20 octubre, 2009

LOCSIN: LA FORMA MODERNA EN FILIPINAS

El Centro Cultural de Filipinas, con sus adornos de Navidad

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Leandro V. Locsin
(1928-94) fue el arquitecto moderno más importante de las Filipinas, el equivalente en ese país de lo que fue Kenzo Tange en Japón. Además de arquitecto, Locsin fue diseñador de interiores, artista y con una formación de músico, y en 1990 fue nombrado Artista Nacional de las Filipinas por la recientemente desaparecida Corazón Aquino, además de haber recibido el Premio a la Cultura Asiática en Fukuoka.

De lo poco que pude ver personalmente de su extensa obra, me impresionó su habilidad en el uso del concreto, y su limpieza y contundencia de sus volúmenes, los que, al mismo tiempo, parecen estar levitando, dando al mismo tiempo una sensación de masividad y ligereza. Estudios más profundos, sin embargo, han analizado un vínculo importante entre el trabajo de Locsin y la arquitectura tradicional filipina.

Monasterio Benedictino de la Transfiguración. Malaybalay, Bukidnon, obra póstuma, 1996.

En esta entrada presentaré dos de sus obras más representativas.

IGLESIA DEL SANTO SACRIFICIO



La primera obra de Locsin, en 1955, fue una iglesia (paradójicamente, su última obra también lo fue, la capilla en Malaybalay que mostramos anteriormente), la parroquia del Santo Sacrificio, en la Universidad de las Filipinas, Manila (aunque originalmente fue diseñada para la Victorias Milling Co., en Negros Occidental, tierra original de Locsin).

Iglesia del Santo Sacrificio. Ver ubicación en Google Maps.

Se trata de una iglesia de planta circular, la primera de este tipo en las Filipinas. El altar se encuentra en el centro de la planta, un gesto que, en posteriores iglesias, Locsin corrigió ya que no era muy propicio para el rito de la misa católica.

Gráficos cortesía de Caryn Paredes-Santillan

Destaca en la iglesia un gran domo de concreto, ubicado sobre muros transparentes y sostenido sobre pilares ubicados a los lados de la iglesia, que la gente ha bautizado como el "platillo volador", de alguna manera subrayando la ligereza de la forma.


Algunos investigadores han subrayado el paralelo entre esta concepción y la arquitectura prehispánica en las Filipinas, especialmente en los bahay kubo, generalmente con techos de paja inclinados y ligeras paredes levantadas sobre postes de madera.



El domo se separa ligeramente de las columnas inclinadas, enfatizando esa sensación de estar flotando y permitiendo mayor ingreso de luz al interior, la que se complementa con un lucernario circular en la cúspide de la cúpula.


La arquitecta Caryn Paredes-Santillan, presentó en la II Conferencia Internacional de Arquitectura y Fenomenología, un estudio sobre las manifestaciones de la liminalidad en las iglesias de Locsin. La liminalidad es un concepto que se utiliza en semiótica para definir un estado intermedio entre dos ámbitos, a menudo caracterizada por su ambigüedad y por su complementareidad con ambos espacios.

Paredes distingue, en su análisis de varias iglesias de Locsin, tres tipos de espacios: los primarios (las funciones principales del edificio, como el altar), los espacios secundarios (espacios auxiliares, como baptisterio, coro, confesionario) y los espacios liminales, que conectan ambos, que son "barreras psicológicas que delinean los diferentes grados de integración dentro de un espacio y que sirven como un rito del pasaje entre el exterior y el interior".



Para ello Locsin utiliza algunas técnicas como el rodear un espacio por otro espacio, la separación de los techos y el uso de la luz.


Piso diseñado por Arturo Luz

Además de Locsin, el diseño de la iglesia contó con el concurso de otros destacados profesionales: el piso fue diseñado por Arturo Luz, las Estaciones de la Cruz por Vicente Manansala y Ang Kiukok, y el crucifijo doble así como la base del altar por Napoleon Abueva, todos ellos hoy reconocidos como Artistas Nacionales.




