Mostrando las entradas con la etiqueta piramide. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta piramide. Mostrar todas las entradas

27 septiembre, 2014

LA PIRÁMIDE Y EL COMPLEJO DE ZOSER EN SAQQARA


La pirámide escalonada de Zoser o Djoser en Saqqara es el primer monumento construido en piedra en la historia de la humanidad, y aquél que marcara el camino para el desarrollo de futuras pirámides durante las diferentes dinastías egipcias. De la mano del genial arquitecto, filósofo y médico Imhotep, el complejo en Saqqara no solamente dio un gigantesco salto en el desarrollo de la arquitectura funeraria egipcia sino también (un hecho menos conocido) experimentó con un elemento que tendría un impacto enorme en la arquitectura egipcia y greco romana: la columna portante.

 UBICACIÓN 

 Uno de los aspectos más significativos del complejo de Saqqara es su emplazamiento, al Oeste de Menfis, la capital faraónica y a unos 7 kms del río Nilo. Cabe resaltar que Saqara, al igual que Giza, no eran asentamientos habitados, eran ciudades para los muertos. La ubicación al Oeste tiene relación con el ocaso, una representación de la muerte y del punto donde el sol toca la tierra. La meseta de Saqqara era ideal tanto por su emplazamiento en altura, protegiéndose de las inundaciones del Nilo, como por el carácter desértico de la misma, un contraste con la vida que simbolizaba la capital Menfis. Aún hoy es evidente esa abrupta separación entre el área cultivos y el árido emplazamiento del complejo funerario. Tanto la complicada distribución general del complejo como el detalle de muchos de sus edificios individuales puede ser explicado como la traducción de arquitectura secular residencial de Menfis en arquitectura funeraria de piedra en Saqqara.


 LAS MASTABAS, LOS ANTECEDENTES 

 Anteriormente a Zoser, las tumbas de los nobles y dignatarios eran las mastabas (que en árabe significan "bancas", dada su forma trapezoidal), que eran equivalentes en piedra de las casas de adobe de las ciudades. Eran estructuras de planta rectangular y de paredes ligeramente inclinadas, con techo plano y una única entrada. Una vez colocado el sarcófago y los tesoros del difunto en una habitación interior llamada serdab la puerta era sellada y cubierta de rocas y arena.


 LA PIRÁMIDE ESCALONADA 

 La forma de la pirámide no fue planificada desde un principio. Inicialmente sólo se desarrolló una mastaba, como era la tradición. Pero se dice que Zoser se encontró muy decepcionado al ver la baja estatura de su tumba y demandó que se haga más alta. Es así que al genial arquitecto Imhotep se le ocurrió crear una plataforma encima de la primera, y luego otra, y otra, hasta un total de 6. Para ello iba ampliando las mastabas inferiores, hasta cubrir una base de 125 x 109 meters. Estas adiciones se hacen evidentes al haber colapsado una parte de la pared, revelando su estructura interior.



Por supuesto, ni Zoser ni nadie habrían notado este artilugio ya que los bloques de piedra caliza que conformaban las plataformas fueron recubiertos con granito, otorgándole unidad y homogeneidad estilística al monumento.



Puedo imaginar la alegría de Zoser al ver su tumba terminada al rededor de 2650 a.C. Con sus 62 metros no solamente era muchísimo más alta que cualquier otra tumba anterior, sino que su forma escalonada estimulaba la idea de la ascención a los cielos y la conexión con el más allá. Además, la pirámide escalonada significaba la concreción de dos estilos funerarios paradigmáticos del Reino Antiguo: el tipo casa y el tipo montículo funerario, que eran típicos de los asentamientos del Alto y Bajo Egipto respectivamente. Al ser combinarlos en la pirámide, la arquitectura de la tumba real se convirtió en símbolo de los dos componentes del Estado egipcio. Además de su impresionante porte, la pirámide contenía un laberinto de pasajes y un innovador sistema para que la tumba pudiera sostener el enorme peso de semejante estructura.



 EL COMPLEJO DE ZOSER


 El complejo funerario real está rodeado por una pared con nichos, enmarcando un enorme recinto de 277 x 544 metros, el cual es una imitación de la pared de adobe que circundaba la residencia del faraón en Menfis, siendo el objetivo el proveer al rey de un uso continuo de su palacio en el más allá. Por esta razón muchos de los edificios son estructuras sólidas, macizas, sin ningún espacio o habitación interior y careciendo de alguna función particular más allá de la escenográfica.

