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Solomon R. Guggenheim, un magnate de origen judío y dueño de una mina de oro en Alaska se inició en la adquisición de arte abstracto en 1929, de la mano de la pintora alemana Hilla Rebay, su amiga y asesora artística. Este tipo de arte no buscaba representar objetos, paisajes o personas (como hasta ese momento había sido la tendencia del arte, incluyendo el impresionismo), sino más bien plasmar sentimientos, ideas y conceptos abstractos.
Para 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, Guggenheim y Rebay escribieron una carta a Frank Lloyd Wright para crear un enorme “templo-museo”. La elección de Wright se debió no sólo a la fama del arquitecto entre los círculos aristócratas de la época (Wright había construido su más famosa obra, la Casa de la Cascada, para otro empresario judío, Edgar J. Kaufmann) sino para aplacar las críticas de que la colección Guggenheim era básicamente compuesta de obras de artistas europeos. Wright era entonces EL arquitecto norteamericano por excelencia.
EMPLAZAMIENTO
A pesar de que se discutieron varias posibles ubicaciones, el edificio se encuentra en la 5ta Avenida, entre las calles 88 y 89, frente a un extenso estanque en el Parque Central de Nueva York.
De hecho, Wright no gustaba de esta ciudad, pero le complació que su obra se ubicara frente al mayor espacio verde neoyorquino. Al caminar por la 5ta avenida el edificio se nos presenta con sus formas curvas como un elemento extraño, ajeno a esta trama de cajas dispuestas en la retícula de la gran manzana. Pero esta originalidad en su forma le da un carácter de monumento o escultura metropolitana.
EL PROYECTO
VER TAMBIÉN
- OTRAS OBRAS DE FRANK L. WRIGHT.
- MUSEOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO .
“El gran acto final de Wright, el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York es un regalo de pura arquitectura -o más bien de escultura. Es una helicoide espacial continua, una rampa circular que se expande mientras se enrolla vertiginosamente en torno a un pozo de espacio sin obstrucción, coronado por una cúpula plana acristalada. Una construcción sin costuras, el edificio evocado por Wright como “la onda continua”.Spiro Kostoff
El Museo Solomon R. Guggenheim en Nueva York es sin duda uno de los más celebrados y a la vez más polémicos edificios de la arquitectura moderna. Es, junto a la Casa de la Cascada, la obra más famosa del maestro norteamericano Frank Lloyd Wright, quien recibió el encargo del museo a sus 76 años. La formas curvas de la propuesta contrastan dramáticamente con el resto de la fábrica urbana neoyorquina, siendo a la vez un ente provocador e innovador. En su interior se encuentran algunas de las más importantes del arte moderno, incluyendo a figuras como Vasily Kandisnky, Paul Klee, Pablo Picasso y Piet Mondrian.
"Hanging out in the Museum" en el Guggenheim, un trabajo del reconocido artista chino Cai Guo-Qiang, que también mostramos en el Museo de Bellas artes de Taipei.
ANTECEDENTESSolomon R. Guggenheim, un magnate de origen judío y dueño de una mina de oro en Alaska se inició en la adquisición de arte abstracto en 1929, de la mano de la pintora alemana Hilla Rebay, su amiga y asesora artística. Este tipo de arte no buscaba representar objetos, paisajes o personas (como hasta ese momento había sido la tendencia del arte, incluyendo el impresionismo), sino más bien plasmar sentimientos, ideas y conceptos abstractos.
Poderosa asociación: el filántropo Solomon Guggenheim y si asesora y amiga (¿amante?) Hilla Rebay introdujeron el arte abstracto en EEUU e una época en que era perseguido en Europa.
Guggenheim consiguió acumular una interesante colección de pinturas de artistas europeos, en un principio decorando sus departamentos pero luego montando exposiciones fuera de Nueva York.En 1937 se creó la fundación Solomon R. Guggenheim y en 1939 abrieron el “Museum of Non-Objective Painting” dedicado al arte abstracto.
