18 marzo, 2009

FRANK L. WRIGHT: IMPERIAL HOTEL


Meiji Mura (1962-65) es un parque temático o un museo abierto que alberga numerosas obras del periodo Meiji, entre las que destaca el ingreso del notable Hotel Imperial, diseñado por el arquitecto Frank Lloyd Wright y trasladado aquí desde Tokio. Para entender el impacto de este edificio en la cultura japonesa (y el impacto que tuvo Japón en el arquitecto), es necesario revisar los enormes cambios que se dieron en esas épocas en la sociedad nipona.

EL PERIODO MEIJI.

Durante el periodo Edo (1603-1868) el papel del emperador viviendo en Kioto era simbólico, ya que el poder estaba en manos del shogun o generalissimo, quien, viviendo en la ciudad de Edo, lo distribuía a los daimyo o grandes señores, a través de un sistema feudal. Esta era se caracterizó por su ostracismo, aislando a Japón del resto del mundo, el que en siglos años experimentó un notorio progreso.

En 1858 el comandante norteamericano Mattew Perry se presentó con su poderosa armada demandando la apertura de Japón al occidente. Éste y otros incidentes conllevaron, entre 1866-69, a la llamada Restauración Meiji, por la que el poder absoluto era devuelto al emperador Mitsuhito (Meiji es el nombre póstumo que se le dio al emperador Mitsuhito y significa "Época de Claridad"). Este hecho conllevó a profundas transformaciones en la sociedad de ese entonces.


Durante el periodo Meiji (1868-1912) Japón sufrió enormes trasformaciones. A pesar del triunfo de los ejércitos imperiales, la capital fue trasladada de Kyōto (Capital de capitales) a Edo, que por entonces era una de las metrópolis más grandes del mundo, y por su posición estratégica hacia el Pacífico fue renombrada como Tōkyō (Capital del Este). Miles de samurái, que vivían de proteger a los daimyo, se quedaron sin trabajo, por lo que muchos territorios naturales fueron colonizados como áreas agrícolas, produciendo un gran cambio en el paisaje.


Pero sin duda, el mayor impacto devino de la apertura de Japón al occidente. Esto no sólo trajo al país modernas maquinarias, industrias, ferrocarriles, armas, modas, sino también arquitectura. Miles de arquitectos europeos y norteamericanos fueron traídos para desarrollar las más importantes sedes imperiales y comerciales, y arquitectos japoneses fueron entrenados en universidades extranjeras. Las más importantes ciudades japonesas empezaron a dibujar en sus paisajes edificios occidentales, comenzando por Nagasaki, y luego Tokio, Yokohama, Nagoya, Osaka y la propia Kioto. Curiosamente, mientras el occidente descubría con asombro las maravillas de los jardines japoneses y muchos eran influenciados por su arquitectura tradicional, los nipones le dieron la espalda a sus raíces, favoreciendo ampliamente la introducción de estilos foráneos.


El periodo Meiji tuvo también su lado oscuro. Durante siglos el budismo y el sintoísmo habían convivido armoniosamente, y en algunos casos sincretizado, compartiendo edificios y cultos en un mismo templo. Sin embargo durante la era Meiji, el budismo sería perseguido, favoreciendo al sintoísmo como religión nativa y oficial, cuya cabeza era el emperador.
Entre 1903-04 Japón obtuvo una sorprendente victoria sobre los ejércitos del zar ruso, lo que motivó un excesivo nacionalismo, que traería consecuencias funestas en décadas posteriores (más sobre la Revolución Meiji, vía La Potnia).

Vistas de edificios del periodo Meiji, traidos de varias partes de Japón e instalados por barrios que representan "ciudades".

FRANK LLOYD WRIGHT Y JAPÓN.

Como se ha mencionado anteriormente, el primer contacto de Wright con la cultura japonesa fue durante la Exposición Universal de Chicago en 1893 y posteriormente su interés sería alimentado por el Exposición por el centenario de la adquisición de Louisiana en 1904, donde sendos pabellones japoneses fueron presentados.

Imperial Japanese Garden exhibit at the 1904 Louisiana Purchase Exhibition in St. Louis,. Imagen cortesía de Missouri Historical Society, St. Louis, Missouri, tomado de Wrightsacpes por Charles y Berdeana Aguar.

En mayo de 1905 Wright hizo su primer viaje a Japón y por 3 meses tuvo oportunidad de observar de cerca las características de la arquitectura tradicional nipona, su modulada y geométrica simpleza y sus inter-relaciones con el paisaje, muchas veces de acuerdo a una estudiada geomancia. Wright escribiría muy impactado por la técnica del shakkei usada en los jardines japoneses.
Muchos de estos conceptos tendrían influencia en sus posteriores trabajos, como las casas Glasner (1905), Hardy (1905) y la propia casa Robie (1908-10). Aunque el propio Wright, con su característica "humildad", diría en su autobiografía que muchos de los elementos conceptuales de la arquitectura japonesa "coincidían" con aquellos que él venía desarrollando por su cuenta.

