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02 mayo, 2012

VÍCTOR HORTA: CASA-ESTUDIO EN BRUSELAS

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Victor Horta es el más importante exponente del Art Noveau en Bélgica, el movimiento artístico-arquitectónico que sucedió al Neoclasicismo y que se extendió por Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Entre sus obras, su casa-estudio destaca por la calidad de su concepción espacial y prolijidad de sus detalles. UNESCO, al declarar este edificio como Patrimonio de la Humanidad, subrayó que "la revolución estilística representada por estos trabajos se caracteriza por la difusión de la luz, y del empalme brillante de las líneas de la decoración con la estructura del edificio".

Casa-estudio Horta. Detalle de la fachada

EL ART NOVEAU

Con sus motivos vegetales y reminicencias naturales, el movimiento Art Nouveau floreció -valga la alegoría- en Europa entre 1890 y 1910. Rechazando por un lado el historicismo ecléctico y por el otro el mecanicismo industrial que caracterizaban la arquitectura del viejo continente a finales del siglo XIX, el movimiento Art Noveau asumió las ventajas de la arquitectura de acero pero refinó su decoración, representando elementos de la naturaleza que revestían un carácter ornamental además de funcional. El nombre Art Noveau implica un cambio, y es así como se la conoció en Francia y Bélgica, llamándose Jugendstil en Alemania y Letonia, Secezion en Austria, Modernismo en España y Arts and Crafts en Gran Bretaña. El máximo exponente del Art Noveau en Bélgica fue Víctor Horta, quien desarrolló varios edificios en este estilo en Bruselas, además de otros maestros como Henry van de Velde y Paul Hankar.

Victor Horta en su estudio

EMPLAZAMIENTO

La ubicación de la casa Horta en las afueras de Bruselas, en los lotes 23 y 25 de la Rue Américaine, obedece a la expansión urbana que experimentaba la capital Belga a finales del siglo XIX, producto de la bonanza que le influyera la espantosa colonización de Congo a manos del Rey Leopoldo II.
Los predios se ubican en una manzana triangular, de lotes estrechos y alargados, que definen un perfil compacto y sin retiro hacia la calle pero que hacia el corazón de la manzana enfrentan un área arbolada y con jardines. La fachada hacia la calle Americana está orientada hacia el norte, lo cual le otorgaba en sí un asoleamiento poco favorable.


LA FACHADA

Lo primero que destaca en la fachada es que el arquitecto diferenció claramente la casa del estudio en la elevación. En ambos casos también la propuesta plantea composiciones asimétricas, en rebeldía contra los cánones de la época. No obstante, ambos edificios mantienen un diálogo fluido en términos de líneas generales de composición, forma y proporción de vanos, materiales y colores, con los que además se integra a otros predios de la calle.

Perfil urbano de la calle. Foto cortesía de Marie-Hélène Cingal

Asimismo, ambas fachadas se asientan en un zócalo de piedra azulada que se prolonga hacia la vereda, que es del mismo material.


La fachada del estudio se desarrolla en tres niveles, los dos primeros más macizos y claramente diferenciados del tercero. Haciendo alarde de la fortaleza estructural del acero, hay una discontinuidad entre los vanos del primer y segundo nivel, a diferencia de las casas vecinas en las que el ritmo entre vanos y columnas se repite en todos los pisos. En el último nivel el estudio es básicamente acristalado, enmarcado por unas delgadas columnas metálicas de color ocre.


La fachada de la vivienda está recubierta en piedra, pero en ella destaca el trabajo hecho en metal para los balcones, que sostienen un doble ventanal. Éstos se apoyan en una viga de acero que discurre a lo largo del primer nivel.




Es notable el nivel de detalle y el diálogo entre los elementos de piedra y metal que componen ambas fachadas, muchas veces ocultando funciones específicas y mundanas detrás de elaboradas formas estilísticas.



EL INTERIOR

El interior de la casa estudio ha sido testigo de diversas modificaciones y refleja los avatares de la vida del arquitecto, incluyendo su divorcio así como distintas necesidades profesionales. En 1919 Horta separó ambos solares y los vendió a diferentes personas.