Antiguo Museo de Pintura No Objetiva, ubicado en la calle 54 Este.
Para 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, Guggenheim y Rebay escribieron una carta a Frank Lloyd Wright para crear un enorme “templo-museo”. La elección de Wright se debió no sólo a la fama del arquitecto entre los círculos aristócratas de la época (Wright había construido su más famosa obra, la Casa de la Cascada, para otro empresario judío, Edgar J. Kaufmann) sino para aplacar las críticas de que la colección Guggenheim era básicamente compuesta de obras de artistas europeos. Wright era entonces EL arquitecto norteamericano por excelencia.
Histórica foto de Frank Lloyd Wright junto a Solomon Guggenheim y Hilla Rebay, mostrando la maqueta del nuevo museo (véase la fascinación de Hilla). Nótese la reja con motivos circulares que estaba proyectada en un principio.
El proyecto, sin embargo, tomaría 15 años antes de ser ejecutado, y muchas amargas discusiones entre el arquitecto, la oficina de planeamiento de la ciudad, el fundación e incluso algunos artistas, que llegaron a mandar una carta de protesta aduciendo que las paredes del museo no serían lo suficientemente grandes para acomodar sus obras. Wright les respondió “bueno, entonces que las corten por la mitad”. El museo, sin embargo se culminó en 1959, aunque ninguno de sus grandes propulsores llegó a verlo culminado (Solomón Gugenheim había muerto hacía 10 años y Frank Lloyd Wright murió 6 meses antes de la inauguración).
EMPLAZAMIENTO
A pesar de que se discutieron varias posibles ubicaciones, el edificio se encuentra en la 5ta Avenida, entre las calles 88 y 89, frente a un extenso estanque en el Parque Central de Nueva York.
De hecho, Wright no gustaba de esta ciudad, pero le complació que su obra se ubicara frente al mayor espacio verde neoyorquino. Al caminar por la 5ta avenida el edificio se nos presenta con sus formas curvas como un elemento extraño, ajeno a esta trama de cajas dispuestas en la retícula de la gran manzana. Pero esta originalidad en su forma le da un carácter de monumento o escultura metropolitana.
EL PROYECTO
El museo, tal cual se inauguró en 1959.
“Ingresando al espíritu de su interior, descubrirás la mejor atmósfera posible en la cual mostrar bellas pinturas o escuchar música. Es esta atmósfera la que me parece más ausente en nuestras galerías de arte, museos, salones de música y teatros.”
Frank Lloyd Wright.
La idea motora de Wright era generar una espiral ininterrumpida que permita una contemplación continua de las obras de arte. En algo me hace recordar el concepto de “museo de crecimiento ilimitado” que propuso Le Corbusier para su Museo de Arte Occidental en Tokio; sin embargo, y a diferencia de la espiral corbuseriana (básicamente desarrollada en un nivel), Wright propone una rampa que va ascendiendo tridimensionalmente, en un ángulo de 3°, en torno a un espacio central iluminado por una cúpula de cristal. De esta forma los visitantes podían usar el ascensor hasta el último nivel e ir descendiendo cómodamente mediante la rampa, incluso aquellos que requiriesen silla de ruedas.
Para el teórico italiano Bruno Zevi "el espacio de Wright reduce la generatriz, colocándose a sí mismo, no sólo en términos geométricos si no en aquellos inmediatamente plásticos, pensando en la forma como en algo que crece y que, conforme lo hace, el espacio se convierte en su fuerza viviente, su construcción en una dimensión".
No le falta razón a Zevi, la espiral al interior del museo no sólo moldea el espacio sino que conduce el movimiento como un torbellino que asciende al cielo.