1. Pirámide. 2. Tumba del sur. 3. Capillas de la fiesta Sed. 4. Templo "T". 5. Patio sur. 6. Pabellón del sur. 7. Pabellón del norte. 8. Templo funerario. 10. Columnata. 11. Corte del norte. 12 almacenes del norte. 13. Galerías del norte. 14. Serdab. 15. Altar del norte.

La gran plaza frente la pirámide es una tipología espacial que busca resaltar la escala y monumentalidad de la estructura. Es un recurso utilizado en las pirámides de otras culturas muy distantes a la egipcia como la teotihuacana, la maya y la mochica.

Ingreso al complejo


Sólo una de las 13 puertas falsas de esta muralla conduce al interior de la plaza, a traves de un pasaje techado, cuya cobertura estaba sostenida por vigas apoyadas en columnas. Estas son la primeras columnas portantes en la historia, y al parecer Imhotep no estaba muy seguro de que funcionarían, ya que las agrupó en pares y rellenó el espacio entre ellas. Esta experiencia sería la base para futuras columnas individuales en Luxor, Karnak, etc. En Saqqara las columnas fueron redondeadas a fin de parecer palmeras.


Fueron construidas superponiendo bloques individuales y tienen una base más ancha que su tope a fin de distribuir las cargas del techo.




Luego de recorrer este pasaje en la semipenumbra, el visitante se deslumbraba al acceder  a una gran plaza donde se llevaba a cabo el Heb Sed, una ceremonia efectuada en el vigésimo o trigésimo año del reinado del faraón, una especie de jubileo real en el que el monarca era "bendecido" por los dioses tras haber participado en ceremonias religiosas y realizado una serie de demostraciones físicas. Para ello, unas capillas (cuya forma asemejaba las tiendas del desierto), acogían una procesión y una serie de ceremonias oficiadas por el Sumo Sacerdote. Luego de la ceremonia el faraón era coronado nuevamente con los símbolos del alto y bajo Egipto.

Capillas laterales.

EL PROCESO DE RESTAURACIÓN

Actualmente un equipo combinado de expertos egipcios y británicos viene llevando a cabo un proceso de restauración y de reforzamiento estructural de la pirámide, especialmente la cámara funeraria que está en peligro de colapsar. El proyecto consiste en introducir un grupo de varillas de acero que permitan incrementar la estabilidad de las rocas que conforman la cobertura de la cámara mortuaria. Sin embargo, y ya que la propia perforación podría ocasionar el colapso, fue necesario primero limpiar el interior de la cámara y luego instalar un andamio conteniendo una especie de colchones de aire, que pudieran contener las rocas en caso de que colapsaran. El proyecto se ha venido realizando a pesar de condiciones muy difíciles, tanto logísticas como políticas, debido a la reciente revolución.





VER TAMBIÉN
OTRAS PIRÁMIDES ANTIGUAS





27 noviembre, 2012

CHICHEN ITZA


Desde hace muchos años había querido visitar Chichen Itzá, la espectacular ciudad maya ubicada en la foresta de la península de Yucatán al este de México, mucho antes de que sea nombrada una de las 7 maravillas o de que se pusiera de moda en los tabloides gracias a una interpretación apocalíptica de las “profecías” mayas.



Allí, debemos usar la imaginación para idear una impresionante ciudadela, llena de coloridos monumentos cuyas moles de tonos ocre, turquesa, verde, naranja, blanco y negro se erguían hacia el cielo. Al igual que sus ancestros de Teotihuacán, los mayas de Chichen Itza alternaban la riqueza arquitectónica y cromática con la escultórica, que se evidencia en el detalle de una profusa escultura en relieve en la que representaban serpientes y otras criaturas divinas.



 Las ciudades gozaban de una sofisticada planificación urbana y arquitectónica, con complejos sistemas de acueductos, canales y alcantarillado.


