23 mayo, 2012

SANAA: MUSEO DEL SIGLO 21, KANAZAWA


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El Museo del Siglo 21 es una de las obras más importantes diseñadas por SANAA (Sejima and Nishikawa Architects and Associates). Haciendo uso de una geometría simple y un lenguaje minimalista, el proyecto explora la permeabilidad del espacio público a través de distintos niveles de transparencia, un tema que la pareja ganadora del Pritzker ha venido explotando en anteriores trabajos a través de distintos enfoques.

Fachada.  Fuente Wikipedia

EMPLAZAMIENTO

El Museo del siglo 21 (1999-2004) se ubica en la ciudad de Kanazawa, en la prefectura de Ishikawa, emplazado al lado del Kenrokuen, uno de los jardines más bellos y famosos del Japón.



El edificio, inscrito en un círculo de 112.5 metros, se emplaza sobre un parque de forma irregular.
Algunas de las obras de arte han sido instaladas en el parque, que se comporta urbanamente como una extensión del museo.





CONCEPTO

El programa del museo incluye espacios de reunión, salón de lectura, biblioteca, talleres para niños, restaurante, servicios y áreas de exhibición. Se trata, pues, de un conjunto que debía ser a la vez público y privado, que debía tener áreas de acceso libre para beneficio de la población y otras de acceso pagado que permitieran el mantenimiento de este equipamiento.



El reto de Kazuyo Sejima y Ryue Nishikawa era crear un equilibrio entre ambos dominios, difuminando los límites entre público y privado, y para ello propusieron una trama de funciones mixtas que se fusionan en una circulación fluida y que se organizan en torno a cuatro patios centrales.

Primera planta

Sótano


La interacción es tal que por momentos las propias áreas de circulación se comportan como zonas de exhibición.



Formalmente, se trata de una serie de cajas de distinta área, altura y nivel de opacidad, que alcanzan entre 4 y 12 metros y que se insertan dentro de una piel circular de vidrio, integrándose al entorno exterior.


Únicamente un cilindro opaco y excéntrico figura como anomalía en esta trama rectangular, aunque hace referencia a la envolvente cilíndrica del museo.



En contraste, el cilindro externo es un borde tenue y transparente que se relaciona francamente con el exterior.




Se trata de un diseño aparentemente sencillo, pero altamente provocador, que desafía la noción tradicional de recorrido en un museo para brindar al visitante libertad entera sobre su situacionalidad, su apropiación del espacio, la definición de su propio recorrido y la interacción con el edificio, el arte y el entorno.





En ese contexto, algunas de las obras exhibidas colaboran especialmente a esa conexión fenomenológica entre el espectador, el objeto mostrado y la naturaleza, estableciendo no solamente una relación de espectación sino en cierto modo de interacción individual y grupal.

Foto cortesía de gravestmor


Un ejemplo es Blue Planet Sky, la escultura a cielo abierto de James Turrell, que repite el trabajo que en su momento comentamos en el Museo de Arte Chichu en Naoshima, diseñado por Tadao Ando. Enmarcando al cielo, el espectador es testigo del espectáculo siempre cambiante del cielo y el ambiente.


Foto cortesía de aimeesoc

Otro caso es Vertical Green, una obra realizada por Patrick Blanc, un jardín vertical con más de 100 variedades de plantas que se comporta como límite de uno de los patios interiores y que es atravesado perpendicularmente por una circulación acristalada.


(Disculpen la calidad de las fotos, tomadas clandestinamente)

Tal vez el más llamativo de todos el es trabajo de Leandro Erlich, denominado Swimming Pool. Es poco usual encontrar una piscina en medio de un museo, pero al aproximarse, uno se lleva la sorpresa de ver gente bajo el agua. Por su parte, al ingresar a las áreas de exhibición en el sótano, es posible adentrase en la piscina y ver a la gente desde el otro lado del "agua".



El efecto es muy interesante y todo un éxito desde el punto de vista de la participación del público. El truco está en dos planchas de acrílico separadas por un espacio de 30 cm, relleno de agua. Una película de de 10 cm de agua también ha sido colocada sobre el acrílico para hacer el efecto más realista.


El museo cuenta con un área para exhibiciones especiales en el sótano, al que se accede con un elevador acristalado , una caja transparente que a manera de pistón es elevada por un émbolo cilíndrico, que a la vez de evocar las formas primarias usadas en el diseño, alude los principios de levedad, permeabilidad y simpleza que son legibles en todo el edificio.