Exteriormente el volumen principal está compuesto por una cinta continua de concreto que envuelve esta rampa y que se inclina hacia afuera, fracturando de este modo la masividad de este volumen que forma una especie de un cono truncado invertido. Complementariamente se ubica otro cilindro menor ubicado en la otra esquina, y ambos volúmenes se engarzan mediante una gran losa horizontal, un puente que sirve de marquesina al conjunto. Wright había mostrado predilección por estos volúmenes horizontales casi flotantes, incluso desde obras tan tempranas como la Casa Robie en Chicago.
Un detalle interesante que a menudo no se aprecia en las fotos. El museo está hundido respecto al nivel de la calle, y separado mediante una jardinera. Esto permite dar mayor contundencia a la volumetría, como si hubiera germinado y crecido desde el fondo de la tierra. Las referencias a la naturaleza, comunes en la obra de Wright, hicieron que su arquitectura se denominara "orgánica".
Pero no solamente las paredes exteriores se inclinan hacia afuera, sino que el parapeto de 1 m de la rampa interior se inclina hacia adentro. Es más, la rampa, que desarrolla 6 vueltas, va acercándose hacia el centro conforme va ascendiendo en altura, lo que resulta que los niveles superiores sean mucho más anchos que los inferiores. Esto además, acrecienta el efecto de perspectiva al interior, de manera de que el espacio parece más alto de lo que en realidad es. Se trata pues de un espacio cónico dentro de un cono invertido.
La cúpula enfatiza la centralidad del diseño mediante unas vigas radiales que nacen de la pared, a manera de arquitrabes en forma de arco que convergen hacia el centro de la composición.
CONSTRUCCIÓN
El diseño sui géneris del museo supuso el desarrollo de nuevas tecnologías constructivas, que serían utilizadas luego en varios edificios posteriores.
Se utilizaron tres tipos de concreto: concreto reforzado con “Lelite” aligerado para la superestructura, concreto aligerado para las rampas y los pisos y concreto con piedras fue usado para las paredes interiores.
Para el desarrollo de la forma curva se requirió un encofrado de madera y metal especial, sobre el que se espació el concreto.
Las losas llegaban a una luz de 30 metros y en algunos casos presentaban voladizos de hasta 8 metros. La rampa principal se ancla a una viga de 30 cm. de espesor y vuela 4.4 m hacia el espacio principal.
AMPLIACIÓN
En 1992 se llevó a cabo una ampliación del museo, que estuvo a cargo de Gwathmey Siegel & Associates. Este es un encargo que cualquier arquitecto en el mundo habría soñado (o temido) tener, el saltar a la palestra ampliando una famosa obra. Siegel resistió la tentación de buscar recargar más la forma escultura del museo y añadió un bloque adusto, un paralelepípedo casi ciego con pequeñas ranuras a manera de ventanas, que contiene 4700 m2 más de área de exhibiciones y 1400 m2 de área de oficinas, lo que permite que el edificio de Wright se dedique exclusivamente a las galerías. El contacto con el edificio antiguo se hace a través de una pared acristalada.
RESTAURACIÓN
En el 2002 se llevó a cabo una extensiva restauración del Guggenheim, ya que se observaban muchas rajaduras y daños externos, ya que Wright diseñó la estructura sin juntas de expansión para darle una apariencia sólida. Alta tecnología como modelado láser demostró, sin embargo, que la estructura es sólida y estable. Finalizada la restauración surgió la discusión si es que el edificio debería llevar el color propuesto por Wright (una especie de rosado eléctrico), pero finalmente se decidió por el tono "Niebla londinense", que es esa especie de gris que lleva ahora.
CONTEMPLANDO EL VACÍO
En el 2009, con motivo de los 50 años de la inauguración del museo, la Fundación Solomon R Guggenheim llevó a cabo el concurso "Contemplando el Vacío" (Contemplating the Void), en el que cientos de artistas, arquitectos y diseñadores de todo el mundo que idearon distintas experiencias y sensaciones de cómo se podría percibir el espacio central del famoso museo.
