11 octubre, 2010

LA TORRE EIFFEL Y LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS. 1889.

Foto cortesía de 5348 Franco.

La Exposición Universal de 1889 le regaló a París –y a Francia- su más conspicuo monumento: la Torre Eiffel. Muy criticada en su momento y a punto de haber sido demolida, la torre, con sus 325 m de altura, ha sobrevivido 40 años como el edificio más alto de la tierra, y más de un siglo como el símbolo del país galo. Es, además y por supuesto, Patrimonio de la Humanidad por UNESCO.

Foto cortesía de rudy atallah.


CONTEXTO

Desde la primera Exposición Universal, celebrada en Londres en 1851 (de la cual, lamentablemente, no queda nada ya que el famoso y audaz Palacio de Cristal fuera siniestrado en un incendio en 1936), las potencias europeas utilizaron estos eventos para dar a conocer sus adelantos científicos y artísticos y, por supuesto, utilizarlos como una herramienta de propaganda política. Es por eso que París había organizado exposiciones universales en 1855, 1867 y 1878. Pero 1889 era una fecha especial, ya que se cumplían 100 años de la toma de la Bastilla, y de la proclamación de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, que sirvieron de inspiración para la independencia de muchas naciones en la tierra. Sin embargo, el lamentable baño de sangre real que sucedió a la Revolución Francesa cohibió a monarquías europeas de entonces, como Inglaterra y Prusia, a participar de la Exposición.

Pero además, la Tercera República Francesa necesitaba la Exposición para recuperar la moral de la nación, tras la caída del Segundo Imperio y la vergonzosa derrota en la guerra Franco-Prusiana en 1871. Era pues imprescindible lograr una imagen que pusiera de nuevo a Francia en la palestra de las grandes potencias europeas.

La torre desde el Palacio de Trocadero

UBICACIÓN

La Exposición se ubicaba en un área rectangular de cerca de 1 km².



Urbanamente, establecía un eje visual que , partiendo del Palacio de Trocadero, atravesaba el Río Sena hasta el parque del Campo de Marte, utilizando a la Torre Eiffel como un marco alineado a dicho eje. La Expo ocupaba también el área de la vecina Explanada de los Inválidos.

Nótese la sombra de la Torre sobre el río Sena. Al frente el Palacio de Trocadero.

LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL

Puerta de ingreso a la Exposición Universal de 1889

Impresionante Pabellón Argentino, premiado en la Exposición. Recomiendo un interesante y detallado artículo del arq. Gustavo A. Brandariz (gracias a la cortesía de Martín Lisnovski).

La Exposición, inaugurada 6 de Mayo de 1889, estuvo compuesta por cerca de 80 edificios, siendo el más importante la Galerie des Machines, diseñada por el arquitecto Ferdinand Dutert y el ingeniero Victor Contamin. Se trataba de un edificio alargado de 420 m de largo y 115 m de ancho.



Notoriamente no había columnas en el medio, lo que aseguraba un espacio amplio para las grandes maquinarias expuestas.


Otro de los atractivos de la Expo fue la llamada Historia de la Habitación, creada por Charles Garnier, el notable diseñador de la Ópera de París. Se trataba de un conjunto organizado en dos categorías: prehistórica e histórica. En la primera habían estructuras simples ambientadas en hábitats naturales (al aire libre, bosques, rocas y grutas). En la segunda, estructuras de “civilizaciones primitivas” (egipcia, asiria), civilizaciones provenientes de la invasión aria (hindú, persa, alemana, gala, griega y romana) y "versiones contemporáneas de civilizaciones primitivas que no han ejercido ninguna influencia en el avance de la humanidad" (china, japonesa, inca, azteca y africana).




Muchos avances fueron expuestos en esta Feria Universal, la que fue la primera en la historia
en se abierta de noche, gracias a la iluminación eléctrica.

Hoy en día la iluminación de la torre es parte de un sofisticado estudio que resalta su coloración.

