La ciudad de Petra, en Jordania, ha sido elegida con justicia una de las 7 maravillas del mundo. Al margen de ese polémico concurso, la UNESCO declaró a Petra Patrimonio Mundial en 1985 y la considera "una de las más preciadas propiedades culturales de la humanidad". Petra es uno de esos pocos lugares en la tierra donde la historia, la arquitectura y el paisaje se combinan de un modo íntegro, íntimo y sobrecogedor.
Petra es un crisol donde los nabateos amalgamaron influencias egipcias, asirias, griegas, romanas y bizantinas y les impusieron su propia interpretación y experiencia de vida en el desierto. Es, junto a Machu Picchu y Angkor Wat, una de las más célebres ciudades perdidas, redescubiertas luego por exploradores foráneos, aunque Petra es mucho más antigua que aquéllas.
Dada la extensión del complejo, con más de 800 monumentos, dividiremos su reseña en dos partes. La presente entrada se enfocará en su entorno paisajístico, en la historia de su desarrollo y su fascinante redescubrimiento, y en los aspectos generales de su ordenamiento urbano. Dejaremos para el siguiente post un estudio de sus principales monumentos arquitectónicos.
EL LUGAR
Petra se halla 200 km al sur de Ammán, en Jordania, entre el Mar Muerto y el golfo de Aqaba, engastada al fondo de un valle seco que orada una extensa y desértica meseta.
Los minerales que componen esta formación geológica revisten a las rocas de espectaculares tonos rosáceos, las que por su poca dureza se hacen susceptibles de ser talladas y esculpidas con relativa facilidad.
SUS HABITANTES.
Los primeros habitantes de la zona datan del Neolítico, alrededor de 7000 a.C., tal como puede apreciarse en la cercana zona de Al-Beidha, uno de los más antiguos asentamientos del Medio Oriente.
La primera conformación como ciudad, aunque todavía sin los impresionantes monumentos que caracterizan Petra, fue durante la Edad de Bronce, alrededor del siglo 13 A.C. Fue llamada Sela, capital del reino de Edom (uno de los descendientes de Esaú), y ubicada probablemente en la montaña Umm al-Biyara. Aparece en la Biblia al ser tomada por Amasías luego de matar a 10,000 edomitas (2 Reyes, 14, 7), aunque lo cierto es que, pese a sus repedidas guerras, los israelitas nunca llegaron a dominarlos.
Siglos después, en el siglo VI a.C., serían los nabateos, una tribu de beduinos árabes, quienes conquistaran y expulsaran a los edomitas de este territorio. De sus inicios se conoce poco, el Génesis los nombra como descendientes de Nebaiot, nieto de Abraham (Gen 25,13). Los nabateos se destacaron por sus habilidades de comerciantes, controlando la ruta de caravanas entre Siria, Arabia y Egipto. Gracias a su rey Aretas III llegaron a expandirse hasta Damasco. Alianzas estratégicas les permitieron acumular gran riqueza, al tiempo que absorbían influencias de las caravanas provenientes de los centros culturales de la época: Egipto, Mesopotamia y Grecia.
Basándose en relaciones diplomáticas lograron mantenerse fuera del dominio romano, hasta que cometieron el error de secundar a los persas en su guerra contra Roma. Como resultado, y ante la derrota persa, los nabateos tuvieron que pagar fuertes impuestos a los romanos, y cuando fallaron en entregarlos, fueron invadidos por las huestes del emperador Trajano en 106 d.C.
A principios del siglo II Petra fue una ciudad de la provincia de Arabia Petrea, pero en el siglo III se convertiría en la capital de la provincia romana de Palestrina Tertia (fueron los romanos los que le dieron ese nombre, que significa "piedra" en latín). El dominio romano supuso un mayor desarrollo urbano y estilístico de Petra , el cual denotó la mezcla de los típicos elementos del urbanismo romano, con algunas características locales nabateas, como colocar los templos en lugares elevados. A menudo, también las deidades romanas se sincretizaban con las locales.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 d.C. Petra se vio bajo la influencia de Bizancio. Si bien esto no supuso un cambio importante en su configuración urbana, sí lo fue en términos religiosos y decorativos, y algunos de los edificios fueron reciclados como templos cristianos bizantinos.