Recientemente se viene realizando la competencia Re:Contemplating the Void, donde se invita a los participantes a ser "verdaderamente creativos... sus intervenciones soñadas diseñadas para capturar el pleno potencial de la rotonda del Guggenheim... no necesitan estar limitadas por ningún sentido de la realidad". (Más información en A Daily Dose of Architecture)
CRÍTICA
Es indudable la influencia de este museo en posteriores obras de grandes arquitectos al rededor del mundo, desde el Museo High en Atlanta de Richard Meier al Kyoto Concert Hall de Arata Isozaki.
Sin embargo, y a pesar de su enorme éxito entre el público, el edificio no fue exento de críticas. “[El museo] ha sido aclamado como una obra de arte, atacado como una atrocidad, llamado el mejor museo de todos los tiempos y denunciado como si no fuera museo en absoluto” decía la crítica E. Huckstable.
Pero además de su forma, muchos de los reclamos se centran en la función: la luz natural al interior es generosa, pero no para las obras de arte, que tienen que ser iluminadas artificialmente. La pendiente de 3° de la rampa dificulta la apreciación de las obras dispuestas horizontalmente, al igual que la pared inclinada al exterior y curva complica la instalación de las obras de arte.
Una de las principales críticas que se han hecho al museo es que su forma escultural opaca las obras de arte que contiene, distrayendo al absorto visitante en la magnificencia del edificio en vez de favorecer la contemplación de las obras, al fin y al cabo la razón y fin del museo. Pero esta no sería una característica exclusiva de Wright en su museo Guggenheim de Nueva York. Algunas décadas después Frank O. Gehry haría lo propio en el museo Guggenheim de Bilbao. A éste dedicaremos la próxima entrada. Hasta entonces.
Para el teórico italiano Bruno Zevi "el espacio de Wright reduce la generatriz, colocándose a sí mismo, no sólo en términos geométricos si no en aquellos inmediatamente plásticos, pensando en la forma como en algo que crece y que, conforme lo hace, el espacio se convierte en su fuerza viviente, su construcción en una dimensión".
No le falta razón a Zevi, la espiral al interior del museo no sólo moldea el espacio sino que conduce el movimiento como un torbellino que asciende al cielo.
Durante mi visita se había instalado este gran espejo en el espacio central. A veces no se podía distinguir el reflejo de la realidad.
Exteriormente el volumen principal está compuesto por una cinta continua de concreto que envuelve esta rampa y que se inclina hacia afuera, fracturando de este modo la masividad de este volumen que forma una especie de un cono truncado invertido. Complementariamente se ubica otro cilindro menor ubicado en la otra esquina, y ambos volúmenes se engarzan mediante una gran losa horizontal, un puente que sirve de marquesina al conjunto. Wright había mostrado predilección por estos volúmenes horizontales casi flotantes, incluso desde obras tan tempranas como la Casa Robie en Chicago.
Un detalle interesante que a menudo no se aprecia en las fotos. El museo está hundido respecto al nivel de la calle, y separado mediante una jardinera. Esto permite dar mayor contundencia a la volumetría, como si hubiera germinado y crecido desde el fondo de la tierra. Las referencias a la naturaleza, comunes en la obra de Wright, hicieron que su arquitectura se denominara "orgánica".
La cúpula enfatiza la centralidad del diseño mediante unas vigas radiales que nacen de la pared, a manera de arquitrabes en forma de arco que convergen hacia el centro de la composición.
CONSTRUCCIÓN
El diseño sui géneris del museo supuso el desarrollo de nuevas tecnologías constructivas, que serían utilizadas luego en varios edificios posteriores.
Se utilizaron tres tipos de concreto: concreto reforzado con “Lelite” aligerado para la superestructura, concreto aligerado para las rampas y los pisos y concreto con piedras fue usado para las paredes interiores.
Para el desarrollo de la forma curva se requirió un encofrado de madera y metal especial, sobre el que se espació el concreto.
Las losas llegaban a una luz de 30 metros y en algunos casos presentaban voladizos de hasta 8 metros. La rampa principal se ancla a una viga de 30 cm. de espesor y vuela 4.4 m hacia el espacio principal.