De noche, el museo se muestra sin pudicia mediante una iluminación que subraya su rol como referente urbano, así como su simbólica apropiación visual por los habitantes de Kanazawa.



El siguiente video muestra un recorrido virtual a través del Museo del Siglo 21.


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02 mayo, 2012

VÍCTOR HORTA: CASA-ESTUDIO EN BRUSELAS

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Victor Horta es el más importante exponente del Art Noveau en Bélgica, el movimiento artístico-arquitectónico que sucedió al Neoclasicismo y que se extendió por Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Entre sus obras, su casa-estudio destaca por la calidad de su concepción espacial y prolijidad de sus detalles. UNESCO, al declarar este edificio como Patrimonio de la Humanidad, subrayó que "la revolución estilística representada por estos trabajos se caracteriza por la difusión de la luz, y del empalme brillante de las líneas de la decoración con la estructura del edificio".

Casa-estudio Horta. Detalle de la fachada

EL ART NOVEAU

Con sus motivos vegetales y reminicencias naturales, el movimiento Art Nouveau floreció -valga la alegoría- en Europa entre 1890 y 1910. Rechazando por un lado el historicismo ecléctico y por el otro el mecanicismo industrial que caracterizaban la arquitectura del viejo continente a finales del siglo XIX, el movimiento Art Noveau asumió las ventajas de la arquitectura de acero pero refinó su decoración, representando elementos de la naturaleza que revestían un carácter ornamental además de funcional. El nombre Art Noveau implica un cambio, y es así como se la conoció en Francia y Bélgica, llamándose Jugendstil en Alemania y Letonia, Secezion en Austria, Modernismo en España y Arts and Crafts en Gran Bretaña. El máximo exponente del Art Noveau en Bélgica fue Víctor Horta, quien desarrolló varios edificios en este estilo en Bruselas, además de otros maestros como Henry van de Velde y Paul Hankar.

Victor Horta en su estudio

EMPLAZAMIENTO

La ubicación de la casa Horta en las afueras de Bruselas, en los lotes 23 y 25 de la Rue Américaine, obedece a la expansión urbana que experimentaba la capital Belga a finales del siglo XIX, producto de la bonanza que le influyera la espantosa colonización de Congo a manos del Rey Leopoldo II.
Los predios se ubican en una manzana triangular, de lotes estrechos y alargados, que definen un perfil compacto y sin retiro hacia la calle pero que hacia el corazón de la manzana enfrentan un área arbolada y con jardines. La fachada hacia la calle Americana está orientada hacia el norte, lo cual le otorgaba en sí un asoleamiento poco favorable.


LA FACHADA

Lo primero que destaca en la fachada es que el arquitecto diferenció claramente la casa del estudio en la elevación. En ambos casos también la propuesta plantea composiciones asimétricas, en rebeldía contra los cánones de la época. No obstante, ambos edificios mantienen un diálogo fluido en términos de líneas generales de composición, forma y proporción de vanos, materiales y colores, con los que además se integra a otros predios de la calle.

Perfil urbano de la calle. Foto cortesía de Marie-Hélène Cingal

Asimismo, ambas fachadas se asientan en un zócalo de piedra azulada que se prolonga hacia la vereda, que es del mismo material.


La fachada del estudio se desarrolla en tres niveles, los dos primeros más macizos y claramente diferenciados del tercero. Haciendo alarde de la fortaleza estructural del acero, hay una discontinuidad entre los vanos del primer y segundo nivel, a diferencia de las casas vecinas en las que el ritmo entre vanos y columnas se repite en todos los pisos. En el último nivel el estudio es básicamente acristalado, enmarcado por unas delgadas columnas metálicas de color ocre.


La fachada de la vivienda está recubierta en piedra, pero en ella destaca el trabajo hecho en metal para los balcones, que sostienen un doble ventanal. Éstos se apoyan en una viga de acero que discurre a lo largo del primer nivel.




Es notable el nivel de detalle y el diálogo entre los elementos de piedra y metal que componen ambas fachadas, muchas veces ocultando funciones específicas y mundanas detrás de elaboradas formas estilísticas.



EL INTERIOR

El interior de la casa estudio ha sido testigo de diversas modificaciones y refleja los avatares de la vida del arquitecto, incluyendo su divorcio así como distintas necesidades profesionales. En 1919 Horta separó ambos solares y los vendió a diferentes personas.

