28 junio, 2010

GAUDÍ: EL PARQUE GÜELL, BARCELONA

Balcones de Gaudí. Foto cortesía de pasotraspaso

Imagino a un compungido Conde Eusebi Güell a principios del siglo XX, ante el fracaso de su negocio inmobiliario. Quién pudiera decirle que el jardín que ideara para él el genial Antoni Gaudí, habría de convertirse en unas décadas en el espacio público más significativo de Barcelona y posteriormente, en 1984, en Patrimonio de la Humanidad (aunque en aquél entonces hubiera habido que explicarle además qué habría de ser la UNESCO).


El Parc Güell es el parque más sugestivo y emocionante que haya recorrido. Abierto a espectaculares vistas de la ciudad y el mar, y al mismo tiempo generando intimidad y sorpresa. Meticulosamente inspirado en la geometría de la naturaleza, pero a su vez transmitiendo la imagen de improvisación y espontaneidad, mediante el uso de materiales reciclados. Místico, religioso, casi rústico e inspirado en la tradición catalana, pero simultáneamente haciendo uso de técnicas constructivas de vanguardia para su época. Una muestra de adaptación del proyecto a su entorno urbano y topográfico, pero también el fino detalle en el que se percibe el amor del artista y el artesano por su trabajo.


ANTECEDENTES

1900. El empresario e ilustrado catalán Conde Eusebi Güell, influenciado por las ideas del Higienismo inglés, decide crear una ciudad-jardín en las afueras de Barcelona y adquiere dos lotes en la entonces llamada Montaña Pelada (hoy llamado el Turó del Carmel). cabe destacar que en aquel entonces la zona no tenía vegetación. Le pide a su amigo Antoni Gaudí, el exponente más importante del Modernismo en España (también conocido como Art Noveau, no confundir con el movimiento moderno) que le desarrolle el proyecto de un parque, en torno al cual habrían de emplazarse 60 viviendas. Sin embargo, debido a la distancia del centro de la ciudad el proyecto fracasa y sólo se venden tres parcelas, una de ellas comprada por el propio Gaudí con sus ahorros.


Construido entre 1900 y 1914, fue un jardín privado hasta 1918, en que los herederos de Güell lo vendieron a la municipalidad de Barcelona, y en 1922 fue declarado parque público.


EL PARQUE

Tal como subrayan Juan Bassegoda y Gustavo García en “La Cátedra de Gaudí”, el Parc Güell es el exponente más conspicuo del periodo naturalista del arquitecto catalán, entre 1815-1916, en que abandona la línea recta por una variedad de formas curvas, observando las formas de la naturaleza y descubriendo en ellas fines funcionales más que sólo estéticos.


Gaudí plantea entonces un desarrollo empotrado en la montaña, sin utilizar rellenos sino adaptándose al relieve del terreno, usando terrazas que van ascendiendo a través de los 60 metros de pendiente, y ajustando la forma de las vías a la topografía del lugar. Además promueve su masiva forestación con especies mayormente nativas, ya que como dijimos el lugar era carente de vegetación.

Ver ubicación en Google Maps

La obra está llena de referentes regionales al Catalanismo,y también religiosos, ya que fue concebida como un recorrido procesional coronad por una capilla en la cima, la cual nunca se concluyó y en donde existe en su lugar el monumento al calvario. De esta forma el parque representa las 4 grandes pasiones de Gaudí: la arquitectura, la naturaleza, Cataluña y la religión Católica.


La entrada principal, una de las seis con las que cuenta el conjunto, se encuentra en la parte baja de la colina, en la calle Olot, flanqueda por dos pabellones que habrían de ser la vivienda del conserje y la administración. Los edificios eran recubiertos de piedras mientras que las cubiertas fueron recubiertas de cerámica.


Aquí destaca la elaborada construcción de un elemento vertical, trabajado en colores blanco y azul y cuya geometría evoca al tronco de una palmera, culminando magistralmente en una cruz.


Entre estos volúmenes se encuentra una reja de hierro forjado, y de aquí nace una muralla de piedra, en la que encontramos las famosas inscripciones hechas en fragmentos de cerámica con las palabras “Parc” y “Güell”.


