la estructura visual del arreglo de las rocas, sus patrones de agrupamiento, su disposición asimétrica y las distancias entre ellas y han descubierto una estructura de ejes de composición que, aplicada intuitivamente, logra la armonía estética que caracteriza a este jardín.
"En la siguiente imagen las líneas negras son las obtenidas por el algoritmo de Voronoi. El rectángulo azul marca el jardín seco. El rectángulo rojo marca la zona central del templo. El punto rojo es donde convergen todas las ramas que se generan en los vacíos del jardín, y donde se supone que obtenemos la visión más bella. El punto verde es desde donde puedes ver las 15 piedras".
Texto cortesía de kirai, Gert J. van Tonder y Michael J. Lyons.
Texto cortesía de kirai, Gert J. van Tonder y Michael J. Lyons.
El jardín se delimita por un muro de adobe de 1.80 metros, que controla la visual al interior del recinto, lo recarga de horizontalidad y ofrece un balance interesante entre artificialidad y naturaleza. Ha sido hecho con arcilla hervida con aceite, lo que le da muchas resistencia a los cambios climáticos y un poderoso carácter vetusto y tectónico, ya que, al mismo tiempo que da cuenta del paso del tiempo, contrasta y se complementa perfectamente con el rastrillado cotidiano del cascajo blanco. Además, la altura de la pared es ligeramente diferente en sus dos extremos, causando un interesante efecto de perspectiva.
Autor
No se conoce el autor del diseño aunque se especula que podría haber sido Soami (1480?-1525) conjuntamente con Dansen-in. No obstante, Karl Henning sugiere que el jardín habría sido ejecutado por trabajadores de las riberas de los ríos, ya que en la parte posterior de una de las rocas se encontraron las firmas de Kotaro y Hikojiro, probablemente dos trabajadores que participaron en la cosntrucción. El diseño del jardín ha sufrido pequeñas variantes a lo largo de su historia, tanto en sus dimensiones, como en la posibilidad de que sus visitantes caminaran libremente entre las piedras, e incluso en la altura del muro que lo define, el cual era mucho más bajo y permitía ver los árboles del estanque como paisaje prestado.
Simbolismo
Muchas interpretaciones se han versado por innumerables eruditos a través de los años sobre el propósito y significado de este pequeño jardín. Al respecto, el notable estudioso alemán Günter Nitschke menciona:
"La muchas interpretaciones académicas propuestas yerran, en mi opinión, en proveer una explicación satisfactoria acerca de la ubicación de las quince rocas. Me mantengo escéptico en cuanto a si obedecen a "las reglas del balance de un número impar" o alguna "geometría secreta", y no estoy convencido de que el jardín ofrece una vista aérea de un océano simbólico con islas o incluso "cachorros de tigres cruzando el mar". Me parece más apropiado adoptar un enfoque más existencial a Ryoan ji, donde el jardín y sus efectos son simplemente experimentados por sí mismos. Fue, después de todo, creado con la ayuda de monjes Zen para el propósito de la medidación. Su sobrecogedora horizontalidad invita al visitante a sentarse y contemplarlo con placer. De hecho, la palabra "sentarse" y meditación" son sinónimas en japonés."
A un costado de Hondo, casi en la parte posterior, se encuentra un pequeño lavabo de piedra de forma circular y boca cuadrada, llamado Chisoku no tsukubai, en el que desemboca un chorrito de agua que discurre permamentemente a través de un simple tubo de bambú. Alrededor del cuadrado, que representa el carácter chino 口(boca) pueden leerse los caracteres, 吾 唯 知 足.
La frase "吾, 唯足るを知る" significa "aprende a contentarse", en el sentido de la enseñanza Zen de que el conociemiento es suficiente para una satisfacción propia.
Este tsukubai fue un regalo del Tokugawa no Mitsukuni (1628-1701), importante historiador japonés del periodo Edo.
CONCLUSIÓN
Resulta interesante comprobar cómo este pequeño jardín que no tiene plantas, ni estanques de agua, ni siquiera un árbol, y sin embargo logra transmitir sensaciones tan intensas. Es tal vez esa ausencia de elementos, esa sensación de vacío que induce a la meditación la que lo hace tan especial. Es un jardín abstracto, adelantado a su época, aún vigente hoy. La austeridad de su diseño se complementa con otros jardines del templo, enfatizando su carácter como obra maestra del paisajismo.
FUENTES
- A guide to the Gardens of Kyoto. Marc Treib y Ron Herman.
- Gardens in Kyoto. Katsuhiko Mizuno.
- Japanese Gardens. Günter Nitschke
- Japanese Gardens, design and meaning. Mitchell Bring y Josse Wayembergh
- Kyoto, a cultural Guide. John H. y Ohyllis G. Martin.
- Kyoto Gardens. Kinsaku Nakane.
- Oña Moto, blog por Pilar Suguimoto.
- Página web del Templo de Ryoan-ji.
- The Visual and Spatial Structure of Landscapes. Tadahiko Higuchi.
- Un Geek en Japón, blog por Héctor García.
VER TAMBIEN/SEE ALSO:
- JARDINES JAPONESES/JAPANESE GARDENS
* Periodo Heian (794-1185)
- Byodo In
- El Templo de los 1001 Budas. Sanjusangendo
- Fiestas en bote. Osawa no ike, Shinsen en, Kajuji.