La ciudad de Chichen Itza era enorme y cubría una superficie de 24 kilómetros cuadrados con cerca de 400 edificios de piedra distribuídos en 46 grupos que fueron construyéndose a través de los siglos. Si bien no es necesario usar la imaginación para conocer los rasgos de sus habitantes, pues sus descendientes pupulan en todo el complejo cmo vendedores de artesanía, sí lo es para imaginar su número: más de 100,000 habitantes (sólo 10 ciudades en el mundo tenían esa población hace 1000 años).

 

Sobre el paisaje urbano, le pregunté al guía qué tan verídico había sido el film Apocalypto de Mel Gibson y me respondió: “Es extemporáneo, los mayas estaban en declive cuando llegaron los españoles ni salían a capturar prisioneros. Fuera de eso la representación es bastante realista.


Sin embargo, el área que vemos y que corresponde a la zona ritual era separada por un muro y podía ser visitada generalmente sólo autoridades prominentes. De noche, esta área debió haber presenciado un espectáculo maravilloso, al ser iluminadas las pirámides  por cientos de antorchas, como lo atestiguan los restos de aceite encontrados en las pirámides.

Las pirámides eran hechas de piedra caliza y unidas con un cemento hecho en base a cal quemada, triturada y mezclada con agua y eran frecuentemente construidas sobre estructuras precedentes. Excavaciones confirman que la pirámide de Kukulcán se yergue envolviendo tres estructuras antiguas, lo cual le permitió alcanzar una altura de 24 metros hasta la plataforma superior. A ellos se añaden los 6 metros del templo ubicado en su cénit, alcanzando un total de 30 m de altura.




Cada uno de los lados de la base tiene 55 m, lo que la hace más pequeña que la pirámide del Sol en Teotihuacan.


Pero además de su monumentalidad y elaborada calidad artística, Chichen Itza es un ejemplo de virtuosismo astronómico. Un detalle de la pirámide Kukulcán, también llamada el Castillo son las dos serpientes que flanquean la escalinata central.


Pues bien el 23 de diciembre, durante el solsticio de invierno (sí, el día en que "se acaba el mundo") las graderías de la pirámide producen  una sobra en forma de serpiente y que, partiendo en la cabeza conforma el cuerpo del reptil mágico, uniendo de esta forma cielo y tierra. Los detallados calendarios mayas les permitían además conocer los ciclos de los astros y los eclipses, y usaban esa información para regir, controlar e impresionar a la población.




Otro aspecto impresionante en este espacio es la acústica. La reberveración sonora era perfectamente estudiada, y permitía escuchar claramente a una persona hablando en la cima de la pirámide. El siguiente vídeo demuestra el impresionante efecto obtenido al ampliarse un solo aplauso de 10 a 12 veces. ¿Imagina Ud. el grito de una multitud?

El efecto acústico no sólo se daba en la pirámide, sino también en la estructura para el juego de pelota.



Este era un espacio solemne, donde se disputaba un juego de balompié (aunque también se podía jugar con hombros, codos y rodillas), haciendo rebotar una pelota de goma entre dos equipos de 7 jugadores.



El juego terminaba cuando la pelota pasaba por alguno de los dos anillos de piedra especialmente labrados en cada uno de los lados de este espacio.



El juego era un ritual sagrado, y el equipo perdedor era sacrificado, tal como lo evidencian los relieves que se encuentran a un lado de la estructura


Además de los edificios, el complejo contiene un gran pozo de agua o cenote, vital para el abastecimiento de la población y al que, paradójicamente se ofrecían sacrificios humanos en época de sequía. A ellos la ciudad debe su nombre: Chi cheén Itz a significa "boca del pozo de los brujos de agua".

Esto trae a colación la enorme huella ambiental que esta ciudad debió haber tenido, no solo por la deforestación que supuso el área que cubría, sino por la gran cantidad de árboles y agua que se requirieron en el proceso de construcción. Esta devastación forestal fue una de las causas del declive de la civilización maya. En efecto, la ciudad fue abandonada en el siglo XIII, tres siglos antes de la llegada de los españoles, debido al colapso ambiental y a la brutalidad y crueldad de la clase dirigente, que para entonces estaba conformada por una coalición entre mayas y toltecas. Esta última cultura subyugó a los mayas y ejercitó su poder a través de sacrificios humanos para adorar al sol, el cual según ellos se alimentaba de los corazones de los ofrendados. Por este motivo mucha gente escapó hacia la selva, acelerando el proceso de colapso.
Para cuando los europeos llegaron a esta ciudad, la selva la había reclamado para sí.