Sin embargo, un cambio de la ruta comercial hacia el Éufrates omitió a Petra, lo que sumado a grandes terremotos en 551, motivó su paulatino deterioro. Luego la ciudad sería ocupada por los cruzados en el siglo XII y eventualmente abandonada y olvidada, siendo conocida únicamente por los beduinos que guardaban celosamente el secreto de su ubicación.
En 1812 un joven explorador suizo, Jean Louis Burckhardt, disfrazado como el Sheik Ibrahim bin Abdullah (un santo varón musulmán) logró engañar a los beduinos locales y descubrió asombrado para el mundo aquella maravillosa ciudad que había permanecido oculta por siglos.
PRINCIPALES ZONAS
La íntima relación del trazado urbano y la arquitectura con el sitio da lugar a muchas zonas diferenciadas, que se van desarrollando en la cambiante conformación topográfica conforme nos adentramos en el valle Wadi Musa.
Preludio.
La primera zona está compuesta por un valle más o menos amplio, de roca arenisca blanquecina, donde pueden encontrarse monumentos funerarios a ambos lados del camino, aunque hay quienes sostienen que estos elementos estaban relacionados con el culto al agua y la fertilidad. Su número ralo y diseminado es sólo un prolegómeno de la magnificencia que se ha de encontrar más adelante.
A ambos lados del valle se hallan hornacinas que debieron haber albergado estatuas de Dushara, el principal dios nabateo.
En efecto, más allá encontramos la imponente figura de una tumba con 4 obeliscos, que presentauna síntesis estilística de varias influencias.
El valle serpentea y se abre antes de ingresar a un cañón estrecho, el llamado Siq.
Siq.
El valle de Wadi Musa, que fue llamado así porque según la tradición fue aquí donde Moisés (o Musa) golpeó la roca con su vara y dio de beber a su pueblo su huída de Egipto (Num. 20, 11), es una extraña configuración rocosa, que no es producto de la erosión de un cauce de agua, sino más bien de una fractura geológica. En algunos puntos de Wadi Musa puede observarse la correspondencia de ambos lados del cañón, lo que da cuenta de la frecuencia de eventos sísmicos en el sitio.
Antes de ingresar, puede verse una represa construida en 1963 sobre la base del dique que construyeron los nabateos en el 50 d.C. para desviar el agua del Wadi Musa y dejar así libre la entrada a la ciudad a lo largo del cañón llamado Siq.
Hasta principios del siglo XX, era posible encontrar aquí un arco monumental que marcaba el ingreso oficial a la ciudad, pórtico de cuyos ornamentos laterales aún pueden encontrarse vestigios tallados en la roca.
El siq es un impresionante cañón de 1.2 km, que llega a ser tan estrecho como 2 m y tan alto como 60 m. El colorido de las paredes rosáceas de esta formación geológica, matizadas con tonos amarillos y grisáceos, muta según la hora del día gracias a la dirección y filtración de la luz.
En el piso pueden hallarse vestigios del pavimento romano, por el que hoy discurren, como ayer, sonoros carruajes a caballo.
A lo largo de sus paredes discurre un canal de agua que transportaba el líquido vital desde una fuente a 10km hasta la sedienta ciudad, y que probablemente haya estado cubierto para controlar la velocidad de su cinética, ya que en algunos lugares se pueden hallar los tubos de terracota que la encauzaban.
Cabe resaltar este relieve de un hombre con su camello, tallados delante del canal.
Por momentos el siq se ensancha y deja ver una tumba adosada a una higuera. A los costados se ubican una serie de tumbas excavadas a modo de pequeñas cuevas.