La casa y el estudio se distribuyen en 5 niveles: un sótano, la planta baja, el piano nóbile (o segundo nivel respecto a la calle), y la primera y segunda planta (o tercer y cuarto nivel respecto a la calle. Hago esta salvedad debido a la diferencia que existe en la numeración de los niveles en diferentes países). Estos niveles se van extendiendo con sus respectivas mezaninnes (o medios niveles) en torno a la escalera central.


Secciones del estudio y la vivienda. Planos cortesía de Horta Museum.

En general la casa es mucho más luminosa y con colores más cálidos que otras contemporáneas, dado que Horta innovó en el uso de iluminación eléctrica en reemplazo del gas (que era muy sucio y por tanto provocaba que los colores usados en las paredes fueran oscuros).


PLANTA BAJA (Izquierda): Casa 1. Recibidor - Guardarropa, 2. Escalera principal, 3. Bodega- Cocina, 4. Escalera de servicio. Estudio: 1. Nuevo guardarropa, 2. Librería.
PIANO NOBILE (Derecha): Casa 1. Sala de música. 2. Escalera principal. 3. Comedor. 4. Salón. 5. Escalera de servicio. Estudio: 1. Victor Horta's salón de espera. 2. Oficina de Victor
Planos cortesía de Horta Museum.

TERCER NIVEL (Izquierda): Casa: 1. Salón, 2. Escalera principal, 3. Dormitorio, 4. Tocador. 5. Vestidor, 6. Baño. 7. Escalera de servicio. Estudio: 1. Biblioteca, 2. Oficina para personal del museo.
SECOND FLOOR (Derecha): Casa 1. Guest-room. 2. Escalera principal. 3. Cuarto de Simone Horta. 4. Terraza de invierno. 5.Terraza. 6. Escalera de servicio. Estudio: 1. Ático. Oficina para personal del museo. .
Planos cortesía de Horta Museum.

La vivienda acoge al visitante en un cómodo recibidor ubicado en la planta baja (a diferencia de las viviendas de la época, que colocaban la cocina cerca de la entrada por lo que el recibi era un espacio pequeño y estrecho). A continuación, tras ascender por unos escalones de mármol blanco, se accede a la escalera, el elemento central del espacio interior, la cual, además de servir a los diferentes pisos dispuestos en desnivel, brinda copiosa iluminación al interior de la vivienda, algo especialmente útil tratándose de un lote alargado y con mala orientación en la fachada.



La escalera es coronada por un espectacular lucernario vidriado, en forma de semi-bóveda. El generoso pozo de la escalera de diseño ligero y transparente, que se va ensanchando desde abajo hacia arriba , permite la comunicación visual entre todos los niveles de la casa, y a la vez provee un espacio acogedor para sus habitantes.



Horta puso un gran esfuerzo en decorar este ambiente, diseñando con cuidado cada elemento estructural y mobiliario, evitando al mismo tiempo caer en el barroquismo. Por ejemplo, las luminarias que cuelgan de las estructura y otros ornamentos parecen extenderse al infinito gracias a sendos espejos ubicados a los costados.




La escalera en sí tiene un minucioso estudio funcional, que pasa desapercibido ante su extraordinario desarrollo formal. Lo cierto es que el paso y contrapaso de cada peldaño es diferente y su proporción va cambiando a medida que se va ascendiendo por ella.



El piano nobile comprende el salón de música y el comedor, con la escalera como elemento distribuidor y comunicador espacial entre ambos lados del edificio. En la escalera, el arquitecto utiliza arcos metálicos que descansan en una columna de mármol y que evocan la arquitectura gótica.


El comedor se halla recubierto por un ladrillo esmaltado blanco, un material sencillo que es trabajado con exquisitez y alternado con cristales, mármoles, metales dorados y finas maderas.


El espacio es generosamente iluminado mediante una mampara que da hacia el jardín, reforzando la idea de contacto con la naturaleza que el Art Noveau se esforzaba en predicar.

Comedor. Foto cortesía de Sigfus Sigmundson

El mismo contacto con la naturaleza se encuentra en el dormitorio de Simone, la hija del arquitecto, localizado en el último nivel . Para ella, Horta hizo una expansión de la casa creando un confortable jardín de invierno. Durante la visita, efectuada en marzo, pude constatar la calidad de este ambiente, que recogía el sol vespertino y esparcía su calor hacia la habitación contigua.