VER TAMBIÉN
- PIRÁMIDES AMERICANAS PREHISPÁNICAS

28 julio, 2010

PIRÁMIDES MOCHICAS: HUACAS DEL SOL Y DE LA LUNA


Cuando se habla de arquitectura precolombina en Sudamérica y en particular el Perú, se tiende a pensar únicamente en los incas. Lo cierto es que la civilización incaica se desarrolló durante apenas un siglo, pero lo hizo sobre la base de un antiguo legado cultural y tecnológico que se experimentó en territorio andino a lo largo de varios miles de años.

Una de estas importantes experiencias proviene de la cultura Mochica o Moche, desarrollada en el desértico norte del Perú, cerca a la ciudad de Trujillo, entre los siglos I y IX.


Hábiles agricultores, lograron irrigar la árida tierra alrededor del valle del Río Moche. Gracias a sus dotes guerreras pudieron expandirse a lo largo de un amplio territorio en la costa norte peruana. Además, desarrollaron una compleja sociedad teocrática que buscó expresar su poder mediante la construcción de grandes estructuras y ciudades de adobe (material predilecto ante la ausencia de piedra), matizadas por la ejecución de sanguinarios rituales. El arte mochica se plasmó en el colorido decorado de las paredes de sus templos y sus impresionantes cerámicas, llamadas huaco-retratos, por la perfección ejecutada en ellas.

Detalle de la Huaca de la Luna.


Las llamadas Huacas del Sol y de la Luna son los exponentes más conspicuos de la antigua capital mochica. Visité las huacas de niño con mi padre y luego como estudiante de arquitectura, sin embargo tuve mucho interés en visitarlas otra vez recientemente, ya que era inevitable evitar hacer un paralelo entre estas pirámides de adobe y los Templos del Sol y de la Luna en Teotihuacan, México. Para mi sorpresa, el nombre de Huacas del Sol y de la Luna les fue dado por Julio C. Tello, precisamente en una referencia a los templos mexicanos, pero que no corresponden a la verdadera función de las estructuras peruanas. Otra sorpresa más fue que en lugar de la Avenida de los Muertos que separa ambos templos en Teotihuacán, se ha descubierto una ciudad enterrada entre las dos huacas mochicas.


Restos de la ciudad entre las dos huacas, que contiene grandes avenidas, plazas, callejuelas y pasajes.

LA CULTURA MOCHE

Entendiéndose en la desértica el Norte del Perú entre los siglos I y VI d.C. los Moche tuvieron que enfrentar un medio difícil. Basándose asímismo en las experiencia de anteriores culturas como Cupisnique y Salinar, se hicieron expertos en irrigación de zonas desérticas. Su habilidad artística y rica iconografía los convirtió en los mejores ceramistas del antiguo Perú. Además, la abundancia de metales preciosos los hizo diestros orfebres, herencia que legaron a posteriores culturas como Chimú y Lambayeque. Para más información sobre la cultura Moche, vía Yachayhuasi de Historia del Prof. Arturo Gómez).


¿QUÉ SON LAS HUACAS?

La voz quechua "huaca" se usa para designar un elemento sagrado en el paisaje andino prehispánico. En los Andes centrales se le asocia con construcciones o montículos de tierra, que fueron evolucionando desde hace cerca de 4000 años. En la sierra sur peruana, en el área de influencia de los incas, las huacas son elementos más sutiles y no necesariamente construidos (una roca, una montaña, un manantial, etc.) o bien integrados parcialmente a la naturaleza, como en el caso de Qenqo, por ejemplo.

Izquierda, Huacas de la costa norte. a) Miguelito, Valle de Zaña. b) Teodora, Valle de Zaña. c) Chotuna, río de La Leche. Derecha: Forma típica de las pirámides con rampa. Ilustraciones cortesía del Arq. Carlos Williams, en su Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú.