Primeros esquemas del hotel por Wright.

Perspectiva aérea del hotel.

Mientras, en los años subsiguientes, la fama de Wright crecía en occidente, en Tokio se hacían planes para reemplazar el Hotel Imperial, construido en 1890 en estilo victoriano y que dada la enorme demanda necesitaba una ampliación.

Antiguo Hotel Imperial, fue construído en 1890 y destruido en un incendio en 1919. Originalmente se iba a ubicar el edificio de Wright a su lado, pero el incendio le dio oportunidad de ampliar su diseño en tan sólo 10 días.

En 1913 un grupo de empresarios japoneses se puso en contacto con Wright, quien viajó nuevamente en ese año a Japón para asegurar el encargo del proyecto. El arquitecto fue contratado oficialmente recién en 1916, y la construcción del proyecto duró hasta 1922.

Modelo del Hotel Imperial

Si bien el hotel ya venía trabajando desde unos meses antes, el día de su inauguración oficial, el 1 de Setiembre de 1923, el más devastador terremoto en la historia de Tokio destruyó grandes áreas de la ciudad, mayormente hecha de madera. El mito dice que el edificio de Wright resistió el sismo incólume, pero lo cierto es que sufrió algunos daños. Empero, y para no ser mezquinos, resistió, y sirvió de cobijo a mucha gente que se guareció bajo su techo.
El japonés Arata Endo le escribió un telegrama diciéndole:
"¡Qué gloria ver al Imperial erguido en medio de las cenizas de una ciudad entera! ¡Gloria para Ud!".

No sólo Endo, sino el propio Sullivan, antiguo maestro de Wright, le felicitó.

Destrucción de Yokohama luego del terremodo de Kanto en 1923

El edificio también sobrevivió con algunos daños los bombardeos de la II Guerra Mundial, pero no pudo sobrevivir a la especulación (a decir verdad, el tiempo pasó factura, la estructura fue declarada inestable y demasiado costosa de reparar). En 1968 el hotel fue derribado para dar lugar a una lujosa pero anodina torre, pero antes de perecer completamente, el hall de acceso del Hotel Imperial fue trasladado a Meiji Mura, en Nagoya. A éste corresponden las vistas que comparto en esta nota.

El Hotel Imperial en la actualidad
Imperial Hotel, muy cerca al Palacio Imperial. Imágenes Google Earth

EL PROYECTO DEL HOTEL

Resulta curioso que, si bien la arquitectura japonesa influenció en el posterior estilo de Wright, éste no haya tomado referencias de la arquitectura nipona tradicional para diseñar su hotel, ni siquiera referencias de las casas pradera o la arquitectura norteamericana. La propuesta de Wright fue hecha en estilo "Maya Revival" asumiendo una composición piramidal y elementos de la iconografía centro americana.


Se encuentran también referencias a sus Jardines Midway, proyecto que Wright estaba realizando cuando se le encargó el Imperial Hotel. A esta ornamentación con motivos mayas Wright añadiría sus propios diseños geométricos Art Decó.

Uno de los tapices diseñados para el hotel, utilizando el geométrico lenguaje Art Decó característico de Wright.
Salón de baile del hotel

Es también el más simétrico de los edificios de Wright, lo que acentúa su sentido de magnificencia. Es un esquema compuesto por dos alas que abrazan un cuerpo central, cuyo reflejo se dibuja sobre una pileta.

Los sucesivos planos de la fachada de dan profundidad a la composición.Planta y secciones, cortesía de Frank Lloyd Wright Foundation

El hotel se basó en una estructura de concreto armado, recubierta con bloques de piedra volcánica blanda o piedra Oya, lo que permitió realizar los tallados con facilidad.Combinando el color verdusco de esta piedra se añadió ladrillo amarillo y terracota


Pero la razón principal del éxito del hotel, fue su resistencia anti-sísmica, gracias a Antonin Raymond, quien colaboró con Wright diseñando nuevos métodos sismo-resistentes. En términos de Wright, la estructura se apoyaba en el suelo fangoso de Tokio "como los dedos de un mozo sostienen una bandeja", en referencia a la cimentación.
Refuerzos adicionales fueron colocados en los voladizos y balcones. Las paredes se hicieron más gruesas en los pisos inferiores aligerando su carga en los superiores. Se colocaron juntas antisísmicas cada 20 metros a lo largo del edificio. El alambrado y tuberías se separaron del edificio (una costumbre que es común ver hoy en muchos edificios). El techo fue hecho de cobre y no de tejas, para evitar que estas cayeran y ocasionaran daños. Finalmente, las piscinas de la entrada ofrecían una fuente de agua en caso de incendios.