Luego, el siq se vuelve a estrechar, convirtiéndose casi en una catedral de roca, hasta que de pronto aparece ante la vista el majestuoso espectáculo de la Tesorería. Muchos estudiosos sugieren que el siq habría sido una vía sacra, que habría presenciado varias procesiones religiosas, y que suponía un espacio intermedio entre lo mundano y lo sagrado.
La Tesorería del Faraón.
He tenido pocas experiencias tan dramáticas y sublimes a la vez como encontrarme frente a la Tesorería, luego de haberme adentrado por el estrecho y serpenteante cañón del siq (he aquí otro ejemplo interesante de percepción fenomenológica). De hecho esto no es algo casual, la imponente presencia de esta tumba marca el inicio de la ciudad en sí.
Frente a la Tesorería, llamada así porque se creía que aquí se escondía el tesoro del faraón que persiguió a los israelitas en su huída de Egipto, se ubica un pequeño espacio que funciona como una plaza y que permite admirar mejor el monumento en detalle.
El Wadi Musa vira a la derecha, donde se ubica un Salón Sagrado, y luego a la izquierda, flanqueado por la calle de las fachadas y dejando ver al fondo el teatro.
La Calle de las Fachadas
Cerca de 40 tumbas de distinto tamaño, época y calidad de factura, se hallan dispuestas a los costados de esta cañada, llamada el Siq exterior, reminiscentes de la arquitectura asiria, y a las que se denomina "la Calle de las Fachadas".
La gran Plataforma de los sacrificios
Antes de llegar al teatro, una pequeña escalinata que asciende hacia la montaña Madbah conduce al altar de sacrificios, uno de los mejor conservados de la antigüedad, y que se ubica a una altura de 1000 metros. También llamado Al-Madbah, el altar es precedido por dos obeliscos de 6 m de alto. Lo curioso es que éstos no fueron construidos, sino que se talló toda la roca alrededor de ellos.
El altar, situado en un área previamente aplanada de la montaña, consta de un patio rectangular con bancas a los costados, llamado triclinium, donde los sacerdotes comían juntos luego de ofrecer los sacrificios a los dioses. Posteriormente se ubica el motab o repositorio, un bloque de piedra donde se guardaban las estatuas de los dioses.
Desde aquí, la vista del conjunto es impresionante, y seguramente ofrecía a los sacerdotes una sensación de estar más cerca de lo divino.
Teatro
Con una capacidad para 3000 espectadores, este teatro antecede a la ocupación romana, pes decir, fue hecho por los nabateos.
Sobre él hay una serie de tumbas, algunas de las cuales debieron ser removidas o cortadas para dar espacio al teatro.
Urbanamente, el teatro aprovecha una inflexión del valle y se asienta en una hondonada natural, funcionando además como un pivote visual que recibe al visitante y lo redirecciona hacia la parte central del conjunto.
Tumbas reales.
Frente al teatro se ubica el monte Al-Khutba, que vendría a ser una contraposición al vacío que significa la oquedad del teatro. Aquí se ubican algunos de los más impresionantes monumentos de la ciudad, las llamadas tumbas reales.
Presentando una serie de estilos, destacan la tumba de la Urna, la Tumba de la Seda, La Tumba Corintia y la Tumba del Palacio que, como dijimos, reseñaremos en el próximo post.
Área Central
Es en el área central de Petra donde se nota más la influencia romana. Las ciudades romanas se organizaban por lo general a partir de un cruce de dos vías principales, el cardo y el decumano. Una columnata marca la importancia de la calle llamada Khazneal-Firaun, que funciona como un decumanus de este a oeste. Sin embargo, no hay un cardus maximus que cruce de norte a sur.
No obstante, existe un pórtico en el medio de la columnata que divide virtualmente el área profana, definida por los mercados, de un área más sagrada llamada temenos, constituída por el Gran templo, el palacio y otros templos menores, entre ellos, Qasr al-Bint al-Pharaun, el Castillo de la hija del Faraón.
