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13 abril, 2009

SHIN TAKAMATSU: ARQUITECTURA IRREVERENTE


"Soy un arquitecto a la antigua, que siempre está soñando en la arquitectura como un monumento, o como algo con presencia simbólica. Una obra de arquitectura para mí, deja de ser simplemente un edificio y se convierte en monumento cuando conversa con su entorno y toma la apariencia de algo vivo, respirando, funcionando como parte vital de la ciudad."
Shin Takamatsu


La arquitectura de Shin Takamatsu refleja su personalidad: polémico, provocador, irreverente, insatisfecho con lo común, amante de la tecnología, obsesivamente detallista y con mucho sentido del humor. Takamatsu nos recuerda que Japón no sólo es el país de las geishas y las machiya, sino es también, en muchos aspectos, el país tecnológicamente más avanzado del mundo, y que ambas realidades conviven en la sociedad japonesa de hoy, muchas veces superponiéndose.

Si bien Takamatsu se ha destacado en años recientes por grandes proyectos como su Tianjin Great Museum en China o el Teatro Nacional de Okinawa, este post está más enfocado a la arquitectura comercial que desarrolló en sus inicios como proyectista.

Origin I (1981)

Origin II (1981)
Origin I & II

ANTECEDENTES

La reconstrucción de Japón tras la ruina de la segunda mundial, abrazó como en muchas partes del mundo, el lenguaje de la arquitectura moderna. El Parque y Museo de la Paz en Hiroshima, por Kenzo Tange, utilizan un lenguaje corbuseriano. Sin embargo, en los 60s, el propio Tange se separaría de la fuente europea para mostrar un modernismo con características japonesas, en sus trabajos para las olimpiadas de 1962.
En los 70s, discípulos de Tange como Arata Isozaki, Fumihiko Maki y Kisho Kurokawa buscaron otras formas de interpretación de la arquitectura en oposición a las ideas occidentales. Mientras Le Corbusier hablaba de "la máquina para vivir", estos jóvenes nipones entendían la arquitectura como parte de un organismo viviente, cuyas células (partes) nacían y morían y podían ser reemplazables. Así nació el metabolismo japonés.
En los 80s el boom económico japonés estaba en su apogeo. La economía de burbuja inflaba los costos de los terrenos a precios tan exorbitantes que el costo de la arquitectura era relativamente barato, por lo que los arquitectos se dedicaron a experimentar libremente, en una especie de "paraíso del diseño", en el que todo valía, sin límites presupuestales ni creativos.
En ese contexto surgen propuestas como las de Toyo Ito, Hiroshi Hara, y Shin Takamatsu, todas cargadas de mucho simbolismo y de un lenguaje contemporáneo, reflejando expresamente en sus propuestas la sensación de caos que percibían en su sociedad (una excepción fue Ando, quien apareció en esta época con un lenguaje sobrio, parco, geométricamente ordenado y muy ligado a la tradición y el paisaje). Muchas de estas propuestas, en un principio, fueron demasiado chocantes para ojos occidentales, quienes en esa época se hallaban inmersos en el eclecticismo posmodernista, pero en décadas subsiguientes estos arquitectos han ido madurando hasta dar más solidez a sus conceptos, mientras que el occidente ha tenido una mentalidad más abierta para entender e incluso acoger estas ideas con entusiasmo.


Ining ´23 (1987). Subir la escalera es una experiencia no apta para acrofóbicos.
Ver ubicación en Google Maps

SHIN TAKAMATSU

Shin Takamatsu, es llamado por algunos "el poeta del high tech". Para otros, es uno de los causantes del daño irremisible al perfil tradicional de Kioto (al que él se refiere como "dulzura impasiva"). Con respecto a la relación de sus edificios con el entorno, Félix Guattari comenta las dos corrientes que han venido enfrentándose en la discusión arquitectónica moderna:

"Hay quienes, a la manera de Le Corbusier, consideran el contexto para que la disposición de la forma emplace al objeto arquitectónico en una relación continua con la fábrica urbana. Y hay aquellos que, a la manera de Mies van der Rohe, separan el objeto del entorno de forma que hacen que la organización de la forma dependa solamente de las cualidades de un objeto estructural. Pero tal vez la arquitectura de Shin Takamatsu nos lleva a una tercera posición posible, aquella en la que el trabajo se perfecciona tanto como un objeto estético como completamente abierto a su contexto".

