
Meiji Mura (1962-65) es un parque temático o un museo abierto que alberga numerosas obras del periodo Meiji, entre las que destaca el ingreso del notable Hotel Imperial, diseñado por el arquitecto Frank Lloyd Wright y trasladado aquí desde Tokio. Para entender el impacto de este edificio en la cultura japonesa (y el impacto que tuvo Japón en el arquitecto), es necesario revisar los enormes cambios que se dieron en esas épocas en la sociedad nipona.
EL PERIODO MEIJI.
Durante el periodo Edo (1603-1868) el papel del emperador viviendo en Kioto era simbólico, ya que el poder estaba en manos del shogun o generalissimo, quien, viviendo en la ciudad de Edo, lo distribuía a los daimyo o grandes señores, a través de un sistema feudal. Esta era se caracterizó por su ostracismo, aislando a Japón del resto del mundo, el que en siglos años experimentó un notorio progreso.
En 1858 el comandante norteamericano Mattew Perry se presentó con su poderosa armada demandando la apertura de Japón al occidente. Éste y otros incidentes conllevaron, entre 1866-69, a la llamada Restauración Meiji, por la que el poder absoluto era devuelto al emperador Mitsuhito (Meiji es el nombre póstumo que se le dio al emperador Mitsuhito y significa "Época de Claridad"). Este hecho conllevó a profundas transformaciones en la sociedad de ese entonces.
En 1858 el comandante norteamericano Mattew Perry se presentó con su poderosa armada demandando la apertura de Japón al occidente. Éste y otros incidentes conllevaron, entre 1866-69, a la llamada Restauración Meiji, por la que el poder absoluto era devuelto al emperador Mitsuhito (Meiji es el nombre póstumo que se le dio al emperador Mitsuhito y significa "Época de Claridad"). Este hecho conllevó a profundas transformaciones en la sociedad de ese entonces.
Durante el periodo Meiji (1868-1912) Japón sufrió enormes trasformaciones. A pesar del triunfo de los ejércitos imperiales, la capital fue trasladada de Kyōto (Capital de capitales) a Edo, que por entonces era una de las metrópolis más grandes del mundo, y por su posición estratégica hacia el Pacífico fue renombrada como Tōkyō (Capital del Este). Miles de samurái, que vivían de proteger a los daimyo, se quedaron sin trabajo, por lo que muchos territorios naturales fueron colonizados como áreas agrícolas, produciendo un gran cambio en el paisaje.
Pero sin duda, el mayor impacto devino de la apertura de Japón al occidente. Esto no sólo trajo al país modernas maquinarias, industrias, ferrocarriles, armas, modas, sino también arquitectura. Miles de arquitectos europeos y norteamericanos fueron traídos para desarrollar las más importantes sedes imperiales y comerciales, y arquitectos japoneses fueron entrenados en universidades extranjeras. Las más importantes ciudades japonesas empezaron a dibujar en sus paisajes edificios occidentales, comenzando por Nagasaki, y luego Tokio, Yokohama, Nagoya, Osaka y la propia Kioto. Curiosamente, mientras el occidente descubría con asombro las maravillas de los jardines japoneses y muchos eran influenciados por su arquitectura tradicional, los nipones le dieron la espalda a sus raíces, favoreciendo ampliamente la introducción de estilos foráneos.