* Periodo Muromachi (1333-1573)
* Periodo Edo (1603-1868)
* Periodo Meiji (1868-1912)
Exquisito! Normalmente no me gusta dejar comentarios. Este post es fenomenal informativo absolutamente impresionante mil garacias por darte el trabajo de hacer tanta investigacion e informar a los miseros plebellos.
ResponderBorrarHOLA
ResponderBorrarEL TSUKUBAI, ME TRAE DE LA MEMORIA , LA IMAGEN DE LA CRUZ REPOSANDO EN LA IGLECIA DE LA LUZ DE TADAO ANDO . LAS SUPERFICIES CUBIESTAS CON PELICULAS DE AGUA,EL CONTRASTE DE LO PETREO CON LA NATURALEZA, ETC. Y ESTA ES LA PREGUNTA:
¿SERA QUE EL CONCEPTO DEL SABI (WABI SABI) ES EL MUSGO QUE CUBRE A LAS PIEDRAS EN LA BASE DEL TSUKUBAI.
UN SALUDO.
Jaja, pues inclúyeme también entre los plebeyos...
ResponderBorrarMil gracias a tí Carmen, por leerme y por tomarte el tiempo de comentar, lo cual es sumamente gratificante.
Saludos.
Hola!
ResponderBorrarTu pregunta es interesante. Tanto el wabi (la belleza de las cosas imperfectas, simples, naturales) como el sabi (la pátina que cubre a las cosas con el paso del tiempo) son principios aplicados en general en la arquitectura japonesa, como por ejemplo en las casas de té.
En el Ryoan ji, efectivamente el tsukubai es un buen ejemplo dónde apreciar el wabi sabi, lo es también el muro que delimita el jardín.
Saludos!
yo buscaba una sencilla puerta... y encontré un universo. Gracias por tan sutil compilación de bellisimos espacios.
ResponderBorrarOtra plebeya feliz porque su mirada se ha llenado de imagenes que rozan el alma.
Mil felicitaciones desde este austral y lejano Chile
Sofía, qué bonito comentario. Con tu permiso lo he impreso y colocado al lado de mi escritorio.
ResponderBorrarA pesar de que aún no he publicado sobre arquitectura en Chile (espero hacerlo en compañía de un amigo y profesor chileno), paisajes mentales de crestas nevadas de tu país, de sus mares australes y de la prosa de don Neftalí Reyes están presentes en mi memoria y en este moleskine.
Un gran saludo.
hola,
ResponderBorrarestaba buscando información sobre este jardín y sin duda tu página es la mejor en español. ESpero poder ir algún día a Japón. Enhorabuena! Un saludo,
Nicolás
Gracias Nicolás.
ResponderBorrarSi vienes por aquí avisa,
un saludo
No dejo comentarios en los blogs que visito, pero me ha conmovido positivamente su buen gusto. Este blog es francamente impecable. Bueno buenisimo! Felicitaciones.
ResponderBorrarDario.
Gracias Darío por su deferencia.
ResponderBorrarEs un privilegio para mí que lo que aquí se escribe sea de su agrado.
Un gran saludo
Es un bello jardin y un hermoso lugar me gustaria conocerlo gracias por esta informacion.
ResponderBorrarMe encantaría visitar Japón sobre todo después de ver las exquisitas galerías de fotos tuyas.
ResponderBorrarEfectivamente amigos, a pesar de su relativa simpleza (o quizás debido a ella) este pequeño jardín ofrece una experiencia realmente interesante.
ResponderBorrarUn saludo
tuve la oportunidad de ver este jardín de piedras una vez, realmente impresionante.
ResponderBorrarQue son esas plantas de flores rojas?
ResponderBorrarHola! En realidad no son flores, son las hojas de arce en otoño.
ResponderBorrarSaludos
Simplemente este es uno de los lugares mas impresionantes para vivir , me gustaría tener la oportunidad de comprar una casa con un jardín como este
ResponderBorrarYo me pregunto: ¿Cómo en ocasiones la simpleza se puede convertir en un sinónimo de perfección?
ResponderBorrarSoy estudiante de Arquitectura, justo acabo de terminar el primer semestre... Y cosas como este jardín, o como muchas de las publicaciones dentro de este blog, me hacen enamorarme cada vez un poco más de la Arquitectura así como estoy enamorado del cine...
Gracias. Y saludos desde la Ciudad de México. Atte: Miguel Alvarado
A ti las gracias Miguel. Realmente hay espacios que transmiten espiritualidad y paz más allá de determinada religión. La simpleza y la contundencia es una gran herramienta para ello. En México tienen Uds. muchos ejemplos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Carlos Gracias por tu aporte.
ResponderBorrarNo me lo tomen a mal pero yo tengo la sensación de que en mi otra vida estuve viviendo en ese lugar y claramente puedo recordar que meditaba y que volaba y que incluso morí ahí, fue una vez en televisión que vi por medio de un reportaje que en realidad existía ese lugar, espero tener la oportunidad de visitarlo mas adelante. Muy agradable tu descripción del maravilloso lugar.