Wright pasó varios años en Japón, dedicándose con pasión a diseñar todos los detalles del hotel. Durante su estadía diseñó tambien otras obras, entre ellas una escuela y una casa en Kobe.

MEIJI MURA



A pesar de que se ha perdido gran parte del hotel, esta reconstrucción en Meiji Mura permite darnos una idea más aproximada de la exquisitez y el detalle con los que todo el Imperial Hotel fue diseñado. Se ha tratado de mantener el efecto de su majestuosa aproximación, y si bien no es posible revivir el impacto de esta obra en su contexto original, sí goza de muy buenas vistas hacia la bahía.


En las siguientes vistas pueden apreciarse detalles interiores y exteriores del hotel, con temas geométricos inspirados en la cultura maya, así como el uso de materiales (ladrillo y piedra) que recubren el concreto. Algunos de los componentes son originales y otros han sido reemplazados.
Nótese como, a pesar de la imponencia del acceso, éste no se efectúa de manera directa, sino mediante ataques laterales a un gran porche.


Es muy interesante el efecto de este hall de ingreso semi hundido de triple altura donde, a través de la filigrana de ladrillo, la luz entra difusamente gracias a los grandes volados de la cobertura.

La cantidad y calidad de detalles (Wright diseñó desde el edificio hasta las alfombras) nos muestra un Frank Lloyd Wright completamente avocado a su trabajo, lo que tal vez tenga su origen en circunstancias trágicas. En 1914, mientras Wright trabajaba en Chicago, su chef personal, Julian Carleton, mató a hachazos a Mamah Cheney, la mujer de Wright (y por quien el arquitecto había dejado a su familia). Luego Carleton prendió fuego al Taliesin en Wisconsin, matando a otras 7 personas.
Eso debió haberlo devastado. La enorme dedicación que puede leerse tras la ejecución de los profusos detalles del Hotel Imperial, demuestra un Wright embebido en el trabajo, seguramente tratando de escapar del dolor por esta desgracia.


VER TAMBIÉN
- OTRAS OBRAS DE FRANK L. WRIGHT

- OTROS EDIFICIOS DEL PERIODO MEIJI

- HOTELES, RESTAURANTES

11 comentarios:

Unknown dijo...

no sé cómo te lo montas para hacer artículos tan interesantes. Felicidades! Saber que la obra de Wright se conserva en parte es siempre muy estimulante... para que luego digan que no existen los fantasmas.
Tu seguimiento de la historia del hotel imperial hasta la actualidad es tan interesante como lo que has escrito sobre Wright. Saber qué pasó con el sitio y con el nombre es una lección de arquitectura incluso más provechosa que saber del edificio que te ocupa. Esto sí es escribir sobre arquitectura de manera sensible!

Carlos Zeballos dijo...

Gracias Jaume, de verdad es un comentario muy alentador. Wright y Japón vivieron una relación de mutuo respeto. Aquella fue también una etapa sentimentalmente difícil para Wright, y eso ha debido influenciar en su estado de ánimo y diseño.
Un gran abrazo.

Unknown dijo...

ojalá fuese siempre tan fácil hacer comentarios a los artículos... pero, para completar lo que estás diciendo, yo investigaría la relación Schindler- Wright. Cuando Wright viaja a Japón, deja su estudio californiano en manos de Schindler, que diseñará para él algunas casas y dirigirá las obras de la Holyhock House para Aline Brandshall (que lo acabará quedando como arquitecto), y a su hijo Lloyd dirigiendo la Alice Millard House (la miniatura, vaya). Es decir, no tan sólo es interesante lo que pasó en Japón y ya has investigado, sino lo que contemporáneamente sucedía en california. Ánimos con todo y adelante!

Carlos Zeballos dijo...

¡Qué interesante! Todo en la vida tiene otro punto de vista paralelo. Aunque yo me refería al más amarillista, como el incendio en su Talliesin en 1914 por su chef Julian Carleton, quien mató a 7 personas, entre ellos a la mujer de Wright, Mamah Cheney (por quien el arquitecto había dejado a su familia). Carleton previamente la había matado a hachazos.
Eso debió haberlo devastado. El enorme trabajo que puede leerse tras la ejecución de los profusos detalles del Hotel Imperial, demuestra un Wright embebido en el trabajo, seguramente tratando de escapar del dolor por esta desgracia.
Un saludo

Unknown dijo...