Al inicio de la columnata hay una fuente pública llamada Nymphaeum, donde desembocaba el agua acarreada desde el siq.
En las inmediaciones del Palacio hay los restos de una iglesia bizantina, remodelada alrededor del 530 d.C.
El Monasterio
Luego de pasar el área central, existe un tortuoso camino que asciende hacia el llamado Monasterio. Un adolescente beduino me ofrece un "taxi Mercedes Benz", un burro que me llevaría al otro lado de la montaña. Luego de haber estado 9 horas caminando en Petra, accedo, aunque no tengo mucha experiencia "manejando Mercedes Benz", especialmente por angostos trechos al lado de pronunciados barrancos, por lo que mi guía me dice: "no se preocupe, el burrito conoce el camino, simplemente mantenga el equilibrio y trate de pensar en otra cosa".
Interesante aventura, el joven me ofrece esperarme para tomar el "taxi de regreso", pero prefiero regresar a pie, no sólo para apreciar mejor el paisaje sino para evitar que el vértigo me traicione.
Un poco más allá del "paradero", oculta tras las rocas, se encuentra la impresionante fachada del Monasterio, que recuerda a la figura de la Tesorería, aunque mucho más grande que ésta.
Frente al monumento, una plaza de generosas proporciones y que fue alguna vez circundada por columnas, debió haber acogido ceremonias sagradas.
Sobre la influencia helénica en su estilo así como de otros estilos en los edificios de este fascinante complejo trataremos en la siguiente entrada. Petra se aprecia mucho mejor en los detalles.
Como complemento, puede verse también este video
VER TAMBIÉN
UNESCO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Foto cortesía de Marcelo Ruiz
Petra es un crisol donde los nabateos amalgamaron influencias egipcias, asirias, griegas, romanas y bizantinas y les impusieron su propia interpretación y experiencia de vida en el desierto. Es, junto a Machu Picchu y Angkor Wat, una de las más célebres ciudades perdidas, redescubiertas luego por exploradores foráneos, aunque Petra es mucho más antigua que aquéllas.
Dada la extensión del complejo, con más de 800 monumentos, dividiremos su reseña en dos partes. La presente entrada se enfocará en su entorno paisajístico, en la historia de su desarrollo y su fascinante redescubrimiento, y en los aspectos generales de su ordenamiento urbano. Dejaremos para el siguiente post un estudio de sus principales monumentos arquitectónicos.
EL LUGAR
Petra se halla 200 km al sur de Ammán, en Jordania, entre el Mar Muerto y el golfo de Aqaba, engastada al fondo de un valle seco que orada una extensa y desértica meseta.
Los minerales que componen esta formación geológica revisten a las rocas de espectaculares tonos rosáceos, las que por su poca dureza se hacen susceptibles de ser talladas y esculpidas con relativa facilidad.
SUS HABITANTES.
Los primeros habitantes de la zona datan del Neolítico, alrededor de 7000 a.C., tal como puede apreciarse en la cercana zona de Al-Beidha, uno de los más antiguos asentamientos del Medio Oriente.
La primera conformación como ciudad, aunque todavía sin los impresionantes monumentos que caracterizan Petra, fue durante la Edad de Bronce, alrededor del siglo 13 A.C. Fue llamada Sela, capital del reino de Edom (uno de los descendientes de Esaú), y ubicada probablemente en la montaña Umm al-Biyara. Aparece en la Biblia al ser tomada por Amasías luego de matar a 10,000 edomitas (2 Reyes, 14, 7), aunque lo cierto es que, pese a sus repedidas guerras, los israelitas nunca llegaron a dominarlos.
Siglos después, en el siglo VI a.C., serían los nabateos, una tribu de beduinos árabes, quienes conquistaran y expulsaran a los edomitas de este territorio. De sus inicios se conoce poco, el Génesis los nombra como descendientes de Nebaiot, nieto de Abraham (Gen 25,13). Los nabateos se destacaron por sus habilidades de comerciantes, controlando la ruta de caravanas entre Siria, Arabia y Egipto. Gracias a su rey Aretas III llegaron a expandirse hasta Damasco. Alianzas estratégicas les permitieron acumular gran riqueza, al tiempo que absorbían influencias de las caravanas provenientes de los centros culturales de la época: Egipto, Mesopotamia y Grecia.