AMPLIACIÓN
En 1992 se llevó a cabo una ampliación del museo, que estuvo a cargo de Gwathmey Siegel & Associates. Este es un encargo que cualquier arquitecto en el mundo habría soñado (o temido) tener, el saltar a la palestra ampliando una famosa obra. Siegel resistió la tentación de buscar recargar más la forma escultura del museo y añadió un bloque adusto, un paralelepípedo casi ciego con pequeñas ranuras a manera de ventanas, que contiene 4700 m2 más de área de exhibiciones y 1400 m2 de área de oficinas, lo que permite que el edificio de Wright se dedique exclusivamente a las galerías. El contacto con el edificio antiguo se hace a través de una pared acristalada.
RESTAURACIÓN
En el 2002 se llevó a cabo una extensiva restauración del Guggenheim, ya que se observaban muchas rajaduras y daños externos, ya que Wright diseñó la estructura sin juntas de expansión para darle una apariencia sólida. Alta tecnología como modelado láser demostró, sin embargo, que la estructura es sólida y estable. Finalizada la restauración surgió la discusión si es que el edificio debería llevar el color propuesto por Wright (una especie de rosado eléctrico), pero finalmente se decidió por el tono "Niebla londinense", que es esa especie de gris que lleva ahora.
CONTEMPLANDO EL VACÍO
En el 2009, con motivo de los 50 años de la inauguración del museo, la Fundación Solomon R Guggenheim llevó a cabo el concurso "Contemplando el Vacío" (Contemplating the Void), en el que cientos de artistas, arquitectos y diseñadores de todo el mundo que idearon distintas experiencias y sensaciones de cómo se podría percibir el espacio central del famoso museo.
Recientemente se viene realizando la competencia Re:Contemplating the Void, donde se invita a los participantes a ser "verdaderamente creativos... sus intervenciones soñadas diseñadas para capturar el pleno potencial de la rotonda del Guggenheim... no necesitan estar limitadas por ningún sentido de la realidad". (Más información en A Daily Dose of Architecture)
“Sintiendo La Ausencia Del Vacío“ Giancarlo Mazzanti (Colombia) y la propuesta de Iwamoto Scott (EEUU) y Neil Denari (EEUU) para el concurso Contemplating the Void.
CRÍTICA
Es indudable la influencia de este museo en posteriores obras de grandes arquitectos al rededor del mundo, desde el Museo High en Atlanta de Richard Meier al Kyoto Concert Hall de Arata Isozaki.
Sin embargo, y a pesar de su enorme éxito entre el público, el edificio no fue exento de críticas. “[El museo] ha sido aclamado como una obra de arte, atacado como una atrocidad, llamado el mejor museo de todos los tiempos y denunciado como si no fuera museo en absoluto” decía la crítica E. Huckstable.
Pero además de su forma, muchos de los reclamos se centran en la función: la luz natural al interior es generosa, pero no para las obras de arte, que tienen que ser iluminadas artificialmente. La pendiente de 3° de la rampa dificulta la apreciación de las obras dispuestas horizontalmente, al igual que la pared inclinada al exterior y curva complica la instalación de las obras de arte.
Al llegar, uno se queda cautivado por el impresionante espacio helicoidal. El mobiliario ad-hoc diseñado por Wright muchas veces pasa desapercibido.
Una de las principales críticas que se han hecho al museo es que su forma escultural opaca las obras de arte que contiene, distrayendo al absorto visitante en la magnificencia del edificio en vez de favorecer la contemplación de las obras, al fin y al cabo la razón y fin del museo. Pero esta no sería una característica exclusiva de Wright en su museo Guggenheim de Nueva York. Algunas décadas después Frank O. Gehry haría lo propio en el museo Guggenheim de Bilbao. A éste dedicaremos la próxima entrada. Hasta entonces.
VER TAMBIÉN
- OTRAS OBRAS DE FRANK L. WRIGHT.
- MUSEOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO .
- Benesse Art Museum, Naoshima, Japón (Tadao Ando)
- Centro de Arte en Yamaguchi, Japón. (Arata Isozaki)
- Centro Getty, Los Ángeles, EEUU (Richard Meier)
- Centro Nacional de arte, Tokio, Japón. (Kisho Kurokawa)
- Chichu Art Museum, Naoshima, Japón (Tadao Ando)
- Museo de Arte en Hyogo, Kobe, Japón (Tadao Ando)
- Museo de Arte en Hiroshima, Japón (Kisho Kurokawa)
- Museo de Arte Moderno en San Francisco, EEUU. (Mario Botta)
- Museo High, Atlanta, EE.UU. (Richard Meier)
- Museo Judío Contemporáneo, San Francisco, EEUU (Daniel Libeskind)
- Museo Miho, Shiga, Japón (I. M. Pei)
- Museo Nacional de Arte, Osaka, Japón (César Pelli)
- Museo Suntory, Osaka, Japón (Tadao Ando)
- Museo Tate Modern, Londres, Inglaterra (Herzog & De Meuron).
- Museo Van Gogh, Ámsterdam, Inglaterra (G.Rietveld, ampliación K. Kurokawa)
- Sainsbury Center of Visual Arts, Norwich, Inglaterra. (Norman Foster)
- Watari Um, Tokio, Japón (Mario Botta)
Muchas gracias Monty. Es siempre un placer tenerte por aquí.
ResponderBorrarUn saludo
Una auténtica joya arquitectónica este museo de Nueva York, obra de a mi juicio uno de los escasos arquitectos merecedores de estar en el Olimpo de la arquitectura moderna.
ResponderBorrarAún recuerdo la primera ocasión que llegué a Nueva York en la cual me encontré con el Guggenheim con su fachada cubierta de andamios ¡Menudo chasco me llevé!
Hasta la próxima.
Jaja, sí me ha pasado más de una vez. De hecho la primera vez que fui al Guggenheim estaba cerrado... no abrían ese día.
ResponderBorrarEn fin, siempre será motivo para volver.
Un abrazo
hola soy estudiante de secundaria en Salta, Argentina .
ResponderBorrarMe ayudo muchisimo el analisis de la obra, ya que tengo q presentar un analisis del museo, me gustaria saber si tienes las vistas frontles y aereas en planos.
Porque tengo que hacer un analisis formal a escala.
Desde ya muchas gracias .
Lara
Hola Lara
ResponderBorrarEspero que esto te sirva.
Un saludo
Hola, un artículo muy interesante. Soy estudiante de ingeniería civil y me gustaría saber dónde puedo encontrar información más detallada acerca de los tipos de hormigón empleados y la manera de ponerlos en obra, así como otros aspectos técnicos de la fase de construcción del museo.
ResponderBorrarMuchas gracias.
hola que tal, muy buena pagina! estoy trabajando con este diseño de Frank Lloyd Wright , necesito que me consigan los planos del museo Solomon Guggenheim :c los necesito me los envian al correo porfa angeljavier_mendoza@hotmail.com
ResponderBorrarHola, muy buen articulo, quisiera saber de la bibliografia que utilizaste
ResponderBorrarHola! soy estudiante de arquitectura y hare una maqueta de este museo pero quisiera saber si alguien pudiera facilitarme las medidas para poder hacerlo :( gracias
ResponderBorrarmi correo es alondrachavezhdez96@hotmail.com
Buscando información sobre el Museo Guggenheim encontré este blog. Felicitaciones, da gusto leerlo.
ResponderBorrarBuenos dias Carlos,
ResponderBorrarme parece muy interesante su artículo sobre el Guggenheim. Me gustaría ampliar información sobre la cita de Spiro Kostof. ¿en qué libro podría encontrarla? Muchas gracias
soy Marina Garcia-Broch, olvidé firmar la consulta anterior
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