Pero sin duda el elemento más llamativo de la Exposición lo constituía la enorme torre, promovida y construida por la compañía del Ingeniero Gustave Eiffel.


CONCEPCIÓN DE LA TORRE

Es curioso pero Gustave Eiffel no diseñó la famosa torre que lleva su nombre. Es más, se mostró poco entusiasta cuando, en 1884, Emile Nouguier y Maurice Koechlin, dos ingenieros de su compañía, le acercaron sus bocetos para una torre de 1000 pies que adornaría la Expo. Aquel primer boceto incluía ya la forma de la torre que vemos hoy, apoyada sobre 4 patas que ascendían en forma triangular describiendo caras curvas, aunque presentaba 5 plataformas. Eiffel, sin embargo, autorizó a sus ingenieros a que continuaran con los cálculos.

Primer esquema de Emile Nouguier y Maurice Koechlin. La llamada "Torre de los 300 metros" sería más alta que las alturas combinadas de la Catedral de Notre Dame, la Estatua de la Libertad, el obelisco de Washington, el Arco del Triunfo entre otros. Fuente Wikipedia.

Para cuando la torre tuvo 3 plataformas, intervino el arquitecto Stephen Sauvestre, quien añadió los arcos y detalles en estilo Art Noveau, que embellecieron la estructura y que aun hoy pueden verse, además de incluir mampostería en la base.

Diferentes bocetos de la torre.

Si bien no diseñó la torre, una vez que Eiffel se interesó en ella puso toda su experiencia, energía y hasta su propio financiamiento de hacerla realidad. Para algunas autoridades no tenía sentido invertir gran cantidad de dinero en hacer aquel monumento inútil, por lo que Eiffel tuvo que financiar el 80% de la construcción de la torre, adquiriendo los derechos de la misma por 20 años.


Después de todo, Eiffel se había hecho de una reputación y fortuna construyendo puentes y otras estructuras en muchas partes del mundo, incluyendo puentes, mercados y hasta iglesias en países tan distantes como China, Filipinas, España, Perú y Chile, así como el armazón que sostiene al la Estatua de la Libertad en Nueva York, regalo francés a EE.UU. La base de su éxito fue que su compañía diseñaba y producía cada una de las piezas de estas estructuras, las cuales eran luego trasladadas al lugar y ensambladas como un gigantesco mecano. Las piezas prefabricadas y estandarizadas reducían notablemente los costos y el tiempo de construcción.

Sin embargo, Eiffel no llevó a cabo la ejecución de la torre sin oposición. Decenas de artistas, literatos, poetas, escultores y otros intelectuales, entre los que estaban Charles Garnier y Alexander Dumas, escribieron una carta abierta condenando la torre, a la que veían como un monstruoso artefacto que ineludiblemente destruiría el bello perfil de París.

Caricaturas ridiculizando la torre

CONSTRUCCIÓN

La ejecución de un monumento tan alto con una estructura liviana tenía un enemigo considerable: el viento. La torre debería soportar fuertes vientos en su cima y debía mantenerse estable, sin hundirse, ya que se hallaba en un terreno próximo al Sena. De hecho, un análisis contemporáneo demuestra que la parte inferior de la torre se halla sobre dimensionada a fin de soportar vientos.
La construcción de la torre se inició en 1887 con la preparación de los cimientos, separados entre sí formando un cuadrado de 125 metros. Para garantizar la impermeabilidad de los cimientos se crearon grandes cajas metálicas que fueron luego rellenadas de concreto. Estas cajas serían sumergidas bajo el agua. Los obreros trabajaron al interior de estos estos pozos de cimentación a los que se inyectaba aire comprimido.


De allí partían los pilares, formados por planchas de hierro que se unían por pernos. Estas grandes columnas diagonales habrían de albergar los ascensores, que vencieron el reto de elevarse diagonalmente.


Los arcos, ubicados a 39 m de altura y con un diámetro de 74 m, ayudan a dar mayor resistencia a la base, a la vez que enmarcan la visual a nivel peatonal. El estilo de la ornamentación podrá parecer recargada, pero en su momento pertenció al innovador estilo Art Noveau.

