Amanecía el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima. Esta ciudad había tenido un auge importante desde el inicio del periodo Meiji (1868). Era conocida como una urbe comercial, especialmente en el área entre los ríos Motoyasu y Honkawa, que era conocida por ser el corazón económico de la ciudad. y, Desde muy temprano, muchos de 350000 habitantes, entre los que se contaban muchos extranjeros, especialmente chinos y coreanos, habían empezado a dar vida a sus agitadas calles. Dada su importancia albergaba una base militar, aunque misteriosamente no había sido objeto, hasta entonces, de ningún bombardeo aliado.
Reconstrucción de Hiroshima en la conjunción de los ríos Motoyasu y Honkawa antes del bombardeo atómico
A las 8:15 a.m., un bombardero B-29, llamado Enola Gay, arrojó sobre Hiroshima la primera bomba atómica de la historia, específicamente apuntando como objetivo a la T que forma la intersección de los puentes sobre los ríos Motoyasu y Honkawa.
Modelos a diferentes escalas de la ciudad después del impacto de la bomba. La bola roja señala el punto aproximado de la explosión. Nótese en la foto de la izquierda que la montaña protegió algunas viviendas ubicadas detrás de ella.
El artefacto, bautizado como “Little Boy”, tenía apenas 3 metros y pesaba menos de 4 toneladas, explotando a una altitud aproximada de 580 m. sobre la ciudad. A pesar de su reducido tamaño, la bomba devastó Hiroshima en un radio de 5 Km., produciendo la muerte, para diciembre de ese año, de entre 140 mil a 150 mil personas.
La bomba atómica emitió tres tipos de energía altamente destructiva: calor, ráfagas de viento y radiación. En las cercanías del hipocentro, el calor de la bomba alcanzó temperaturas de 3000 a 4000 °C. A su vez, las ráfagas que soplaron a 440 m/seg. (unos 1600 Km. /hora), convirtieron a vidrios y trozos de madera en cuchillos letales. Simultáneamente, se emitió una enorme cantidad de radiación, superando larguísimamente la que recibe un ser humano promedio en un año. Estas tres formas de energía destruyeron la ciudad instantáneamente, aplastando la mayoría de viviendas de madera y muchos de los edificios de concreto y causando la muerte por quemaduras, asfixia e intoxicación a miles de personas.
Se decía que nada crecería allí durante los próximos 75 años. Pero ese mismo otoño, el verde reapareció.
KENZO TANGE Y LA RECONSTRUCCIÓN
Kenzo Tange, notable arquitecto japonés, ganador del premio Pritzker, tuvo a su cargo el reto de idear la reconstrucción de Hiroshima. El Parque de la Paz y el Centro de la Paz diseñados por él, revitalizaron al Japón, expresando la solidaridad de la humanidad mientras simbolizaban un compromiso por la paz.
El Parque de la Paz se alínea simbólicamente hacia el domo atómico. Puede verse también el punto de impacto de la bomba.
Ver ubicación en Google Maps.
Ver ubicación en Google Maps.
El Centro de la Paz (1949) no puede negar su influencia moderna. Su construcción, efectuada en hormigón armado expuesto, y su porte monumental, apoyado sobre pilares, evocan inevitablemente al maestro Le Corbusier.
Le flanquean a sus costados, dos edificios más pequeños, correspondientes a la Biblioteca y el centro de conferencias. En 1995 los tres edificios fueron vinculados por un puente.
En su interior, el museo de Tange logra con éxito trasportar al visitante al interior de la catástrofe de la bomba. El recorrido trascurre de datos técnicos a testimonios dramáticos de las víctimas, en ambientes teatralmente preparados para tal fin.
El museo tiene un mensaje pacifista, pidiendo que nunca más se usen armas atómicas en las guerras.
En la foto, ubicación del arsenal nuclear de cada país en el mundo.
Lo cierto es que, mas allá de sus 20 kilotones de TNT, de su Kg. de uranio fisionado o su nube en forma de hongo de 12 Km., la bomba A significó una tragedia que aún miles de personas siguen padeciendo.En la foto, ubicación del arsenal nuclear de cada país en el mundo.
Testimonios conmovedores, como aquél de Sadako Sasaki, una niña que contrajo leucemia y que decidió fabricar cigüeñas de papel con la idea de que si llegaba a hacer mil, se curaría. Sadako murió cuando apenas había hecho unas 600 grullas, y sus compañeros de escuela completaron el resto. El parque honra su memoria con este monumento, donde se ve a Sadako con una grulla de papel.
Pero además, Kenzo Tange incorpora elementos de la tradición nativa, como esta forma parabólica que evoca a una silla de montar, y que recuerda la antigua forma de los Haniwa, las tumbas tradicionales de los antiguos mandatarios de Japón.
Otro interesante edificio diseñado por Tange, en el interior del Parque, es el Hiroshima Peace Center Memorial Hall (1994).