Basándose en relaciones diplomáticas lograron mantenerse fuera del dominio romano, hasta que cometieron el error de secundar a los persas en su guerra contra Roma. Como resultado, y ante la derrota persa, los nabateos tuvieron que pagar fuertes impuestos a los romanos, y cuando fallaron en entregarlos, fueron invadidos por las huestes del emperador Trajano en 106 d.C.
A principios del siglo II Petra fue una ciudad de la provincia de Arabia Petrea, pero en el siglo III se convertiría en la capital de la provincia romana de Palestrina Tertia (fueron los romanos los que le dieron ese nombre, que significa "piedra" en latín). El dominio romano supuso un mayor desarrollo urbano y estilístico de Petra , el cual denotó la mezcla de los típicos elementos del urbanismo romano, con algunas características locales nabateas, como colocar los templos en lugares elevados. A menudo, también las deidades romanas se sincretizaban con las locales.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 d.C. Petra se vio bajo la influencia de Bizancio. Si bien esto no supuso un cambio importante en su configuración urbana, sí lo fue en términos religiosos y decorativos, y algunos de los edificios fueron reciclados como templos cristianos bizantinos.
Sin embargo, un cambio de la ruta comercial hacia el Éufrates omitió a Petra, lo que sumado a grandes terremotos en 551, motivó su paulatino deterioro. Luego la ciudad sería ocupada por los cruzados en el siglo XII y eventualmente abandonada y olvidada, siendo conocida únicamente por los beduinos que guardaban celosamente el secreto de su ubicación.
En 1812 un joven explorador suizo, Jean Louis Burckhardt, disfrazado como el Sheik Ibrahim bin Abdullah (un santo varón musulmán) logró engañar a los beduinos locales y descubrió asombrado para el mundo aquella maravillosa ciudad que había permanecido oculta por siglos.
Ilustración de Petra por David Roberts en el siglo XIX
PRINCIPALES ZONAS
La íntima relación del trazado urbano y la arquitectura con el sitio da lugar a muchas zonas diferenciadas, que se van desarrollando en la cambiante conformación topográfica conforme nos adentramos en el valle Wadi Musa.
Preludio.
La primera zona está compuesta por un valle más o menos amplio, de roca arenisca blanquecina, donde pueden encontrarse monumentos funerarios a ambos lados del camino, aunque hay quienes sostienen que estos elementos estaban relacionados con el culto al agua y la fertilidad. Su número ralo y diseminado es sólo un prolegómeno de la magnificencia que se ha de encontrar más adelante.
A ambos lados del valle se hallan hornacinas que debieron haber albergado estatuas de Dushara, el principal dios nabateo.
En efecto, más allá encontramos la imponente figura de una tumba con 4 obeliscos, que presentauna síntesis estilística de varias influencias.
El valle serpentea y se abre antes de ingresar a un cañón estrecho, el llamado Siq.
Siq.
El valle de Wadi Musa, que fue llamado así porque según la tradición fue aquí donde Moisés (o Musa) golpeó la roca con su vara y dio de beber a su pueblo su huída de Egipto (Num. 20, 11), es una extraña configuración rocosa, que no es producto de la erosión de un cauce de agua, sino más bien de una fractura geológica. En algunos puntos de Wadi Musa puede observarse la correspondencia de ambos lados del cañón, lo que da cuenta de la frecuencia de eventos sísmicos en el sitio.
Antes de ingresar, puede verse una represa construida en 1963 sobre la base del dique que construyeron los nabateos en el 50 d.C. para desviar el agua del Wadi Musa y dejar así libre la entrada a la ciudad a lo largo del cañón llamado Siq.