Foto cortesía de rbpdesigner.


Las plataformas

La primera plataforma, de un área de 4200 m2 se ubica a 57 m sobre el piso. Esta plataforma presenta un vacío en su área central.

Izquierda: Montaje metálico de una de las patas. 18-07-1887
Derecha: Montaje de la parte inferior de los postes. 07-12-1887

Down under. Foto cortesía de Coussier.

El segundo nivel, con una superficie de 1650 m2, está a 115 m de altura. Es aquí donde en 1983 se abrió el famoso restaurante Julio Verne.

Izquierda: Montaje de los pilares sobre la primera plataforma. 15-05-1888
Derecha: Montaje de la segunda plataforma. 21-08-1888

La tercera plataforma tiene 350 m2 y se halla a 275 m de altura. Aquí vimos una reproducción de la famosa visita de Thomas Edison a Gustave Eiffel.

Izquierda: Montaje de la tercera plataforma. 26-12-1888
Derecha: Montaje del campanil. 15-03-1889


La torre se construyó en dos años, dos meses y cinco días, en el doble del tiempo calculado y con una inversión mucho mayor que la presupuestada. Fue inaugurada oficialmente el 31 de marzo de 1889.


LEGADO

La torre Eiffel fue también parte importante de la Exposición de París de 1900, aunque fue menos concurrida que la primera vez (a pesar de la mayor afluencia a esta feria).

Exposición de París en 1900. Foto cortesía de Brooklyn Museum.

La torre estaba destinada para su demolición en 1909, por lo que Eiffel promovió un movimiento cultural para preservarla. El principal argumento en su contra era que la torre era “inútil”, por lo que Eiffel destinó su oficina como un lugar que aprovechara la gran altura para realizar experimentos, que hubieran sido imposibles de realizar en otro lugar, como por ejemplo sobre telégrafía y radiofonía. Aún así la preservación de la torre se llevó a votación entre los concejales que querían preservarla y aquellos que querían derribarla para embellecer paisajísticamente el área que ocupaba. Es obvio que ganaron los preservacionistas, aunque la verdad es que la torre se salvó… por un voto ¡Un voto!


La Torre Eiffel demostraría su importancia cuando, durante la primera guerra mundial, y con tropas prusianas a 40 km de París, militares franceses apostados en lo alto de la estructura interceptaron un mensaje telegráfico enemigo, y lanzar una contraofensiva en el momento preciso, salvando a la capital gala de su inminente caída.

Durante la ocupación nazi en 1940 los cables de los ascensores fueron cortados para impedir que los alemanes puedan usarlos, así que la bandera de la esvástica tuvo que ser acarreada a la cima a pie. Tras la liberación de París por los aliados, los cables fueron repuestos y los elevadores estaban en uso a las pocas horas.


Pero es a partir de los 70s, gracias al boom turístico, que la torre adquiere la importancia que tiene hoy. Actualmente, la torre que promovió, construyó y defendió Gustave Eiffel, recibe más 6 millones de visitantes al año, una cifra que el avezado ingeniero francés jamás hubiera podido imaginar.

Foto cortesía de Marc Benslahdine.

VER TAMBIÉN
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La visita a la Torre Eiffel es una experiencia única, que va más allá de su altura. Torres como la Taipei 101 o las Petronas alcanzan una mayor estatura, pero no sugieren la sensación que transmite la centenaria torre francesa. Ni siquiera la Tokyo Tower, réplica japonesa de la Eiffel, logra encandilar como lo hace la original. No lo sé, tal vez tenga que ver con la traza urbana que se extiende bajo sus patas, la contundencia del Campo de Marte que se encuentra con el abrazo del Palacio de Trocadero. Tal vez sean los luminosos reflejos del Sena, o aquella atmósfera cargada de historia, belleza, arte y glamour que flota sobre las calles parisinas, y que ahora podemos ver desde el aire. Tal vez sea esa historia, marcada por grandes eventos del siglo XX, pero también repleta de incontables historias pequeñas que transpiran en las estructuras de hierro, a pesar de haber sido repintadas una y otra vez, pequeñas historias pertenecientes a sus 200 millones de visitantes. Y a pesar de las multitudes que se apretujan en las filas o en los ascensores, de las bulliciosas masas de turistas, de los destellos de flashes, tratando de captar esa visita inolvidable, a pesar de todo este frenesí, siempre consideraremos a la Torre Eiffel como uno de los destinos románticos par excellence.