EMPLAZAMIENTO
"La ciudad de Moche se emplaza al pie del Cerro Blanco a unos 6 km del litoral, en la margen izquierda del valle Moche y en una localización estratégica con relación a los sectores que concentran la mayor extensión de tierras agrícolas. Estas tierras, ganadas al desierto, fueron fertilizadas por un complejo y extenso sistema de irrigación desarrollado por los moche, lo que les permitió sostener una economía agrícola capaz de generar grandes excedentes productivos."

Imagen y texto tomados de la explicación en la propia Huaca de la Luna.

EL CERRO BLANCO Y LA ROCA SAGRADA

Si bien la mayoría de textos se centran únicamente en la descripción de las dos Huacas, durante la visita pude constatar la importancia que tiene el Cerro Blanco dentro de la organización espacial del conjunto y el papel protagónico que tiene en la percepción del paisaje y parece tener un rol simbólico como protector de la ciudad. Así como no se puede separar al Huayna Picchu de la ciudadela de Machu Picchu, así tampoco es posible deslindar al Cerro Blanco de la capital mochica.

Ubicación de las Huacas del Sol y de la Luna, entre el Valle del Moche, el Océano Pacífico y el Cerro Blanco.
"El Cerro Blanco constituye un hito paisajístico prominente en el valle de Moche. Sus singulares características naturales, dominando con su majestuosa forma piramidal el valle de Moche, debieron atraer la atención de sus moradores ancestrales [...]


Esta especial aura del Cerro Blanco no fue ajena a los Moche y es de suponer que en la elección de la localización de su asentamiento principal este hito natural asumió el rol del cerro tutelar, propio de la cosmovisión de las sociedades andinas.


En la religión Moche se registra un espacial culto a las montañas, posiblemente asociado a la proveniencia de las lluvias y la fertilidad agrícola. En este contexto, un afloramiento rocoso cuyanaturaleza espacial reproduce en menor escala la silueta del Cerro, es integrado a las edificaciones del complejoy valorado como roca sagrada. Las excavaciones arqueológicas han logrado un descubrimiento impactante, revelando que al pie de esta roca culminaban los rituales ceremoniales que comprometían el sacrificio de prisioneros."

Imagen y texto tomados de la explicación en la propia Huaca de la Luna.

HUACA DEL SOL

A pesar de su nombre, aparentemente no tenía un rol religioso si no se trataba de un complejo administrativo. Sin embargo, otras fuentes consultadas como Régulo Franco Jordán, sostienen que Huaca del Sol "era también un centro religioso, cuya función estaría relacionada al mundo de los vivos, y en consecuencia se podría pensar en una dualidad de funciones para las dos huacas, y una bipartición de la ciudad" (Franco Jordán, 1998).

Probablemente su planta fue en forma de cruz y contenía varias terrazas superpuestas y volúmenes escalonados en forma de talud.
Con sus 342 x 159 m y 28 m de altura en su cuerpo central (según Mansfield Hastings y Moseley, 1975) es la segunda pirámide de adobe más grande del mundo, después de la de Sechín Alto en Casma.


Durante la colonia, una “Compañía de buscadores de Tesoros” en su codicia por obtener oro lo más pronto posible, desvió el curso del río Moche para que erosionara la estructura de adobe y así acceder fácilmente a su interior. Los españoles no encontraron oro, pero sí ocasionaron un grave daño al monumento. Como puede verse en la fotografía satelital, el lado sur y oeste ha desparecido por la irrigación del valle. Sin embargo, gracias a esto es posible determinar el método constructivo de los antiguos mochicas.


El arquitecto Carlos Williams en su indispensable “Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú” anota:
“Mansfield Hastings y Moseley (1975) han estimado que en la construcción se utilizaron 143 millones de adobes. Los adobes son todos paralelepípedos aplanados, de una dimensión que varía entre 40 x 27 x 16 a 23 x 17 x 12 cm. Se utilizó barro de varias canteras y se ejecuataron a molde de 4 lados. Los moldes fueron de caña que ha dejado sus improntas en el barro húmedo. Una característica notable […] es que tales adobes llevan marcas que identifican a sus constructores. Las marcas fueron hechas con los dedos sobre barro húmedo y consisten en puntos y rayas. Las mismas aparecen en adobes de la Huaca de la Luna, pudiéndose afirmar su contemporaneidad en algunos momentos de su historia[…].

La planificación general y la organización del trabajo sugieren, contrariamente, un seguro dominio de la forma y un alto nivel de organización.