El periodo Meiji tuvo también su lado oscuro. Durante siglos el budismo y el sintoísmo habían convivido armoniosamente, y en algunos casos sincretizado, compartiendo edificios y cultos en un mismo templo. Sin embargo durante la era Meiji, el budismo sería perseguido, favoreciendo al sintoísmo como religión nativa y oficial, cuya cabeza era el emperador.
Entre 1903-04 Japón obtuvo una sorprendente victoria sobre los ejércitos del zar ruso, lo que motivó un excesivo nacionalismo, que traería consecuencias funestas en décadas posteriores (más sobre la Revolución Meiji, vía La Potnia).
Entre 1903-04 Japón obtuvo una sorprendente victoria sobre los ejércitos del zar ruso, lo que motivó un excesivo nacionalismo, que traería consecuencias funestas en décadas posteriores (más sobre la Revolución Meiji, vía La Potnia).
FRANK LLOYD WRIGHT Y JAPÓN.
Como se ha mencionado anteriormente, el primer contacto de Wright con la cultura japonesa fue durante la Exposición Universal de Chicago en 1893 y posteriormente su interés sería alimentado por el Exposición por el centenario de la adquisición de Louisiana en 1904, donde sendos pabellones japoneses fueron presentados.

En mayo de 1905 Wright hizo su primer viaje a Japón y por 3 meses tuvo oportunidad de observar de cerca las características de la arquitectura tradicional nipona, su modulada y geométrica simpleza y sus inter-relaciones con el paisaje, muchas veces de acuerdo a una estudiada geomancia. Wright escribiría muy impactado por la técnica del shakkei usada en los jardines japoneses.
Muchos de estos conceptos tendrían influencia en sus posteriores trabajos, como las casas Glasner (1905), Hardy (1905) y la propia casa Robie (1908-10). Aunque el propio Wright, con su característica "humildad", diría en su autobiografía que muchos de los elementos conceptuales de la arquitectura japonesa "coincidían" con aquellos que él venía desarrollando por su cuenta.
Muchos de estos conceptos tendrían influencia en sus posteriores trabajos, como las casas Glasner (1905), Hardy (1905) y la propia casa Robie (1908-10). Aunque el propio Wright, con su característica "humildad", diría en su autobiografía que muchos de los elementos conceptuales de la arquitectura japonesa "coincidían" con aquellos que él venía desarrollando por su cuenta.
Mientras, en los años subsiguientes, la fama de Wright crecía en occidente, en Tokio se hacían planes para reemplazar el Hotel Imperial, construido en 1890 en estilo victoriano y que dada la enorme demanda necesitaba una ampliación.

En 1913 un grupo de empresarios japoneses se puso en contacto con Wright, quien viajó nuevamente en ese año a Japón para asegurar el encargo del proyecto. El arquitecto fue contratado oficialmente recién en 1916, y la construcción del proyecto duró hasta 1922.
Si bien el hotel ya venía trabajando desde unos meses antes, el día de su inauguración oficial, el 1 de Setiembre de 1923, el más devastador terremoto en la historia de Tokio destruyó grandes áreas de la ciudad, mayormente hecha de madera. El mito dice que el edificio de Wright resistió el sismo incólume, pero lo cierto es que sufrió algunos daños. Empero, y para no ser mezquinos, resistió, y sirvió de cobijo a mucha gente que se guareció bajo su techo.
El japonés Arata Endo le escribió un telegrama diciéndole:Si bien el hotel ya venía trabajando desde unos meses antes, el día de su inauguración oficial, el 1 de Setiembre de 1923, el más devastador terremoto en la historia de Tokio destruyó grandes áreas de la ciudad, mayormente hecha de madera. El mito dice que el edificio de Wright resistió el sismo incólume, pero lo cierto es que sufrió algunos daños. Empero, y para no ser mezquinos, resistió, y sirvió de cobijo a mucha gente que se guareció bajo su techo.
"¡Qué gloria ver al Imperial erguido en medio de las cenizas de una ciudad entera! ¡Gloria para Ud!".
No sólo Endo, sino el propio Sullivan, antiguo maestro de Wright, le felicitó.
El edificio también sobrevivió con algunos daños los bombardeos de la II Guerra Mundial, pero no pudo sobrevivir a la especulación (a decir verdad, el tiempo pasó factura, la estructura fue declarada inestable y demasiado costosa de reparar). En 1968 el hotel fue derribado para dar lugar a una lujosa pero anodina torre, pero antes de perecer completamente, el hall de acceso del Hotel Imperial fue trasladado a Meiji Mura, en Nagoya. A éste corresponden las vistas que comparto en esta nota.