Luego de ingresar, nos recibe una pequeña plaza, y a la manera de un grand foyer, la sucede una solemne escalinata, en la que se ubican tres fuentes que representan tres regiones de Cataluña.


Aquí se encuentra una alegoría a una serpiente saliendo de un disco en llamas rodeado de agua, todo ello recubierto con retazos de cerámica o tracadís.


Inmediatamente después se ubica la famosa escultura de la salamandra, el elemento emblemático del parque, y que para algunos es una referencia del Pitón del templo de Apolo en Delfos.


Lamentablemente ésta fue objeto de vandalismo en el 2007.


Al final de la escalinata hay una banca en forma de concha acústica, cuya estudiada disposición le permite estar en sombra durante todo el año excepto en invierno.

A los lados de la escalinata se ubica, a manera de cueva, el Porche de los Carruajes, donde las columnas recuerdan las patas de un elefante y en el otro lado se ubica la antigua casa del conde Güell, un edificio que es hoy la escuela Baldiri Reixac. ¡Qué afortunados los alumnos que estudian allí!


Al final de la escalinata se ubica una amplia sala hipóstila de 86 columas de 6 m de alto y 1.2 m de diámetro, que fue originalmente pensada como mercado de la urbanización. Los fustes estriados de las columnas recuerdan a un templo clásico de orden dórico aunque las suaves ondulaciones del techo, compuesto de pequeñas bóvedas, han sido decoradas con trancadís blancos y con exquisitos rosetones multicolores.


La cubierta de esta sala es una gran terraza de piso de gravilla, a través del cual discurre el agua de lluvia canalizándose a través de las columnas y que va a dar a un depósito subterráneo, usando luego el agua para riego del parque. En el bode de la terraza se halla demarcado por una larga banca serpenteante, recubierta por pedazos de cerámica llamados trencadís. Se dice que a fin de obtener un diseño ergonómico y funcional, hizo sentar a un trabajador obteniendo un molde de su trasero, el cual fue repetido a lo largo de la banca.



La cornisa que define el techo de la sala hipóstila es más diseñada con líneas rectas, con metopas y triglifos, y presenta una serie de gárgolas con figuras caninas que le dan pauta a este borde.



Pero sin duda lo que más llamó mi atención fueron las caminerías definidas por columnas inclinadas revestidas en piedra extraída del propio parque, que se han clasificado en tres estilos: el inferior (Viaducto del Museo) en gótico, el intermedio (Viaducto del Algarrobo) barroco y el superior (Viaducto de las Jardineras) en románico. La expresión de la arquitectura parece nacida de la roca, pero la forma avezada de las estructuras denota un calculado estudio estructural.

El más famoso de estos viaductos, llamado de la Bugadera por incluir una imagen de una lavandera de piedra con el cesto en la cabeza, contiene , además de las mismas columnas una pared inclinada revestida de piedra. Es como si fuéramos tablistas que estuviéramos atravesando una ola petrificada. En un momento al doblar la esquina, el viaducto adquiere un segundo nivel, y las columnas superiores parecen estar sometidas a una torsión que les da una imágen lúdica.


El llamado Camino del Rosario, llamado así por que las rocas que lo conforman parecen cuentas de un rosario, fue erigido sobre una antigua vía romana.

LA CASA GAUDÍ

Una de las tres casas que se construyeron en la finca correspondieron a Gaudí, donde vivió entre 1906 a 1925, antes de que se mudara a su taller en la Sagrada Familia. La casa fue diseñada, sin embargo, por uno de sus ayudantes, Francesc Berenguer, y fue construida a modo de muestra para la urbanización entre 1903-04. Actualmente la casa alberga el Museo de Gaudí, en el que se muestran varios ejemplos de mobiliario diseñado por el maestro.

Foto cortesía de sowhat

El siguiente es un vídeo de nuestra visita a este fascinante parque.



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- So, what do you think of Park Güell?
- Very, very well...

23 junio, 2010

TOYO ITO: GRIN GRIN PARK, FUKUOKA.