La casa y el estudio se distribuyen en 5 niveles: un sótano, la planta baja, el piano nóbile (o segundo nivel respecto a la calle), y la primera y segunda planta (o tercer y cuarto nivel respecto a la calle. Hago esta salvedad debido a la diferencia que existe en la numeración de los niveles en diferentes países). Estos niveles se van extendiendo con sus respectivas mezaninnes (o medios niveles) en torno a la escalera central.


Secciones del estudio y la vivienda. Planos cortesía de Horta Museum.

En general la casa es mucho más luminosa y con colores más cálidos que otras contemporáneas, dado que Horta innovó en el uso de iluminación eléctrica en reemplazo del gas (que era muy sucio y por tanto provocaba que los colores usados en las paredes fueran oscuros).


PLANTA BAJA (Izquierda): Casa 1. Recibidor - Guardarropa, 2. Escalera principal, 3. Bodega- Cocina, 4. Escalera de servicio. Estudio: 1. Nuevo guardarropa, 2. Librería.
PIANO NOBILE (Derecha): Casa 1. Sala de música. 2. Escalera principal. 3. Comedor. 4. Salón. 5. Escalera de servicio. Estudio: 1. Victor Horta's salón de espera. 2. Oficina de Victor
Planos cortesía de Horta Museum.

TERCER NIVEL (Izquierda): Casa: 1. Salón, 2. Escalera principal, 3. Dormitorio, 4. Tocador. 5. Vestidor, 6. Baño. 7. Escalera de servicio. Estudio: 1. Biblioteca, 2. Oficina para personal del museo.
SECOND FLOOR (Derecha): Casa 1. Guest-room. 2. Escalera principal. 3. Cuarto de Simone Horta. 4. Terraza de invierno. 5.Terraza. 6. Escalera de servicio. Estudio: 1. Ático. Oficina para personal del museo. .
Planos cortesía de Horta Museum.

La vivienda acoge al visitante en un cómodo recibidor ubicado en la planta baja (a diferencia de las viviendas de la época, que colocaban la cocina cerca de la entrada por lo que el recibi era un espacio pequeño y estrecho). A continuación, tras ascender por unos escalones de mármol blanco, se accede a la escalera, el elemento central del espacio interior, la cual, además de servir a los diferentes pisos dispuestos en desnivel, brinda copiosa iluminación al interior de la vivienda, algo especialmente útil tratándose de un lote alargado y con mala orientación en la fachada.



La escalera es coronada por un espectacular lucernario vidriado, en forma de semi-bóveda. El generoso pozo de la escalera de diseño ligero y transparente, que se va ensanchando desde abajo hacia arriba , permite la comunicación visual entre todos los niveles de la casa, y a la vez provee un espacio acogedor para sus habitantes.



Horta puso un gran esfuerzo en decorar este ambiente, diseñando con cuidado cada elemento estructural y mobiliario, evitando al mismo tiempo caer en el barroquismo. Por ejemplo, las luminarias que cuelgan de las estructura y otros ornamentos parecen extenderse al infinito gracias a sendos espejos ubicados a los costados.




La escalera en sí tiene un minucioso estudio funcional, que pasa desapercibido ante su extraordinario desarrollo formal. Lo cierto es que el paso y contrapaso de cada peldaño es diferente y su proporción va cambiando a medida que se va ascendiendo por ella.



El piano nobile comprende el salón de música y el comedor, con la escalera como elemento distribuidor y comunicador espacial entre ambos lados del edificio. En la escalera, el arquitecto utiliza arcos metálicos que descansan en una columna de mármol y que evocan la arquitectura gótica.


El comedor se halla recubierto por un ladrillo esmaltado blanco, un material sencillo que es trabajado con exquisitez y alternado con cristales, mármoles, metales dorados y finas maderas.


El espacio es generosamente iluminado mediante una mampara que da hacia el jardín, reforzando la idea de contacto con la naturaleza que el Art Noveau se esforzaba en predicar.

Comedor. Foto cortesía de Sigfus Sigmundson

El mismo contacto con la naturaleza se encuentra en el dormitorio de Simone, la hija del arquitecto, localizado en el último nivel . Para ella, Horta hizo una expansión de la casa creando un confortable jardín de invierno. Durante la visita, efectuada en marzo, pude constatar la calidad de este ambiente, que recogía el sol vespertino y esparcía su calor hacia la habitación contigua.


DETALLES







Foto cortesía de Sitomon


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ART NOVEAU (MODERNISMO)


Junto a la arquitecta Natalia Barreda. Fue un gusto reencontrarte en Bruselas, querida amiga.