DETALLES







Foto cortesía de Sitomon


VER TAMBIÉN
ART NOVEAU (MODERNISMO)


Junto a la arquitecta Natalia Barreda. Fue un gusto reencontrarte en Bruselas, querida amiga.

19 julio, 2011

OTTO WAGNER: DEL MODERNISMO A LA MODERNIDAD II

Foto cortesía de Vestaligo.

CAJA POSTAL DE VIENA
“La arquitectura debe dejar de imitar estilos del pasado. Debe convertirse en un verdadero reflejo de nuestros tiempos, expresando simplicidad, una naturaleza funcional, e incluso la precisión militar de nuestra vida moderna.”
Otto Wagner.



La sede de la Caja Postal de Viena (1903-06), diseñada por Otto Wagner, es un claro ejemplo del tránsito de la arquitectura modernista (Art Noveau o Judendstil) a la arquitectura moderna. Funcionalismo, flexibilidad, generosa iluminación, economía, tecnología y austeridad en la ornamentación marcaron el inicio de lo que serían las características de un estilo de arquitectura que valoramos y usamos –con distintos matices- hasta nuestros días. Para el arquitecto, sería la plasmación de sus ideas expuestas desde 1896, cuando publicó su libro titulado “Arquitectura Moderna”.

Armonía pero a la vez contraste entre la arquitectura decimonónica del lugar y la propuesta de Wagner.

ANTECEDENTES

La Caja Postal fue abierta en 1880 en un templo dominicano, con el apoyo de las autoridades imperiales y la Iglesia, con el propósito de convertirse en el banco de los pequeños ahorristas, como alternativa a los grandes bancos.

Sede original de la Caja Postal.

Con el cambio de siglo, la Caja organizó un concurso para desarrollar un edificio que transmitiera la imagen progresista y moderno tanto a sus clientes como a toda la sociedad. El proyecto de Wagner fue elegido entre otras 37 propuestas, más conservadoras.

Fachada principal (1904-1906)
Extensión trasera (1910-1912)

Sección longitudinal. Imágenes cortesía del Banco Postal de Viena.


UBICACIÓN

Ringstrasse, un desarrollo urbano que reemplazó las antiguas murallas de la ciudad de Viena, constituía el símbolo del poder imperial austriaco. Allí se encuentran prestigiosos edificios, como la Ópera y por tanto la ubicación era privilegiada para la nueva Caja Postal.

Viena en 1872. Puede verse la zona del Ringstrasse en la antigua muralla.

EnlaceVer ubicación en Google Maps
El banco está cercano al Danubio

Sin embargo, la primera sensación que se percibe sobre el tamaño banco es mucho menos impresionante de la que transmiten el resto de edificios monumentales en esta zona. El edificio enfrenta una pequeña plaza, hacia la cual su fachada principal ha sido diseñada guardando precisas proporciones.

Compárese la fachada de la Caja Postal con aquella del Ministerio de Guerra, que se encuentra al otro lado de la plaza.

Es otro el efecto cuando el usuario se aproxima y descubre que en realidad el edificio es enorme y cubre la manzana entera. Dado que la manzana es trapezoidal, la fachada principal corresponde al lado más largo, y que fue de hecho el primero en ser construido.

Elevación posterior.

COMPOSICIÓN

El edificio de 8 niveles es organizado de forma simétrica, disponiéndose en torno a 5 pozos de luz que iluminan naturalmente el interior del edificio. En realidad se trata de dos edificios adosados, construidos en dos partes para poner en funcionamiento la Caja lo más pronto posible: la zona este fue construida entre 1904-06 y la zona oeste fue edificada entre 1910-12. Ambas partes, si bien guardan armonía al interior, no están interconectadas espacialmente.

Vista de la entrada porterior

A pesar de que su estilo difiere notablemente del resto de edificios que lo rodean, el arquitecto tuvo el respetuoso criterio de mantener algunas características del entorno, como volumetría, color y ritmo de vanos.



La fachada está coronada con una alegoría escultórica, también muy simple si se compara con otras estatuas cercanas.


Además, como en otros edificios de Wagner, hay una cornisa que remata la composición de la fachada y que sobresale ligeramente del perfil del banco.