ENGLISH

Grin Grin Park es un proyecto experimental de Toyo Ito ubicado en Island City , una isla artificial localizada en la bahía de Hakata, al norte de Fukuoka, Kyushu, en el extremo sudoccidental de Japón. En este proyecto, diseñado entre 2002-03 y construido entre 2004-05, la propuesta de Ito combina la concepción del lugar, el edificio y la secuencia del recorrido en una propuesta estimulante e innovadora.


ISLAND CITY

La ciudad de Fukuoka se encuentra en una posición privilegiada en el ámbito comercial del Sudeste Asiático, dada su proximidad a grandes centros urbanos como Busan en Corea y Shanghai en China, además de conexiones a Taiwán, Filipinas, Vietnam y Singapur.
Island City es una isla artificial ubicada al noreste de Fukuoka destinada a reforzar las funciones del puerto, crear un nuevo conjunto industrial, mejorar el sistema de tráfico al este de Fukuoka y a su vez crear un espacio urbano confortable que albergue un grato ambiente residencial.


GRIN GRIN PARK

En medio de Island City se encuentra un parque rodeando a un estanque de forma de frejol o judía. Es curiosa la ubicación del parque, que no ha apostado por un frente marítimo sino por la mediterraneidad, una decisión talvez influenciada por los fríos vientos que azotan Fukuoka en invierno.


El parque tiene tres zonas: el estanque como elemento organizador, el invernadero, ubicado al oeste y que en cierto modo ofrece protección contra la brisa marina y el resto de amenidades que circundan el estanque, compuestas por juegos, paseos arbolados, estares, etc.


Mientras nos acercamos al invernadero nos percatamos, por el mobiliario, de que estamos en un lugar especial. Los juegos de niños, los estares, los servicios higiénicos e incluso las bancas tiene un rol escultórico además de utilitario.


No todos ellos son aciertos, en particular unas bancas circulares permanecen vacías pues son muy incómodas y no favorecen ninguna actividad.


Pero es el invernadero el elemento que más llama la atención en el Grin Grin Park. El proyecto de Ito busca la integración de la arquitectura al paisajismo del parque. Desde el estanque, la arquitectura parece confundirse con el sitio, generando una topografía mixta entre natural y construido, tal vez una analogía a la conformación montañosa del país.

Foto cortesía de Ooni K

Si bien es cierto que Emilio Ambasz -un arquitecto que desde hace tiempo ha promovido la inclusión de vegetación en sus edificios- tiene una propuesta en la misma Fukuoka que comparte el mismo principio, el ACROS Fukuoka International Hall, al utilizar terrazas para extender un parque verticalmente en un edificio, la propuesta de Ito va más allá al intentar establecer una experiencia cinética en el visitante, haciendo que el parque se eleve para crear un recorrido tridimensional basándose en relaciones topológicas de la superficie. En todo caso, la experiencia de recorrerlo me evocó más al Terminal de Pasajeros en Yokohama de FOA que la propuesta de Ambasz.

"Trabajando en sociedad con Sougo Sekkei Kenkyujo, hemos elegido las imágenes de círculos (ondas) que irradian desde el Parque Central hacia la isla entera, como la base de nuestra propuesta. Los enormes círculos se convirtieron en cráteres y montículos para desarrollar diferentes actividades humanas y traer cambios topológicos graduales al Parque Central. Es así que la arquitectura ha hecho su aparición con ondulantes secuencias en espiral, integrándose con la ondulación del terreno más que destacando como arquitectura en sí."

En esta maqueta conceptual puede apreciarse la idea generatriz: una cinta se tuerce dos veces generando tres espacios perforados por lucernarios elípticos.


Esta arquitectura tiene un área techada total de aproximadamente 5,000 m2, y es un equipamiento central ubicada en el parque. Hay 3 espacios preparados alrededor del tema de las experiencias con las flores y plantas, cada una con un área de entre 900 a 1000 m2.



Es interesante cómo el arquitecto usa el edificio para definir un límite del parque frente al estanque, pero al mismo tiempo lo hace absolutamente permeable, siendo posible atravesarlo, escalarlo, ver a través de él o ingresar a su interior.