Hasta principios del siglo XX, era posible encontrar aquí un arco monumental que marcaba el ingreso oficial a la ciudad, pórtico de cuyos ornamentos laterales aún pueden encontrarse vestigios tallados en la roca.
Nótese los costados tallados del arco de ingreso, perdido en el siglo XX merced a un terremoto.
El siq es un impresionante cañón de 1.2 km, que llega a ser tan estrecho como 2 m y tan alto como 60 m. El colorido de las paredes rosáceas de esta formación geológica, matizadas con tonos amarillos y grisáceos, muta según la hora del día gracias a la dirección y filtración de la luz.
En el piso pueden hallarse vestigios del pavimento romano, por el que hoy discurren, como ayer, sonoros carruajes a caballo.
A lo largo de sus paredes discurre un canal de agua que transportaba el líquido vital desde una fuente a 10km hasta la sedienta ciudad, y que probablemente haya estado cubierto para controlar la velocidad de su cinética, ya que en algunos lugares se pueden hallar los tubos de terracota que la encauzaban.
Cabe resaltar este relieve de un hombre con su camello, tallados delante del canal.
Por momentos el siq se ensancha y deja ver una tumba adosada a una higuera. A los costados se ubican una serie de tumbas excavadas a modo de pequeñas cuevas.
Luego, el siq se vuelve a estrechar, convirtiéndose casi en una catedral de roca, hasta que de pronto aparece ante la vista el majestuoso espectáculo de la Tesorería. Muchos estudiosos sugieren que el siq habría sido una vía sacra, que habría presenciado varias procesiones religiosas, y que suponía un espacio intermedio entre lo mundano y lo sagrado.
La Tesorería del Faraón.
He tenido pocas experiencias tan dramáticas y sublimes a la vez como encontrarme frente a la Tesorería, luego de haberme adentrado por el estrecho y serpenteante cañón del siq (he aquí otro ejemplo interesante de percepción fenomenológica). De hecho esto no es algo casual, la imponente presencia de esta tumba marca el inicio de la ciudad en sí.
La desembocadura del siq en la llamada Tesorería del Faraón, tiene un efecto dramático. Dos vistas en la mañana y en la tarde, ofrecen variados contrastes de luz.
Frente a la Tesorería, llamada así porque se creía que aquí se escondía el tesoro del faraón que persiguió a los israelitas en su huída de Egipto, se ubica un pequeño espacio que funciona como una plaza y que permite admirar mejor el monumento en detalle.
El Wadi Musa vira a la derecha, donde se ubica un Salón Sagrado, y luego a la izquierda, flanqueado por la calle de las fachadas y dejando ver al fondo el teatro.
La Calle de las Fachadas
Cerca de 40 tumbas de distinto tamaño, época y calidad de factura, se hallan dispuestas a los costados de esta cañada, llamada el Siq exterior, reminiscentes de la arquitectura asiria, y a las que se denomina "la Calle de las Fachadas".
La gran Plataforma de los sacrificios
Antes de llegar al teatro, una pequeña escalinata que asciende hacia la montaña Madbah conduce al altar de sacrificios, uno de los mejor conservados de la antigüedad, y que se ubica a una altura de 1000 metros. También llamado Al-Madbah, el altar es precedido por dos obeliscos de 6 m de alto. Lo curioso es que éstos no fueron construidos, sino que se talló toda la roca alrededor de ellos.
El altar, situado en un área previamente aplanada de la montaña, consta de un patio rectangular con bancas a los costados, llamado triclinium, donde los sacerdotes comían juntos luego de ofrecer los sacrificios a los dioses. Posteriormente se ubica el motab o repositorio, un bloque de piedra donde se guardaban las estatuas de los dioses.
Desde aquí, la vista del conjunto es impresionante, y seguramente ofrecía a los sacerdotes una sensación de estar más cerca de lo divino.
Teatro
Con una capacidad para 3000 espectadores, este teatro antecede a la ocupación romana, pes decir, fue hecho por los nabateos.