Sus edificios son únicos e irrepetibles, tanto en su composición formal, color y relación con el entorno. Aún así es posible caminar por la calle, y aún sin saberlo, mirar a una de sus obras y decir "¡este es un edificio de Takamatsu!". Esto tal vez se deba a algunos detalles comunes, trabajados con minuciosidad, como broches semiesféricos, adornos metálicos, óculos de vidrio, superficies vidriadas curvas, y que en general dan la impresión de que sus edificios soñaron con ser máquinas.

Week (1986)

"Shin Takamatsu demuestra una profunda desconfianza ante todo el orden establecido, rehusa el calor y la bondad humanísticas que las modernas democracias deseaban ver expresadas en su arquitectura. En lugar de ello, su arquitectura muestra muerte, ritual y erotismo".
Masato Kawamukai, 1988, en Contemporary Japanese Architects por Philip Jodidio.

Tal vez esa fue una aseveración demasiado drástica, aunque es cierto que alguno de los edificios que estuve cubriendo para preparar esta nota estaba todo enmallado ya que al parecer alguien se había suicidado allí, lanzándose desde la escalera (que, por cierto, no era apta para agorafóbicos).

Shin Takamatsu es profesor de la Universidad de Kioto. Pero no es un personaje oscuro, tétrico. Todo lo contrario, presenta la exposición de sus trabajos con un fondo musical salido de la película Matrix, y a menudo incluye temas punk o hard rock. Conquista al público con numerosas bromas (la mayoría de ellas no las entiendo pero el entusiasmo de la sala es contagiante). Tal vez no sea una exageración llamar a la primera etapa de su trabajo como "arquitectura punk" o, como él la denomina, "hard-boiled architecture" (arquitectura dura).

Allí nos confiesa un aspecto muy curioso: produce alrededor de 10,000 bocetos en promedio por cada proyecto. Al principio me pareció una exageración, pero luego, en una interesante muestra que llevó a cabo el arquitecto en el Templo de Toji en el 2005, los visitantes caminaban por una pasarela transparente bajo la cual se encontraban miles de sus bocetos, iluminados por debajo (caminaban es un decir... yo recuerdo haberla recorrido gateando para ver más de cerca los increíbles bocetos).

El detalle que pone en sus trabajos es muy minucioso y es, junto con los materiales como metal y vidrio curvo, lo que le da una apariencia industrial de alta tecnología. Hay quienes han comparado su trabajo con el edificio Lloyd´s de Richard Rogers, aunque a mí me parecen dos conceptos diferentes. La idea del Lord inglés era exteriorizar los componentes sistémicos de su arquitectura, mientras que el maestro japonés presenta fachadas acabadas, con componentes similares al diseño industrial. Para hacer un paralelo, Rogers nos presenta un auto de lujo sin carrocería, Takamatsu nos presenta un auto con una carrocería similar a la del Batimóvil.



Cella Retail Building (1992)

Lamentablemente, algunos de sus más famosos trabajos, como Syntax Building (1987) y Kirin Plaza (1990), ya no existen más. Sobre éste último, ofrecemos una reseña a continuación.

KIRIN PLAZA


Ubicado al frente del famoso canal Dotombori en Osaka, Kirin Plaza era un edificio de la compañía cervecera Kirin, concebido como un lugar donde la diversión y la cultura encontraban un punto de encuentro.

Kirin Plaza en el 2007 junto al canal de Dotombori.
Vista desde el canal de Dotombori. Foto cortesía de Nacasa & Partners.