11 comentarios:

Juan dijo...

Hola amigo peruano. Felicitarle una vez más por su extraordinario blog, del cual aprendo mucho. Sobre la Exposición de París, decir que fue el triunfo de la burguesía cien años después del inicio de su revolución. Esa arquitectura del hierro logró entrar en la historia de la arquitectura por la puerta grande, con el uso de los nuevos materiales y con su modelado artístico de se hierro, que a mí me recuerda a los rejeros españoles de los siglo XVI y XVII en los coros de las catedrales españolas y latinoamericanas. Me encanta ese trabajo del hierro y del ladrillo rojo que combina la estética con la utilidad de la construcción en estaciones ferroviarias o mercados o fábricas.
Imagino la admiración de los asombrados asistentes a la Expo de 1889 al ver esas genialidades de las armaduras de tornillos, hierros, etc. Ese icono de París junto a Nôtre Dame.
Saludos amigo.

arq. Martín Lisnovsky dijo...

Genial y sumamente didáctico, mi amigo Carlos. Sólo una aclaración: La foto del "Domo de la Exposición" es en verdad el pabellón premiado que casualmente fue el....PABELLON ARGENTINO!!!

Carlos Zeballos dijo...

Juan: muchas gracias, es curioso, yo también estaba pensando en la admiración que habría causado la Torre Eiffel a los visitantes de la Expo en 1889. A nosotros nos impresiona, a pesar de que hemos crecido siempre con la imagen de ella. Pero verla aparecer de pronto, en una época donde todavía no habían avioses, debió haber sido una experiencia sobrecogedora.

Carlos Zeballos dijo...

Martín. Excelente aporte, el nombre del edificio no figuraba en ningún sitio. ¡Y felicitaciones por el pabellón!
Un abrazo

jmhdezhdez dijo...

Para mi el verdadero artífice del diseño de la famosa Torre Eiffel de París fue el ingeniero Maurice Koechlin, quien había sido contratado para la empresa de construcciones metálicas por Gustave Eiffel en 1879. Este importante ingeniero ya había diseñado la estructura interna que sostiene a la también famosa Estatua de la Libertad situadda en Liberty Island, obra del escultor francés Fréderick Auguste Bartholdi...

Un saludo y muy buen artículo Carlos, sigue así¡¡¡

arq. Martín Lisnovsky dijo...

te dejo un link con el artículo del arq. Gustavo Brandariz sobre el pabellón:
http://www.clubdelprogreso.com/index.php?sec=04_05&sid=44&id=2789

ShaelKoNef dijo...

bella torre
por ella misma
y por todo lo que significa.

Salir del metro Trocadero y girar hacia la torre es una de las experiencias mas sublimes que uno pueda tener..


A la prochaine, Carlos

Carlos Zeballos dijo...

Concuerdo plenamente Eduardo. La verdad es que me quedé tan embelesado con la torre, tomándole fotos y tratando de captar su imponente presencia, que mi mujer se puso celosa de la estructura, jajaja.
Un abrazo

Daniel de Zayas Fernández dijo...

La Exposición Internacional en Sevilla no fué en 1982, sino en 1992. Deberían corregir este dato en la lista de exposiciones.

Carlos Zeballos dijo...

Gracias Daniel. Un saludo

Franco Acosta dijo...

Excelente informe, aprendí mucho sobre la torre y me sirvió para un trabajo para la facultad. Muchas gracias!!!