Sobre él hay una serie de tumbas, algunas de las cuales debieron ser removidas o cortadas para dar espacio al teatro.
Urbanamente, el teatro aprovecha una inflexión del valle y se asienta en una hondonada natural, funcionando además como un pivote visual que recibe al visitante y lo redirecciona hacia la parte central del conjunto.
Tumbas reales.
Frente al teatro se ubica el monte Al-Khutba, que vendría a ser una contraposición al vacío que significa la oquedad del teatro. Aquí se ubican algunos de los más impresionantes monumentos de la ciudad, las llamadas tumbas reales.
Área Central
Es en el área central de Petra donde se nota más la influencia romana. Las ciudades romanas se organizaban por lo general a partir de un cruce de dos vías principales, el cardo y el decumano. Una columnata marca la importancia de la calle llamada Khazneal-Firaun, que funciona como un decumanus de este a oeste. Sin embargo, no hay un cardus maximus que cruce de norte a sur.
No obstante, existe un pórtico en el medio de la columnata que divide virtualmente el área profana, definida por los mercados, de un área más sagrada llamada temenos, constituída por el Gran templo, el palacio y otros templos menores, entre ellos, Qasr al-Bint al-Pharaun, el Castillo de la hija del Faraón.
Al inicio de la columnata hay una fuente pública llamada Nymphaeum, donde desembocaba el agua acarreada desde el siq.
En las inmediaciones del Palacio hay los restos de una iglesia bizantina, remodelada alrededor del 530 d.C.
El Monasterio
Luego de pasar el área central, existe un tortuoso camino que asciende hacia el llamado Monasterio. Un adolescente beduino me ofrece un "taxi Mercedes Benz", un burro que me llevaría al otro lado de la montaña. Luego de haber estado 9 horas caminando en Petra, accedo, aunque no tengo mucha experiencia "manejando Mercedes Benz", especialmente por angostos trechos al lado de pronunciados barrancos, por lo que mi guía me dice: "no se preocupe, el burrito conoce el camino, simplemente mantenga el equilibrio y trate de pensar en otra cosa".
Mi guía, un niño beduino llamado Isha y su burrito. Al fondo, Qasr al Bint, el Castillo de la hija del Faraón
Interesante aventura, el joven me ofrece esperarme para tomar el "taxi de regreso", pero prefiero regresar a pie, no sólo para apreciar mejor el paisaje sino para evitar que el vértigo me traicione.
Un poco más allá del "paradero", oculta tras las rocas, se encuentra la impresionante fachada del Monasterio, que recuerda a la figura de la Tesorería, aunque mucho más grande que ésta.
Frente al monumento, una plaza de generosas proporciones y que fue alguna vez circundada por columnas, debió haber acogido ceremonias sagradas.
Sobre la influencia helénica en su estilo así como de otros estilos en los edificios de este fascinante complejo trataremos en la siguiente entrada. Petra se aprecia mucho mejor en los detalles.
Como complemento, puede verse también este video
VER TAMBIÉN
UNESCO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
- Alhambra, fortaleza y palacio. España
- Angkor Wat, templo. Camboya
- Bayon, Angkor Thom, templo. Camboya.
- Bhaktapur Darbar, templo y plaza. Nepal.
- Borobudur, templo. Indonesia
- Ciudad Prohibida, palacio. China
- Córdoba, mezquita. España
- Datong, cuevas y templos. China
- Gran Muralla China
- Jeiselmer, fortaleza, templos jaina. India
- Machu Picchu, ciudadela. Perú.
- Mont Saint-Michel, abadía. Francia
- Panteón, templo. Italia
- Stonehenge. Inglaterra
- Taj Mahal. India
- Teotihuacán, capital. México
- Xian, muralla, templos. China
¡Impresionante reportaje! Siempre he querido leer una buena descripción de Petra. Muchas gracias y mis felicitaciones por todos sus reportajes, que sigo con asiduidad.