Se trataba de un cubo de granito negro adornado con incrustraciones metálicas, al que se engastaban 4 prismas luminosos de 50 metros, como cuatro linternas que asemejaban un faro urbano al lado del canal. Eran protagonistas del paisaje nocturno urbano, una reinterpretación de los avisos luminosos que caracterizan Dotombori.

Fotos cortesía de Yosuke Inui


Por eso Takamatsu lo llamaba "un monumento sin forma", un hito regonocible en medio de un maremagnum de luces y reflejos. Aquí se "denunciaba la ambivalencia de la sociedad que, por un lado, se da desenfrenadamente al lujo y al consumo y que, por otro lado, tiembla víctima de misteriosas pesadillas".


Como en muchos de sus edificios, Takamatsu opta por una composición simétrica, en la que enfatiza, mediante la inclusión de su parafernalia habitual, la verticalidad del edificio. Pero dentro de esa verticalidad, es común encontrar elementos horizontales de menor jerarquía.


Constaba de seis niveles. En los dos primeros ellos se encontraba un ameno bar donde se podían de gustar variedades de cerveza Kirin, así como áreas donde se explicaba la creación de la cerveza.


En el tercero se hallaba un restaurante internacional. En los tres pisos superiores, sin embargo, se hallaban salas de exposiciones de arte, video y eventos.


Fue demolido en el 2008. Desde este sencillo blog, le rendimos un homenaje póstumo. Salud por él.

VER TAMBIÉN
-
OTRAS OBRAS DE SHIN TAKAMATSU

- COMERCIO.

"Sr. Karusosu Zebayosu.
La belleza es un cuento.
Takamatsu Shin."

06 noviembre, 2008

EL "ÚTERO" DE OBAMA


Sí, Obama es el candidato demócrata que obtuvo una victoria histórica al ser elegido como nuevo presidente de los Estados Unidos. Pero Obama es también una localidad en Japón, rica en restos históricos y prehistóricos. En las cercanías de Obama, en la zona de Mikata, se encuentra el Wasaka Mikata Jomon Museum el que, además de guardar importantes colecciones de la Prehistoria japonesa, tiene una interesante concepción arquitectónica.

EL PERIODO JŌMON

La prehistoria japonesa o periodo Jōmon es una de las más tempranas en el mundo, comenzando en el 14000 a.C. al inicio del periodo Holoceno (es decir al final de la última glaciación) y es al mismo tiempo una de las que más tardó en desarrollarse (la agricultura llegó con el periodo Yayoi recién en el 400 a.C). Fue una etapa de cerámica primitiva con ornamentación básica (el nombre Jōmon significa "patrón de cuerdas", debido a que usaban cuerdas para hacer decoraciones en la cerámica).


Si bien se ha denominado a Jōmon como el Neolítico, recientes corrientes prefieren hablar de "Neolitización", que involucra relaciones sociales más complejas vinculadas estrechamente con su interacción con el paisaje. Contrario a lo que se creía anteriormente atribuyéndoles un comportamiento nómada primitivo basado en la caza, la gente del periodo Jōmon se asentaba en un lugar por determinados periodos de tiempo en chozas de paja soportadas por estructuras de madera empotradas en el suelo, cultivaban castañas con las que alimentaban a los jabalíes que posteriormente comían, importaban productos de otras partes de Japón mediante botes y enterraban a sus muertos en lugares sagrados.

Maqueta de asentamiento Jomon
Reconstrucción 3D de choza Jomon por C. Zeballos basado en Tatsu Kobayashi

Uno de los aspectos más importantes en la era Jōmon es la presencia de montículos de conchas de moluscos (shell middens o Køkkenmødding), ubicados muy cerca a los asentamientos. A diferencia del significado que les damos hoy como basura o desperdicio, en esa época eran considerados como un lugar sagrado, dado que se han encontrado allí restos de utensilios de madera y comida, e inclusive restos de entierros humanos.