Altar y crucifijo doble (mostrando a Jesús muerto y resucitado) diseñados por Napoleon Abueva



CENTRO CULTURAL DE LAS FILIPINAS



CCP o Sentrong Pangkultura ng Pilipinas es la obra más reconocida de Locsin, culminada en 1969, durante el gobierno de Ferdinand Marcos. En realidad, su trabajo se centra principalmente en el Teatro de Artes Representativas.

Antigua vista de Manila Bay, con el CCP al fondo

El CCP se encuentra frente al agua, en un terreno de 77 hectáreas ganado a la bahía de Manila. Precisamente durante mi visita se estaba llevando a cabo un proyecto de recuperación del frente ribereño, que había sido abandonado por décadas y que ahora era un centro interesante de intercambio social. El CCP es el punto de partida de este largo boulevard.


La idea era hacer de este complejo la Meca artística de Asia, y por ello alberga cuatro teatros, un museo de etnografía, galerías y una biblioteca de arte y cultura.


El teatro principal es compone de un enorme bloque de concreto recubierto en mármol que conforma la fachada del edificio y que se proyecta 12 metros gracias a unas poderosas columnas en arco, que dan la impresión de que este bloque estuviera flotando.


Se accede al edificio mediante dos rampas que se despegan del piso y que convergen en el centro de la fachada, un recurso que Locsin ha utilizado al algunas de sus obras.


Frente al bloque se ubica un estanque con fuentes, que permite una interesante percepción del edificio durante la noche.


Gerard Lico, en su libro "Poder, Mito y la Arquitectura Estatal de Marcos" ha criticado la monumentalidad de este complejo como un derroche cuyo fin principal era servir de propaganda y demostrar el poder del dictador. Lo cierto es que muchas de las dictaduras latinoamericanas optaron por obras grandilocuentes para dar a entender su poder y su visión de nación, por lo que Marcos probablemente haya usado esta monumentalidad como una máscara para ocultar los problemas de corrupción que aquejaron a su mandato.


Si bien en Ilocos Norte hay mucha gente que lo venera (tuve la oportunidad de ver su cuerpo embalsamado, aunque parece una estatua de cera), pero hay muchos otros que lo culpan de la enorme deuda externa que su gobierno dejó y que gracias a sus excentricidades, aún hoy los filipinos tienen que pagar. Después de todo, después de la guerra, el plan de EEUU era hacer de Filipinas el nuevo líder de Asia, en vez de Japón. ¿Qué pasó?


Interior del edificio. Detalle del techo, cortesía de elzhear

VER TAMBIÉN
- ARQUITECTURA MODERNA.
- ARQUITECTURA EN FILIPINAS.
Muchas gracias a los primos Visaya, por ser tan excelentes anfitriones en Manila... maraming salamat!
(Esta torre a menudo sale en las películas filipinas como una nave espacial)

5 comentarios:

Begoña dijo...

Carlos, gracias por descubrirme a este arquitecto. Me gusta muchísimo la iglesia con sus muros 'transparentes', qué bien olerá cuando llueva...Un beso desde España.

Anónimo dijo...

Gracias a ti mi querida amiga.
Es cierto que en occidente Locsin no es muy conocido, aunque en Asia es una celebridad.
Besos

Anónimo dijo...

Siempre es un gusto leerte, saludos desde mexico.

Aldo Facho Dede dijo...

Muy interesante Carlos, no conocía la obra de ese arquitecto.
Me agradó que titularas "La Forma Moderna en Filipinas", es para mi un estímulo ver como nuestros tan nutridos diálogos se reflejan en la base teórica de nuestros escritos.
Recibe un especial saludo, espero verles pronto.
Con el afecto de siempre,
Aldo

Carlos Zeballos dijo...

Asi es mi estimado doctor, el titulo es un homenaje a uno de mis blogs de arquitectura favoritos, la Forma Moderna en Latinoamerica.
Creo que puede ser interesante compararlo con este caso asiatico.
Un gran abrazo