Estos tres espacios se hallan concatenados por recorridos que no solamente siguen al ras del suelo y al interior, sino que se despegan a manera de puentes y caminerías y salen hacia el exterior, ofreciendo diversas experiencias visuales y recorridos.




Se trata de que los espacios verdes se mezclen con los espacios en los que uno no solamente pueda apreciar el verdor sino también leer libros, almorzar o participar en talleres. Caminerías ofreciendo vistas de todo el parque conectan interiores y exteriores en conjunto con la forma del techo.

Fotos cortesía de Ooni K.

Es precisamente la secuencia del recorrido uno de los elementos que encontré más valiosos en la propuesta, por la libertad que ofrecen al usuario a experimentar el edificio desde varias formas y desde múltiples puntos de vista y porque lo fuerzan a establecer una relación entre el interior y el exterior (ver secuencia de recorrido en el vídeo al final del post).



La losa de concreto y las mamparas o tragaluces de cristal intercambian roles como techo y pared, pero mientas las mamparas aseguran la integración visual con el parque, las claraboyas ayudan a definir los espacios y a agrupar bajo la luz el orgánico juego de caminarías y jardineras.

Foto cortesía de scarletgreen

Las claraboyas son controladas automáticamente según la temperatura ambiental, permitiendo la ventilación en días de calor o cerrándose en caso de lluvia o frío. Los voladizos de la estructura también ofrecen protección ante el calor del verano. Por el contrario, durante el invierno, la temperatura tropical del interior está controlada por calefactores.



A pesar de que es un proyecto relativamente pequeño y de carácter barrial, Toyo Ito aprovecha la oportunidad para resaltar sus conceptos teóricos respecto a la arquitectura y la naturaleza Esta relación basada en la concepción del mundo natural y la arquitectura había sido ya expresada por Ito anteriormente en su Mediateca en Sendai, y también en la Biblioteca en la Universidad de Tama, a pesar de la gran diferencia formal que existe entre ellos. Su relación con la naturaleza no es sólo poética, sino que resalta su inquietud con la tecnología de nuestra era.


Pero esta comunión entre arquitectura y naturaleza ¿está basada únicamente en parámetros sensoriales y fenomenológicos? ¿Es la misma experiencia recorrer el parque Grin Grin que el parque Yoro, "el Sitio del Destino Reversible" de Shusaku Arakawa, por ejemplo? Ciertamente no, Ito marca sus propias reglas, las que sigue con precisión.

"La técnica de diseño que hace posible esta estructura es totalmente única, llamada el método de análisis de la forma. Primero, una forma es escogida, cuyas variaciones son simuladas en la computadora de manera que la carga de torsión, energía de tensión y distorsión sea mínima. Luego una forma estructuralmente óptima es dada como una forma evolucionada. retroalimentaciones a este proceso son intercambiadas varias veces entre los diseños arquitectónicos y estructurales. Finalmente se logra una arquitectura con una cáscara de 40 cm de concreto reforzado."


Uno de los aspectos más importantes a los que el edificio contribuye (más allá de sus aciertos arquitectónicos) es su rol social, particularmente en la educación. La muestra de diversas especies exóticas de flora y fauna dan la oportunidad a la población de expandir sus conocimientos de ciencias mientras recorren un edificio ameno e interesante.

En el siguiente vídeo pueden verse más fotos del parque y el edificio, así como una secuencia de recorrido a través del mismo (Presionar aquí si no puede ver el vídeo).



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- OTRAS OBRAS DE TOYO ITO
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Para variar, llegué otra vez tarde, cuando estaban a punto de cerrar. Luego de rogarle a este señor, diciéndole que venía desde el otro lado del planeta (lo cual es técnicamente cierto), accedió a dejarme entrar, y acompañarlo mientras cerraba las instalaciones. Cuando le comenté que tenía un blog de arquitectura, se interesó y muy amablemente me copió alguna literatura, y me hizo prometerle que iba a publicar un post sobre el Grin Grin. Bueno, promesa cumplida.