Resulta curioso que, si bien la arquitectura japonesa influenció en el posterior estilo de Wright, éste no haya tomado referencias de la arquitectura nipona tradicional para diseñar su hotel, ni siquiera referencias de las casas pradera o la arquitectura norteamericana. La propuesta de Wright fue hecha en estilo "Maya Revival" asumiendo una composición piramidal y elementos de la iconografía centro americana.

Se encuentran también referencias a sus Jardines Midway, proyecto que Wright estaba realizando cuando se le encargó el Imperial Hotel. A esta ornamentación con motivos mayas Wright añadiría sus propios diseños geométricos Art Decó.

Es también el más simétrico de los edificios de Wright, lo que acentúa su sentido de magnificencia. Es un esquema compuesto por dos alas que abrazan un cuerpo central, cuyo reflejo se dibuja sobre una pileta.




El hotel se basó en una estructura de concreto armado, recubierta con bloques de piedra volcánica blanda o piedra Oya, lo que permitió realizar los tallados con facilidad.Combinando el color verdusco de esta piedra se añadió ladrillo amarillo y terracota


Pero la razón principal del éxito del hotel, fue su resistencia anti-sísmica, gracias a Antonin Raymond, quien colaboró con Wright diseñando nuevos métodos sismo-resistentes. En términos de Wright, la estructura se apoyaba en el suelo fangoso de Tokio "como los dedos de un mozo sostienen una bandeja", en referencia a la cimentación.
Refuerzos adicionales fueron colocados en los voladizos y balcones. Las paredes se hicieron más gruesas en los pisos inferiores aligerando su carga en los superiores. Se colocaron juntas antisísmicas cada 20 metros a lo largo del edificio. El alambrado y tuberías se separaron del edificio (una costumbre que es común ver hoy en muchos edificios). El techo fue hecho de cobre y no de tejas, para evitar que estas cayeran y ocasionaran daños. Finalmente, las piscinas de la entrada ofrecían una fuente de agua en caso de incendios.

Wright pasó varios años en Japón, dedicándose con pasión a diseñar todos los detalles del hotel. Durante su estadía diseñó tambien otras obras, entre ellas una escuela y una casa en Kobe.
MEIJI MURA

A pesar de que se ha perdido gran parte del hotel, esta reconstrucción en Meiji Mura permite darnos una idea más aproximada de la exquisitez y el detalle con los que todo el Imperial Hotel fue diseñado. Se ha tratado de mantener el efecto de su majestuosa aproximación, y si bien no es posible revivir el impacto de esta obra en su contexto original, sí goza de muy buenas vistas hacia la bahía.

En las siguientes vistas pueden apreciarse detalles interiores y exteriores del hotel, con temas geométricos inspirados en la cultura maya, así como el uso de materiales (ladrillo y piedra) que recubren el concreto. Algunos de los componentes son originales y otros han sido reemplazados.
Nótese como, a pesar de la imponencia del acceso, éste no se efectúa de manera directa, sino mediante ataques laterales a un gran porche.

Es muy interesante el efecto de este hall de ingreso semi hundido de triple altura donde, a través de la filigrana de ladrillo, la luz entra difusamente gracias a los grandes volados de la cobertura.



Eso debió haberlo devastado. La enorme dedicación que puede leerse tras la ejecución de los profusos detalles del Hotel Imperial, demuestra un Wright embebido en el trabajo, seguramente tratando de escapar del dolor por esta desgracia.


VER TAMBIÉN
- OTRAS OBRAS DE FRANK L. WRIGHT
- OTROS EDIFICIOS DEL PERIODO MEIJI
- Biblioteca Nacional de Literatura Infantil (Remodelada por Tadao Ando)
- Villa Oyamazaki (Remodelada por Tadao Ando)
- HOTELES, RESTAURANTES