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10 agosto, 2009

JEAN NOUVEL: INSTITUTO DEL MUNDO ÁRABE


El Instituto del Mundo Árabe (L'Institut du Monde Arabe), construido en París a finales de los 80s, es la obra que llevó a la fama al arquitecto francés Jean Nouvel, y es importante tanto como un componente de la Revolución Francesa Arquitectónica de esa época (fomentada por François Miterrand), como para entender posteriores propuestas del laureado Nouvel (quien en el año 2008 ganó el prestigioso premio Pritzker), particularmente en países islámicos.

ANTECEDENTES

Francia es el país europeo con mayor cantidad de habitantes islámicos y su relación con el mundo árabe data de la Edad Media. Por ello, en 1980 se estableció el Instituto del Mundo Árabe, un convenio entre 18 países árabes y el gobierno francés para difundir los valores culturales, artísticos y religiosos musulmanes en el país galo.

Patrones de luz. Foto cortesía de Tawada69.

El proyecto del Instituto del Mundo Árabe fue parte de la política del Presidente François Miterrand, quien a mediados de los 80s quiso volver a colocar a París a la vanguardia cultural y artística mundial (como lo había sido a finales del siglo XIX), y para lo cual se hicieron una serie de obras públicas en París, como el Centro Pompidou, el Parque de la Villete, la Ciudad de la Música, el Museo de Louvre, el Arco de la Defensa y la Biblioteca Nacional entre otros. Fue además el primer Instituto Árabe internacional en el mundo.

En 1981 se convocó a concurso para desarrollar un local para el instituto, resultando ganador el arquitecto Jean Nouvel a sus 36 años. El edificio fue culminado en 1987.

UBICACIÓN

El edificio se emplaza en un terreno irregular de 16,894 m2 en la calle Rue des Fossés Saint Bernard , al lado del río Sena, cerca al puente y la Catedral de Notre-Dame de Paris. Esta área había sido tradicionalmente ocupada por musulmanes siglos atrás.


LA PROPUESTA

El arquitecto organizó su propuesta en dos barras que responden a las direcciones predominantes del emplazamiento: la primera, curva, hacia el norte, se adapta a la forma de un bulevar en el río Sena. La otra, rectangular, hacia el sur, enfrenta una plaza de acceso hacia el frente sur del edificio. Al interior, propone un patio, que refleja de algún modo el uso de estos espacios en la arquitectura árabe.


La fractura entre ambas estructuras, que encierra circulaciones verticales, es acentuada por la dramática esquina del ala curva. No obstante, ambos volúmenes están conectados en la planta baja.


El programa del Instituto incluye un museo, auditorio, restaurante, oficinas y biblioteca. La circulación está definida por una escalera circular y otra alargada en los extremos, y un grupo de ascensores al centro.

Planta del conjunto. Puede verse el edificio principal en la parte superior, la plaza y un edificio complementario al sur.

En la plaza, un pequeño cubo fracturado en su diagonal conforma una tienda de souvenirs.


Nouvel tuvo ante sí la tarea de desarrollar una propuesta que, expresando un lenguaje contemporáneo y vanguardista, contenga elementos que lo hagan claramente identificable como un edificio ligado al arte islámico. Sin embargo, debía ser un edificio europeo, sin caer en la copia literal de iconos musulmanes, tal como lo hizo, por ejemplo, la Gran Mezquita de París.

Para ello el arquitecto fusionó ambos estilos, contemporáneo e islámico, dentro del mismo edificio. Hacia el río la fachada contiene componentes más típicos de la arquitectura occidental, líneas sobrias trabajadas en acero y cristal (materiales predilectos de Nouvel) y que reflejan el paisaje ribereño.

El Instituto visto desde el río Sena

Hacia el sur, y sin abandonar el uso de acero y metal, la fachada plasma elementos estéticos islámicos, expresados en un trabajo de filigrana. Se encuentra aquí una clara utilización de la "piel" en el edificio, un recurso al que el arquitecto recurriría en varios otros proyectos posteriores, como la Torre Agbar.


Hacia la plaza el primer nivel se transparenta, dando al edificio una sensación de ligereza, como si estuviera levitando sobre el plano del suelo.


Fachada principal del Instituto, visto desde la plazuela. El acceso principal se halla al centro del bloque.

Además, se relaciona la textura de la fachada con el patrón geométrico diseñado en el suelo del la plazoleta, realzado por una trama de luces empotrada en el piso. Cabe destacar que la plaza se encuentra hundida aproximadamente 1 m con respecto al nivel del bulevar que da hacia el río.


El elemento más notable lo constituye la fachada, compuesta de 240 paneles cuadrados que agrupan 30,000 pequeños diafragmas mecánicos de acero que, conectados a sensores fotosensibles, se abrían y cerraban de acuerdo a la intensidad lumínica, y cuya forma semejaba los patrones encontrados frecuentemente en la arquitectura islámica, como la Alhambra, llamados "mashrabiyya".



Estos dispositivos son una representación abstracta pero al mismo tiempo evidente que se asocia a la filigrana usada en construcciones musulmanas, la cual permitía ventilación y vistas, pero manteniendo la privacidad de los recintos. Es una gran lástima que tras el enorme costo que significó el diseño, fabricación e instalación de este sistema, actualmente no funcione debido a una avería.


Nouvel, retoma el concepto de limitada exposición al exterior y transparencia de la arquitectura árabe y lo potencia con una propuesta altamente tecnológica, lo que permite que el interior goce de un espectacular manejo de la luz.


La fluidez espacial interior se ve favorecida por el intrincado juego lumínico proveniente de la fachada.


La transparencia de las cajas de ascensores permite una lectura franca del espacio interior, especialmente de la fachada. Como contraposición a la meticulosidad de la cara exterior, los espacios interiores han sido trabajados de una forma mucho más sobria.


Desde la terraza en el noveno piso es posible disfrutar de magníficas vistas del Sena y la catedral de Notre-Dame.


Este edificio fue galardonado con el Premio Aga Khan en 1989 por constituirse en un "puente entre las culturas francesa y árabe".

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