Semi enterrado, y de planta circular, este edificio contiene testimonios y otros datos a los que el visitante puede acceder mediante dispositivos multimedia. Tras el ingreso excavado en la tierra, discurre una rampa helicoidal, la que va adentrándose hasta llegar a un espacio cilíndrico, donde puede verse una reproducción de 360° de la imagen de Hiroshima tras el bombardeo.
En el centro de este espacio se encuentra una fuente de agua y sobre ella un lucernario de vidrio, ambos con la forma de un reloj marcando las 8:15, hora del nefasto evento.
A escasos 200 m. del hipocentro, se mantiene aun en pie la Cúpula de la Bomba Atómica, las ruinas del antiguo Salón de Promoción Industrial de la Prefectura de Hiroshima.
Este edificio fue completado en abril de 1915 bajo el diseño y supervisión del arquitecto checo Jan Letzel, cautivando la imaginación de los ciudadanos de Hiroshima, gracias a su peculiar cúpula verde.
La bomba fue detonada en el aire a una altura de 580 m, aproximadamente a 160 m al sudeste del Salón, matando instantáneamente a todos los que estaban al interior del edificio, el cual quedó seriamente dañado y completamente quemado.
Este edificio fue completado en abril de 1915 bajo el diseño y supervisión del arquitecto checo Jan Letzel, cautivando la imaginación de los ciudadanos de Hiroshima, gracias a su peculiar cúpula verde.
"El uso del concreto era preferido para grandes edificios, como hospitales, etc. El concreto no era tan afectado en los terremotos. Los sismos en Japón generalmente destruían arquitectura tradicional de madera y papel, lo que no ocurría con el concreto, lo que hizo a Letzel muy exitoso.
Este trabajo fue diseñado en estilo vienés, tal vez influenciado por la Iglesia Steinhof en Viena, y el material era también concreto. Esta es la razón porqué la armazón -el esqueleto- del edificio sobrevivió. Y al parecer, era edificio muy popular de construir antes de la guerra. Todo el mundo sabía que había sido construido por un checo."
La bomba fue detonada en el aire a una altura de 580 m, aproximadamente a 160 m al sudeste del Salón, matando instantáneamente a todos los que estaban al interior del edificio, el cual quedó seriamente dañado y completamente quemado.
Originalmente se planeó la demolición del Domo atómico junto con el resto de las ruinas, pero el hecho de que haya sobrevivido casi intacto pospuso aquellos planes. En 1966 la Ciudad de Hiroshima lo declaró un monumento para su preservación.
Numerosos trabajos de reforzamiento se han realizado a fin de mantener este lugar como una muestra de aquel trágico suceso.
Este lugar fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por UNESCO, a fin de hacer de este una lección para la humanidad, con un mensaje claro y contundente: nunca más, una guerra nuclear.
Cada 6 de agosto, miles de personas se reúnen en Hiroshima para aunar sus voces en pro de la paz. Aquel 2003 me tocó aunarme a ellos.
Presionar aquí para conocer algunos hechos insólitos respecto a los bombardeos atómicos en Anécdotas de Moleskine.
VER TAMBIÉN
- Monumento a los veteranos de Vietnam (Washington)
- Conmemorando la Paz en Nagasaki
- La Isla del Corregidor-Corregidor Island.
9 comentarios:
¡Hey! ¡Te faltó tu blusa blanca y falda azul!
;-P
(Y sip, ojalá los humanos comencemos a aprender de nuestros errores...)
Ja! Esa foto es una prueba fehaciente de que hace algún tiempo, no hace mucho, era flaco. Compárala con el panzón conteniendo el aire en Naoshima.
¡FELIZ DÍA DE LOS BLOGS!
Arturo
Hey Arturo, qué bonito gesto, me complace mucho que te guste lo que aquí se publica y a la vez felicito tu interés y vocación por compartir eventos de la historia.
Un fuerte abrazo
El museo me parece algo necesario, por más trágico que pueda parecer; pero la conservación de las ruinas es más importante aún ya que es memoria en esta puro. Impacta ver los arañazos de la metralla sobre la fallada de hormigón.
Coincido plenamente. Si se hubiera demolido ese edificio el parque no sería lo mismo, y quizás hubiera un edificio de oficinas en su lugar.
Sólo una acotación: las cicatrices en la fachada no corresponden a ráfagas de metralla, sino al impacto de miles de fragmentos de árboles y edificios vecinos, que la explosión atómica lanzó como proyectiles. Si estos fragmentos tuvieron ese impacto en el edificio, ¿te imaginas lo les habrá hecho a las personas?
Un saludo
Este parque se ve hermoso me gustaria visitarlo algun dia.
Me parece que deberian haber mas construcciones como estas alrededor del mundo, sin duda la gente que las hizo son muy creativos
No se si seguís todabia en este blog, pero sentí la necesidad de agradecerte por todo tu tiempo invertido.
Me encanta tu blog y solo hace poco empece a verlo, soy estudiante de arquitectura y para la cátedra de Historia me hice una fiel visitante.
Publicar un comentario