Una sencilla marquesina de metal y vidrio sostenida por finas columnas de hierro forjado recubiertas de aluminio marca el acceso principal al edificio.


Tras este acceso, un atrio de escaleras nos conduce al espacio central del banco, una situación que evoca la experiencia de muchos templos a los que hay que acceder por escalinatas.

Foto cortesía Mundate.

Sin duda el gran patio central el espacio público más cautivante de todo el edificio. Se trata de un patio de 550 m2 protegido por una cobertura de metal y vidrio translúcido, con una nave principal más alta que las dos naves laterales, al mero estilo de una iglesia paleocristiana.


Este espacio tiene una doble cobertura de vidrio, el techo superior es a dos aguas mientras que el cielorraso inferior es una especie de bóveda achatada. Esto brinda una generosa iluminación al interior, pero controla el asoleamiento, en un efecto parecido al que hemos visto en el caso del edificio de la Secesión, de Olbrich.

Fotos cortesía de clod 111.

Al interior no se incluyeron grandes paredes portantes, lo que permitía total flexibilidad a las diversas funciones del banco, iluminadas por generosas ventanas.
Para los pisos combinó el uso del mármol con el linóleo, un material que recién empezaba a usarse en esa época. También, el piso del atrio principal está hecho de bloques de vidrio, que permiten el paso de la luz a los ambientes del sótano.

TECNOLOGÍA

Wagner quiso que su edifico sea económico, durable y fácil de mantener. Para ello, utilizó algunos elementos innovadores para la época que permitieron construir el edificio en tiempo récord y sobre todo muy económicos. El arquitecto construyó paredes de ladrillo forrándolas con planchas de piedra o mármol, a diferencia de otros edificios de la época que eran hechos enteramente en piedra.


Un detalle muy distintivo de la fachada son las clavijas metálicas recubiertas de aluminio (17,000 en total), que supuestamente unen las losas de piedra a las paredes de ladrillo y que de alguna forma evocan la arquitectura industrial, aunque hay quienes encuentran similitud en esta alegoría con una caja fuerte. Sin embargo, se trata de un ardid decorativo, ya que las planchas fueron unidas con mortero.


En todo el edificio se puede ver similar uso de estas decoraciones de aluminio simulando pernos y de hecho es una de las cosas que más salta a la vista cuando se lo compara con los otros edificios vecinos, particularmente en la fachada principal donde hay mayor concentración de estas clavijas. Además de ellas, algunas otras protuberancias de forma almohadillada dialogan con la forma de las placas de piedra, a la vez que establecen un patrón decorativo en la fachada. Es casi como si el arquitecto hubiera querido transmitirnos el concepto de esta ordenada matriz a través de un gigantesco mensaje en sistema Braille.



MOBILIARIO

Wagner también diseñó los elementos de mobiliario que complementan la arquitectura del edificio: paneles divisorios, alfombras, radiadores, lámparas, relojes, escritorios, sillas, asientos, guardarropas y, por supuesto, la caja de la bóveda. El mobiliario se caracteriza por su sobriedad casi minimalista, la ausencia de ornamentación y su funcionalidad. Es notorio como el mayor nivel de confort estaba dado para los directivos de la institución, mientras que el asiento para los clientes se trataba de un banquillo sin respaldo.


En el espacio principal destacan unos cilindros metálicos de apariencia escultórica, que son los radiadores del sistema de calefacción.

Foto cortesía de niceguydave.

***

Puedo imaginar el optimismo de Wagner, de los funcionarios de la Caja y en general de la sociedad vienesa cuando el banco fue culminado en 1912. El impresionante edificio era, efectivamente, una representación del poder imperial, al que el arquitecto había visto nacer y desarrollarse desde su juventud y que parecía crecer inexorablemente hacia el futuro. Quién pudiera decirle que, apenas 2 años después de la culminación del edificio, el Duque Franz Ferdinand, heredero al trono austro-húngaro, sería asesinado en Serbia, y que eso desencadenaría un conflicto de enormes proporciones: la Primera Guerra Mundial. En 1918 llegaría el fin de la guerra como también el fin del Imperio de Austria-Hungría. Ese mismo año Wagner había muerto con él.

"Lo que es impráctico no puede ser bello"
Otto Wagner
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- ART NOVEAU (MODERNISMO)