ResponderBorrarUn saludo desde España
Sr. Zeballos un grandìsimo post,opìno como mì compatriòta Pfunes,habìa leìdo algùn què otro post con referencias a Petra pero hay que reconocer el gran trabajo que has hecho en el tuyo.Tòdo un descubrimiento el dè tù blog,tè seguirè con gran interes.Mil gracias.
ResponderBorrarMuchas gracias amigos
ResponderBorrarEspero que les guste la segunda parte, que da una mirada con más detalle a los monumentos.
Un abrazo
Me ha fascinado tu post. No se si sabes, pero fuera de la Modernidad soy un admirador del mundo clásico. Cuando en Barcelona hicimos un interesante viaje por Grecia, visitando importantes conjuntos arquitectónicos y urbanísticos de la antigüedad. Sabía de Petra, pero no había investigado con esta profundidad al respecto. Te felicito por la agudeza en el elegir tus destinos. Espero con ansias la segunda entrada, a ver si puedo sorprenderme más...
ResponderBorrarEspero alguna vez caminar lo que tus pies ya han caminado.
Recibe un fuerte abrazo,
Con el afecto de siempre,
Aldo
Un post excelente. Lo he leido con mi mujer, que estuvo hace unos años en Petra, y ha revivido por completo su paseo. Incluso el ascenso más peligroso que realizado nunca.
ResponderBorrarMientras lo leiamos, se iba emocinando. Para ella es uno de los lugares más bonitos donde ha estado, y eso que de las nuevas siete maravillas solo le falta ir al Machu Pichu.
Un fuerte abrazo.
Fantástico post, que me ha ayudado a desconectar después de una semana de mucho trabajo. Un fuerte abrazo y que sigas explorando lugares tan increibles.
ResponderBorrarMuchas gracias amigos.
ResponderBorrarA mí también me gusta mucho la arquitectura clásica, no sé por qué he postergado por tanto tiempo hablar sobre ella.
Pienso dedicar algunas entradas más al tema en un futuro próximo.
Un abrazo
Ha sido un descubrimiento este reportaje. Enhorabuena por lo bien hecho que está. Solo encuentro a faltar un poco de escenas del ascenso a ab Deir, sobre todo si subes en burro.
ResponderBorrarDe todas formas felicitaciones.
Jajaja, gracias Josep, la verdad es que no tenía manos para agarrar la cámara, no estoy acostumbrado a eso de subir al lado de barrancas. Un saludo!
ResponderBorrarme encanto increible que todo eso se haya esculpido en la piedra cuanto tiempo y trabajo.
ResponderBorrartodavia no podemos nosostros lograr una arquitectura que perdure por tanto tiempo.
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ResponderBorrarImpresionante!!!
ResponderBorrarPreta
ResponderBorrarIsaías 60:22 - Comentário Bíblico de Adam Clarke
ResponderBorrarVerso Isaías 60:22. Yo, el Señor, lo apressuraré en su tiempo ] Hay un tiempo fijado para el cumplimiento de esta profecía: ese tiempo debe llegar antes de que comience a suceder; pero cuando comience, o conjunto se realizará em um breve espaço. Por isso, não é o tempo determinado para o evento que se apressurará, todas as circunstâncias do evento; todas as partes da previsão de forma rápida e completa. Yo el Lorde en hys tyme sodeynly schal doun thys. - Antiguo MS. Bíblia. Y porque es el SEÑOR, por tanto se hará; porque aunque sea difícil, él es todopoderoso.
Referências:
https://www.bibliaplus.org/es
https://www.bibliaplus.org/es/isaias/60/22
https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/7/comentario-biblico- de-adam-clarke/isaias/60/22
Esquema de números 4:
ResponderBorrar4.1 - 20: El trabajo de los levitas;
4,21 - 33: La responsabilidad de las familias de los levitas;
4,34 - 49: A numeração das famílias de levitas.
VISITE: https://bibliaplus.org/es/numeros/4