sí... tengo una teoría sobre el amarillismo, y tú mismo pareces estar de acuerdo con ella en tu último comentario: éste afecta decisivamente la vida de todo artista creador, y Wright, obviamente, no es una excepción.
Lo más interesante del incendio de Taliesin es que los asesinatos fueron a golpes de hacha... y que Wright sabía muy bien que, en realidad, el asesino iba a por él. Y, de hecho, era la segunda vez en su vida que lo intentaban matar: la primera fue el marido de su mujer Mamah Cheney, el señor Cheney, que juró que, si lo veía en suelo americano, lo mataría. A eso los historiadores suelen llamarle su "exilio" en Fiesole. No hace falta decir que vuelve a américa únicamente tras la muerte de Mr. Cheney.
Y más amarillismo que afecta a su obra: Wright jamás reconoció sus méritos a Schindler, único arquitecto, creo, que lo siguió sin que su obra perdiese intensidad por ello. Los demás quedaron totalmente vampirizados por el maestro, completamente anulados por él.
Su hijo Lloyd fue sistemáticamente explotado por el padre, y se quedó en California por el resto de su vida, desarrollando una más que interesante carrera en solitario, que te invito a seguir. Muy a la sombra del padre, eso sí, pero nada despreciable.

Y, como última anécdota, un descubrimiento mío reciente (aunque bien conocido por los historiadores): Le Corbusier presentó, en los años 20, su Mundaneum al señor Rockefeller y a su amigo Solomon Guggenheim... el Mundaneum era una pirámide con una rampa contícua en su interior, de base cuadrada.
Cuando Guggenheim encarga su museo a Wright, éste, "casualmente", propone una rampa contínua... con base redonda, e invertida gracias al uso del ascensor. Si dibujas la planta y la sección del Mundaneum completamente aplastadas, sin la tercera dimensión, tendrás su Museo de Crecimiento Ilimitado. Si sigues con la idea de Ziggurat, y la desarrollas curvando paredes y con el movimiento contínuo interior, tendrás el Guggenheim. Lo curioso (que demuestra que Wright copió, y sus limitaciones como arquitecto cuando lo hacía) es que los espacios de exposición del Guggenheim jamás han funcionado. El museo usa la ampliación de Charles Gwathmey (edificio muy interesante, por cierto) como espacio expositivo útil. Lo otro que demuestra lo poco genuíno que es el edificio es lo mal que se entrega con New York. Quizá estemos ante el edificio con menos sentido urbano de toda la ciudad.

Igualmente, adoro todos estos ejemplos, tanto el Mundaneum como el Museo de Crecimiento Ilimitado como el propioi Guggenheim.

Ah, por alguna extraña razón, Wright odió toda su vida a Le Corbusier, de quien decía que sólo sabía hacer "cajas con muletas", y que escribía demasiado. Curioso.

Carlos Zeballos dijo...

Jaume:
Alguna vez espero hacer un post sobre el Guggenheim de Nueva York, y voy a copiarme tu interesante comentario (sin invertirlo, lo prometo).

Sí, cuentan que cuando Wright mataba moscas, las aplastaba diciendo "¡Te tengo Gropius!¡Te tengo Mies Van der Rohe!¡Te tengo Le Corbusier!"

Unknown dijo...

esta no la sabía. Es insuperable! Qué morro que tenía este hombre, por favor... en fin. Uno lee su autobiografía (mentirosa, como toda buena autobiografía que se precie) y ya no se escandaliza de nada.

Matte Kudasai dijo...

Hola. Perdona si no va con el tema de Wright, pero me preguntaba si tendrías información acerca del edificio administrativo de la Bacardi cerca de la Ciudad de México de Mies Van der Rohe. O tal vez te dé un pretexto más para visitar México y hacer una reflexión del único Mies que hay fuera de Europa y Estados Unidos. Por otro lado, también podrías venir a visitar la Casa de Max Cetto en la colonia Pedregal, hacer una nota de esa casa, y de Ciudad Universitaria recientemente admitida como patrimonio de la humanidad. Por mi parte trataré de hacer un reportaje de los edificios de Hannes Meyer igual en la ciudad de México. Visítanos pronto y como estudiante de arquitectura y habitante del DF te lo agradeceremos.
PD: Estoy iniciando un pequeño blog de arquitectura pero entre la carrera y el trabajo me da poco tiempo, sin embargo me gustaría que le diera una leída a los más recientes posts y dejaras un comentario si no es molestia.
Tienes muy buenas fotos por cierto. Encontré tu blog buscando unas imágenes para convencer a mi padre de visitar la casa Barragán, y pues le encantó.

Matte Kudasai dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Zeballos dijo...

Chotto Matte ne... lamentablemente no tengo información sobre el edificio que me mencionas. Me encantó México, aunque obviamente en el poco tiempo que estuve me faltaron muchas cosas que ver.
Me gustó mucho tu blog! De hecho lo he recomendado en mi página facebook.
Un abrazo

pharmacy dijo...

Un pais impresionante que ha sufrido cantidad de cosas atraves de la historia y aun asi se ha mantenido, impresionante historia de supervivencia.