Estos métodos de ejecución de obras con el concurso de comunidades asociadas son un rasgo fundamental en la historia cultural andina. Su presencia en Moche confirma su continuidad en el tiempo y en el espacio de los Andes Centrales”.

Las fotos de los adobes corresponden a la Huaca de la Luna

HUACA DE LA LUNA

El templo principal de la cultura Mochica fue la Huaca de la Luna, separada 500 m de la Huaca del Sol. Sus dimensiones abarcaban un área de 290 x 210 m, orientada de norte a sur.


En realidad se trata de una serie de construcciones superpuestas correspondientes a diferentes épocas, incluso siglos de diferencia. Como nos comentara la guía, no necesariamente se trataba de restauraciones, sino que implicaba el surgimiento de nuevas dinastías, que construían una pirámide sobre la anterior.

La Huaca se compone de una gran plataforma construida de abobe sólido, ubicada en la esquina suroeste del monumento. La segunda plataforma se halla en la esquina sureste y la tercera en la esquina noreste. Estas plataformas se conectaban a través de cuatro plazas que se emplazaban a distintas alturas. La plaza más grande (180 x 100 m) y acceso al conjunto se ubica al norte (esta es en realidad una característica común a las construcciones mochicas). La segunda plaza se encuentra frente a la primera, pero 3.5 m más arriba. La tercera y cuarta plazas eran más pequeñas y se encuentran en la parte superior del conjunto.


La plaza principal era decorada con motivos de guerreros, y aquí se llevaban a cabo sacrificios humanos.


En contraste con el sobrio minimalismo de los incas, las construcciones mochicas estaban te decoradas con murales policromáticos que alternan tonos rojos, amarillos, azules, blancos y negros en la representación de motivos guerreros y religiosos. Particularmente notable es la figura del Dios Degollador o Ai apaec.


Continúa Carlos Williams:

"Tales pinturas no eran solamente decorativas, aunque cumplieron un rol vivaz al incorporar el color y el ritmo a los finos enlucidos de barro de los muros de los recintos principales. Tuvieron significado. Fueron jeroglíficos. Parte de una semántica ahora olvidada."



Las composiciones murales mantienes características comunes a otras culturas en el arte peruano: patrones geométricos, simetría, figuras antropomórficas, colores planos.

"Las bellas y sugerentes obras murales vinculadas a moche fueron realizadas sobre fondo blanco aliado y pintado de blanco. Se trazó una incisión leve, con trazo seguro, que después fue pintada de negro. Las superficies así delineadas fueron pintadas con rojo, rosado, amarillo, azul, marrón, en colores planos, sin degradé."
***

Imagino pues la potencia de este paisaje artificial creado en un medio inhóspito, presidido por la forma cónica del Cerro Blanco y secundada por las imponentes moles de adobe. Los habitantes de la ciudad debieron haberse sentido sobrecogido por la imponente presencia de estos gigantes monumentos entonces polícromos, y danzas y rituales debieron haber poblado sus plazas, además de numerosos sacrificios humanos a fin de aplacar la ira de los dioses, siempre sedientos de sangre.


Estas enormes pirámides debieron también haber impresionado sobremanera a los incas a su paso por estos territorios durante la conquista del norte. A pesar de haber estado abandonadas ya por 500 años en ese entonces los incas no pudieron dejar de asignarles un significado sagrado y llamarlas "huacas".


Al final, encontré esta visita sumamente interesante y, gracias a los recientes descubrimientos arqueológicos, pude ver mucho más de lo que había visto en oportunidades anteriores. Con los fascinantes planes de excavación y las muchas cosas por descubrir, así como la implementación del museo de sitio en construcción, la antigua capital Moche promete mostrar muchos más de sus tesoros ocultos en un futuro cercano.

VER TAMBIÉN
- PIRÁMIDES Y TUMBAS


Con Luis Kobata, Anthony Kunno e Yván Sánchez, la gente de Laboratorio de Arquitectura- Perú, saboreando los deliciosos frutos del mar y unas chelitas en Huanchaco. Tuvimos el gusto de conocerlos por primera vez en el viaje a Trujillo, y de disfrutar de la generosa hospitalidad norteña. Muy agradecidos, amigos.