EL MUSEO WASAKA MIKATA, EL ÚTERO DE OBAMA

En 1962, mientras se hacían obras de protección en un río en Torihama, se encontraron los restos de un montículo de conchas. Durante las excavaciones, que duraron 25 años, se encontraron artefactos que indican el alto nivel tecnológico de la gente Jōmon, especialmente en relación a su tecnología alimentaria. Por ese motivo el Wakasa Mikata Jōmon Museum tiene como fin difundir los artefactos más importantes de esta excavación.
Diseñado por Toshihito Yokouchi Architect & Associates y culminado en marzo del 2000, el museo de un área de 2,000 m2 presenta una forma que busca simbolizar la visión del mundo en la época Jōmon, cuya cosmogonía habría estado regida por el animismo.
Entre las figurillas encontradas muchas de ellas muestran mujeres gestantes y símbolos fálicos representando la fertilidad, algo muy común en muchas culturas a lo largo de milenios.


El edificio consta de un montículo intersecado por unas columnas de concreto y representa la unión entre el mundo de la tierra y el del aire.


La colina, que asciende con una pendiente de 25 grados, representa el vientre terrestre, un útero donde se gesta la cultura neolítica, recubierto con una piel de césped. Este útero viene a ser fecundado por unas columnas cilíndricas, que influyen luz y ventilación -dos elementos propios del mundo del aire-al interior de la matriz terrestre.


Un tajo en esta colina, aguda incisión en la matriz, conforma la entrada, que queda en el segundo nivel y a la que se accede procesionalmente por unas escaleras enfrentadas a esteacceso, o más aventureramente por unas rampas laterales o por donde se desee. Obviamente, esta incisión en el vientre viene a simbolizar el "sexo" de la tierra, por lo que supongo que los visitantes vendríamos a ser una especie de... errr... ¿espermas? (imagino que a estas alturas la -literalmente- fecunda imaginación freudiana de Youguchi ha debido esbozar más de una sonrisa en el lector).


Podría pensarse que tales elucubraciones sólo puedan ser entendidas en el id del arquitecto, pero la verdad es que a primera vista la forma del museo me evocó fuertemente a un grupo de tumbas que alguna vez ví en el parque Tumuli, en Gyeongju, Corea. Si bien estas tumbas pertenecen al periodo del imperio Silla y son bastante posteriores al periodo Jōmon, comparten la idea de que el montículo es una representacion del vientre terrestre, al que volvemos después de muertos.

El espacio interior es una dramática teatralización de la concepción simbólica del mundo Jōmon. Un espacio semi esférico a doble altura que puede ser percibido desde una galería, es iluminado por este bosque de columnas de concreto y óculos en el techo, que permiren a la luz penetrar en el espacio de manera similar al Panteón en Roma.


Otro concepto fundamental de la cosmogonía Jōmon que el arquitecto ha querido simbolizar es que ésta era una cultura de los bosques. Muchos productos de madera han sido encontrados en los restos de Torihama y ciertamente Japón es un país boscoso. La utilización de este bosque de columnas es reminiscente de las forestas japonesas, al igual que la forma de la estructura en el salon de exhibición principal es representativa de las ramas de un árbol.


Además, en el centro del domo, uno de los elementos principales de la exhibicion es este tronco de ciprés de hace 5700 años.


Adicionalmente, en el enlucido de concreto visto de las paredes, es posible apreciar la textura de la madera del encofrado.

"Yo estaba buscando un gusto diferente a la esteriotipada arquitectura moderna en Japón, porque es totalmente estandarizada, desarraigada de su contexto y carente de significado simbólico. Quería proponer una visión de un mundo particular en la arquitectura contemporánea"
dice Yokouchi.


Singular propuesta sin duda la de este pequeño museo, que además es un éxito en la población, especilmente entre los niños, por las actividades sociales y educacionales que promueve. Una peculiar forma de expresar un mundo en muchos aspectos distinto al nuestro, en un espacio en que el animismo y la fertilidad se expresan en un combinado balance de masculino y femenino, de aire y tierra, de luz y oscuridad.

(El título del post es un homenaje a uno de mis blogs no-arquitectónicos favoritos, El Útero de Marita, del periodista Marco Sifuentes)

VER TAMBIÉN
- MUSEOS